Vivo

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Arianne

Volvió a mí boca, sus besos sabían a mi y me gustaba, de repente me levanté y me miro desconcertado le di una sonrisa malvada y le indiqué que se sentara al borde de la cama me monte sobre el sintiendo el bulto de su erección bajo de mi, desabroché mi sostén y le ofrecí mis pechos.

Klaus
Los mordí, succione y besé con auténtica devoción, escucharla gemir era hermoso así que la puse de nuevo abajo de mi y seguí recorriendo su pequeño y tentador cuerpo con mis manos y mis labios, sentirla temblar bajo mis caricias era mucho mejor de lo que esperaba y aunque me estaba volviendo loco y deseaba hacerla mía completamente no haría nada hasta que ella me lo pidiera.

Arianne

Me tenía al borde de la locura y sabía exactamente lo que deseaba porqué yo quería lo mismo así que supliqué - por favor Nik
Escuchar mi súplica lo atizó así que se acomodó entre mis piernas y me penetro lentamente y yo sentí que iba a explotar, sus caderas tomaron un ritmo pausado mientras su lengua y la mía se entrelazaban pero yo quería más, así que empujé sus nalgas con fuerza hacia mi pidiendo más, sus embestidas me llenaban y sentía mis adentros inflamarse y llegar de nuevo a un orgasmo demencial junto con él mis gemidos y sus gruñidos se unieron y el cayó rendido sobre mi.

Klaus
Y así estuvimos un tiempo, ella acariciando mi pelo y yo escuchando su corazón latir desbocadamente y luego tranquilo, jamás me sentí tan vivo.

Ella, la manzana de la discordia - the originalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora