Reencuentro parte 1

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Llegamos a un complejo sobre la calle Bourbon era una casa antigua pero no era mi casa, entramos y todo estaba en silencio ese lugar era una réplica de lo que había sido mi prisión y sentí repulsión, estaba seguro de poder andar por la propiedad con los ojos cerrados y aun así escudriñar cada rincón de ella.

Hope me llevó a su habitación y yo deposité a Arianne en la cama mientras esperé a que despertara, sabía que el ataque era parte de su plan pero nada me había preparado para verla tan sin vida y mucho menos para ver a mi hija de nuevo, esto si que no era parte del plan.

Su suave voz interrumpió mis pensamientos y la contemplé

—Se nota que la amas, y mucho.
—Es mi esposa y pensar que ...

—¡HOPE!

La vi tensarse y esa voz ... mi hermano, mi querido y traidor hermano, ella no respondió y siguió limpiando el cuello de Arianne con el
ceño fruncido y la sangre agolpada en sus mejillas.

Elijah abrió la puerta de un golpe.

—Olvidaba que en esta casa el concepto de privacidad es poco conocido.
—No te atrevas a usar ese tono conmigo jovencita ¿qué diablos hiciste? ¿me quieres explicar porque hay una docena de vampiros muertos? Tú madre está enfadada recogiendo tu desastre, no te hemos criado para que tengas arrebatos como este, un humano acabo muerto puedes desatar la maldicion, de nada ha servido cuidarte, ¿en que pensabas?

—Si ya tus vigilantes te contaron para que viniste, no necesito uno de tus sermones Elijah.

La tensión podía cortarse con un cuchillo, yo mismo hubiera querido saltar sobre el, morderlo y torturarlo pero debía ser paciente.

—Disculpe pero no fue su culpa a esos vampiros los maté yo, no era mi intención causar caos pero ellos intentaron matar a mi esposa y simplemente hice lo que debía.

—Nicholas no le debes ninguna explicación, a sus ojos la culpable siempre voy a ser yo además mira Ari está despertando.

—¿Donde estoy?  ¿Qué pasó?

-¡TU! ¿Que haces aquí? Creí haberte dicho que te alejaras.

Vi a Arianne levantarse y su mirada se llenó de odio, Hope se puso en medio de ambos mientras miraba embelesado a las dos mujeres que más amaba enfrentando a mi enemigo.

No sigo tus órdenes, al menos ya no, deje de temerte ahora los papeles cambiaron y tu me temerás a mi!

Sabía que era poderosa pero no tanto, señalando a Elijah le causó un dolor terrible y luego lo elevó por los aires y terminó estrellándolo contra el piso, pasó por encima de su cuerpo y tomando mi mano fuimos a la salida de aquel lugar.

—Llámame Hope.

—Por supuesto y gracias, esos nuevos trucos me los tienes que enseñar.

—Cuando quieras.

Me sonrió de medio lado y volvimos a la húmeda madrugada de Nueva Orleans.

Ella, la manzana de la discordia - the originalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora