Quédate

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—¡No te vayas!

Ella se volvió pero no dijo nada, yo caminé hacia ella y la besé de nuevo ella respondió así que la tomé en mis brazos y la lleve de nuevo a la habitación la deposité con suavidad en la cama y ella siguió besándome ferozmente; lentamente comencé a recorrer con mis labios su cuello tan frágil, sentir su pulso acelerarse y su respiración entrecortada era sublime, sentir tanto después de tanto tiempo era abrumador.

Su cuerpo temblaba tal cómo lo deseaba, su piel lucía y sabía como caramelo, rompí su vestido y me quede observándola era preciosa, tentadora volví a besarla mientras mi mano acariciaba sus pechos y luego bajó hasta su  centro, estaba húmeda y lista para mi. Ella me quitó la camisa, sus ojos negros de repente se tornaron más oscuros y me besó con mayor fervor, mordió mis labios y me empujó justo debajo de ella.

Podía sentir a través del pantalón la humedad de su excitación creciendo mientras me besaba y mordía mi cuello,  con sus uñas arañaba mi pecho y bajaba hacia mi pelvis y comenzó a acariciar mi pene por encima de la tela mirándome traviesamente luego desabrocho el cinturón y me quito el pantalón volví a quedar sobre ella porque planeaba pasar un largo rato deleitándome con su cuerpo.

Arianne

Su boca trazaba un camino desde mi pecho hasta mis bragas , me miró como un predador y con sus dientes llevo mi ropa interior hasta abajo y lentamente trazó un camino de besos subiendo por mis piernas hasta mis muslos y se detuvo justo ahí ... estaba tan excitada que solo pude suplicar por favor, su lengua empezó a jugar con mis labios una y otra vez y cuando vio mi clitoris hinchado por el placer lo mordió dándome un orgasmo exquisito mientras apretaba mis manos...

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Gracias por leerme :)

Ella, la manzana de la discordia - the originalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora