Ella, la manzana de la discordia - the originals

De vuelta

Cuando desperté se había ido, pero el sonido de un piano me hizo salir a buscar cuando hallé la habitación de la cual provenía la música me quede cómo un idiota no sabía si entrar o quedarme allí luego la escuché cantar, sabía que era ella y entré, estaba cómo en trance así qué solo pude mirarla mientras el lugar se llenaba de su magia.

Decidí dejarla y me dispuse a recorrer la propiedad, era hermosa y me recordó al complejo en Nueva Orleans era una casona enorme con un patio interior lleno de plantas, luminosa con sonidos de pajaritos, tan diferente de aquel lúgubre lugar. Esta casa si se sentía como mi hogar era una sensación extraña y lo corroboré aún más cuando encontré la habitación llena de lienzos y pinturas junto con una tarjeta que decía "bienvenido a casa Nik" sentí mi corazón enmudecer y lágrimas empezaron a brotar fue cuando la sentí abrazarse a mí.

—No respondas, tu reacción es más que suficiente.

Se puso frente a mi y tomó mi rostro con sus dos manos: es en serio esta es tu casa. Me beso con dulzura y me dejo allí sintiéndome como un niño en una juguetería.

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—¿Quieres salir esta noche? Han pasado casi tres meses y es hora de que vuelvas al mundo pero no puedes verte como tú espera aquí.

Salió corriendo y regresó con un anillo me lo puso y recitó un hechizo, me llevó al espejo y mi piel era más clara y mis ojos y cabello más oscuros me veía más muscular en definitiva nadie sospecharía que era yo.

—¿Que tal? Se que no te pareces pero esa es la idea, y solo yo puedo ver quien eres en realidad pero necesito que me des tu anillo solar es un poco presuntuoso y bueno, todo el mundo sabe cómo luce y no me quiero arriesgar.

No sé que tenia, ni porque accedí sin dudarlo, me deshice de lo único que me ataba a mi familia desde hacía 1000 años sin pensarlo, estaba hecho.

—¿Nos vamos?