hyung, notice me ➳ juno

1.9

You got me like boom boom.

Estaba listo.

Chan alzó la mirada dispuesto a responderle a Jun cuando cayó en la cuenta de que toda la cafetería se hallaba sumida en un profundo silencio, siendo él y su hyung el centro de atención de toda la clientela.

—Abre la otra caja.—Susurró Wen con la vista plantada en la palma de su mano. En sus mejillas se podía apreciar un suave tono de carmesí que opacaba al ligero rosa de la punta de sus congelada nariz. Jun sólo sonreía como bobo sin dedicarle la mirada a Chan.

Ignorando la increíble desfachatez de las personas a su alrededor, el pelinegro asintió con la cabeza mientras dejaba de lado los pastelillos y dedicaba su atención a la cajita a su lado. Inhaló profundamente antes de abrirla y esbozó una sonrisa que ocultaba todo su nerviosismo, ¿Qué demonios? ¿Acaso le iba a pedir matrimonio? Con aquellos pensamientos en su mente, Chan rió y abrió la caja de golpe, topándose con un par de anillos iguales; aquellos anillos no eran siquiera similares a los que ambos compartían con el resto del grupo, aquellos eran especiales porque además de ser del mismo diseño, tenían el mismo grabado en su interior.

“—我爱你 ”

Una vez más el color subió a sus mejillas y con la vista persistentemente nublada, su alegría era acompañada ahora de un ligero mareo y un sentimiento de euforia muy pocas veces sentido en su interior. Estaba decidido.

Con una cristalina lágrima decorando el borde de su párpado inferior, Dino se colocó de pie y, rodeando la mesa, se lanzó sobre el cuerpo de JunHui, estrechándolo entre sus brazos y llenándole de besos la cara mientras a cada segundo repetía afirmaciones a cualquier duda existente entre ambos. Wen sólo supo corresponder y rodear el cuerpo del menor con sus brazos, dejándose llevar por la hermosa atmósfera que le rodeaba y deleitándose con cada beso que el pequeño plantaba en su rostro. Era realmente feliz.

El local se llenó de aplausos y gritos de alegría de quienes apoyaban el amor en todas sus formas; aquella cafetería era exclusiva para minorías sexuales y Jun lo sabía perfectamente; no iba a exponer a Lee Chan al odio de personas no comprendían el amor.

. . .

25 de Diciembre, 22:53.

Ambos muchachos se encontraban caminando en silencio por las calles del centro de Seúl, las cuales tenían de los más hermosos aspectos gracias a las luces y decoraciones coloridas de Navidad. Sus anillos relucían cómodamente ubicados en sus anulares y sus manos entrelazadas se encontraban sumergidas en un calor embriagante. A ratos Lee Chan asomaba su nariz por encima de la bufanda y dedicaba miradas discretas a Jun, quien sólo sonreía y miraba hacia el frente.

—Sé que llevas mirándome un buen rato, bebé. También sé que soy guapo, pero no me mires tanto que me desgasto.—Bromeando con los gestos del menor, Jun primeramente desconcertó a Chan con su sarcarmo, sin embargo luego el pequeño captó y acabaron riendo estrepitosamente entre tanta gente sumida en silencio.

—Pero qué malo eres, hyung. Sabes que a veces me cuesta captar tu sarcasmo.—Musitó el menor abultando su belfo inferior y desviando la mirada a sus ahora súper interesantes zapatillas Vans.

—Lo siento.

—Hyung, ¿Cuándo podré abrir éste regalo?—Iluminando de repente su memoria, Dino recordó la caja que Jun llevaba desde un principio entre sus manos partiendo en la tienda de música. ¿Qué traería allí?

—Ah, eso. Si quieres la abres ahora o luego en tu casa, elige t-

—Ahora.

—Venga, ¿Siquiera podías pensarlo?—Bufó Wen rodando los ojos y haciéndole entrega de dichosa caja al pequeño pelinegro. Buscaron un lugar relativamente decente para la sorpresa del menor y acabaron eligiendo una banca de tantas de las que habían en un parque. Al fin y al cabo retomarían la marcha a casa de Jun pronto.

Lee Chan emocionado como sí solo, apenas sus piernas entraron en contacto con la fría madera del asiento, desató con rapidez la cinta que cerraba la caja para luego levantar desesperadamente la tapa de ésta.

Discos de Michael Jackson.
Un collar tipo gargantilla parecido a los de los perros con un corazón en el centro.
Y un póster de su ídolo con la letra de Billie Jean en el fondo.

No comprendía por completo el segundo regalo, pero los otros dos habían emocionado a tal punto al chiquillo que sus ojos ya llorosos por el frío, acabaron derramando las lágrimas acumuladas durante todo el trayecto.

Dino en aquel momento tenía muchas dudas y muy pocas respuestas. Su cabeza no lograba entender por completo qué sucedía, ¿Por qué Jun era tan detallista con él siendo que alguna vez consideró realizar el plan asqueroso de Hoshi? ¿Por qué Jun gustaba tanto de él como para romper una relación de tiempo atrás? ¿Por qué Jun cada vez que iba a besarle se estremecía ligeramente y sus manos temblaban un poco? ¿Por qué Jun sonreía cada segundo que estaban juntos sin excepción? ¿Por qué Jun le había propuesto conocer a su familia siendo que apenas MingHao la conoce? ¿Por qué Jun aparentaba amarlo tanto y sin ser mentira?

Pero peor que todo eso, ¿Por qué Chan sentía que todos los sentimientos que había tenido alguna vez en su vida, ahora eran absolutamente nada comparados a los que Jun provocaba en su persona? ¿Por qué ahora mismo se encontraba tocando con la punta de los dedos el cielo, siendo que hace un tiempo estaba rozando el infierno?

—J-jun.—Habló Chan capturando la atención del mayor al instante.

—¿Qué sucede, bebé?

—¿Cómo sabes que estás enamorado?—Recreando aquella pregunta que había hecho tiempo atrás a Diario-ssi, Dino prefirió dejar aquello como una pregunta retórica para agradecerle a Jun por cada detalle que tuvo con él. Sin embargo sus planes se vieron frustrados cuando Wen comenzó a hablar.

—Como soy mayor debería tenerte una buena respuesta a esa pregunta, pero si quieres mis más sinceras palabras, no tengo la menor idea.—Al escuchar aquello, Chan abrió los ojos de par en par y dirigió su mirada a su hyung, quien parecía ser realmente sincero en esos momentos.—Creía tener una idea acerca de lo que era el amor y cómo se sentía, y allí estuvo MingMing para confirmarme que estaba en lo correcto con mis suposiciones, pero de la nada llega un pequeño muchacho de un solo nombre que tratándome totalmente informal el día en que nos conocimos, capturó mi atención por completo. Aquel muchacho se moría por su mejor amigo, quien además de ser idiota de naturaleza, también lo era cuando intentaba hacer planes. Ese chiquillo también escribe o escribía en un diario que nadie se esperaría fuese suyo, pero lo era y hacía uso de él cada vez que sucedía algo importante o relevante en su día a día. He vivido tan diversas experiencias con aquel niño que cada una de las emociones que otras personas pudieron haber provocado en el pasado, en aquellos momentos se desvanecían por completo; si antes había alcanzado las nubes, ahora estaba recorriendo la Vía Láctea. Tú has cambiado toda perspectiva que tenía del amor, endulzaste el concepto que tenía y me mostraste que todo lo que sentí antes era nada comparado a lo que realmente podía llegar a sentir. Cambiaste mis límites.

—¿Qué quiere decir con eso, hyung?

—Que no hay forma de expresarte adecuadamente lo que siento por ti; no hay límites.

Una lágrima.

—Hyung, te quiero demasiado.—Murmuró Lee Chan cerrando la caja.

—Yo te quiero millones más.