Ella, la manzana de la discordia - the originals

Visitas inesperadas

-Pero qué tenemos aquí, una lobita con poderes de vampiro, amor eres más peligrosa de lo que pensé.

-¿Enserio?

Me solté de su agarre y la lancé al piso y me puse sobre ella inmovilizándola con mis piernas y brazos -Si pero no te distraigas. Y la besé.

-¿Sabías que eres un Idiota?

-Lo soy, y así me amas.

Sonreí -ya quisieras.

Lo puse bajo de mi y lo bese con fuerza, me sentía más fuerte más clara y más peligrosa, la adrenalina que venía con el poder era estimulante y sabía exactamente cómo usarlo, un nuevo plan se estaba gestando en mi mente.

-Ahora dime lobibrujita, ¿Cuando vamos a regresar?

-Que impaciente eres mientras me quitaba la camisa, no falta mucho, todo a su tiempo no olvides que estamos solos en esto.

-Solo una pregunta amor¿De qué manada era tu padre?

-¡Crescent!

Wow que manera de arruinar el momento, bufé enojada

La voz de un hombre inundó el espacio, pero mayor fue mi sorpresa cuando vi entrar a Freya sujetando su mano.

-¿Que diablos?

-Eres muy difícil de encontrar sobrina, tenemos mucho de qué hablar.

-Tio Eddard... ¿que haces aquí? y ¿que hace esa aquí?

-Freya es mi esposa y más te vale respetarla.

-Yo no tengo respeto alguno por zorras asesinas, siseé. Y no eres bienvenida en mi casa lárgate.

-No nos iremos, hasta que hablemos contigo.

-Perfecto.

Así como lo hizo con Elijah, con su poder inhabilitó a su tío paralizándolo mientras Freya gritaba y agarraba su cabeza por el dolor que el hechizo le producía.

-No voy a matarlos, tienen 5 minutos para explicarse y largarse de aquí.

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-Arianne, siento mucho lo que pasó con tu familia yo de verdad traté de evitar la catástrofe pero no pude hacer nada por eso me fui no podía seguir en aquella casa luego de ver cómo mi familia acababa con la tuya y formaron la suya propia. Se lo que es crecer solo y sin aquellos a los que amas yo te entiendo.

-Ja me entiendes, y crees que con decir lo siento ¿vas a revivir a mi familia? No tengo más que escuchar, lárguense y jamás vuelvan. La puerta sigue allí. Y sin pensarlo dos veces me di vuelta.

-Sobrina debes volver a la manada con nosotros, cómo tu alfa te lo ordeno, vas a casarte con el alfa de los Paxon.

Me volví a encararlo y aún con la ira bullendo en cada centímetro de mi ser, de mi salió una voz completamente tranquila.

-Uno, tú no eres mi alfa ni mi familia, dos, a mi no me ordenas nada y tres, llegas tarde (mostrándole mi mano izquierda) ya estoy casada.

-Te voy a llevar a las buenas o a las malas y tu matrimonio con un vampiro es tan válido como yo diga, Freya.

Antes de que Freya la dañara me lancé a su cuello y la mordí, me aseguré de no matarla porque de ella iba a obtener respuestas y luego fuí hacia él pero ella ya tenía a su tío doblegado mientras rompía lentamente sus piernas, -¡Tú maldito cobarde! fuiste el primero en huir cómo una rata en un barco que se hunde, tú nos abandonaste a todos en la manada y ahora te crees su alfa! Tu no eres mi familia, mi familia está muerta y si había la más mínima posibilidad de aceptarte en mi vida la perdiste al aparecer del brazo de esa zorra.

Su control era aterrador, le gustaba infringir dolor y sabía cómo hacerlo sin un ápice de remordimiento, cada vez me convencía más de la perfección de su ser con el mío.