Ella, la manzana de la discordia - the originals

El comienzo del final

Rebekah estaba en mis manos, no iba a matarla, la muerte era demasiado buena para ella y cuando llegara iba a ser en mis términos; la dejé en el contenedor y empecé a caminar hacia el muelle. Era tarde y me paré a ver las luces danzantes no quería volver a casa, no podría enfrentar a Nik y las lágrimas empezaron a salir silenciosamente de repente sentí su mirada sobre mi espalda pero no me atreví a voltear.

-Mírame!
Me congelé, no podía moverme, pero su voz se alzó.
-Mírame!

Voltee y su mirada era una mezcla de demonios bailando en sus pupilas, rabia, decepción, fuego y yo solo baje la cabeza y apreté los puños en mis bolsillos y solloce.

-Solo dilo Nik.

Su paso vacilante al inicio se dirigió hacia mi y sus manos tomaron mi rostro con fuerza.

-Mírame te dije!

Me estaba lastimando pero sólo pude asentir me soltó y me llevó hacia una parte alejada.

-Toda mi vida todos me traicionaron mi madre, mi padre, mis hermanos y ahora mi esposa... dime E-S-P-O-S-A esa palabra y ese anillo significan algo para ti?
-Todo.
-MENTIRA!!!
Me tiró al piso y su rostro se transformó en bestia.
-Vas a matarme?  Hazlo entonces, pude haberlo hecho, pude haberme acostado con él  y no lo hice y lo lamento de verdad pero no te atrevas a dudar de lo que siento por ti, yo te elegí Niklaus y lo que hice fue producto del alcohol y la soledad.

-Tú dijiste que estaba bien.
-Tienes 1000 años y aún no entiendes a las mujeres, Nik pensé que iban a ser máximo 2 semanas no 2 meses! Y antes de que preguntes: Siempre vas a ser tu ! Por eso me detuve.

La tensión podía cortarse con un cuchillo y me lancé a sus brazos y lo besé con voracidad sólo lo quería a él, ni Elijah ni ninguno podían ser él.

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Niklaus:

Sus besos sabían a culpa, a redención, a sumisión sólo yo veía ese lado vulnerable era mío como toda ella, la tomé en mis brazos y la lleve a casa, la empujé contra la pared y la mire, se veía pequeña, asustada pero deseosa de mi. Chocamos contra las paredes de la casa e incluso caímos en las escaleras, la ropa nos estorbaba y una a una las prendas cayeron al suelo solo quedaban algunas pocas, una sonrisa se dibujaba contra la mía. Lo llevamos al salón y a la luz de la luna se veía preciosa la culpa le lucía.

Arianne

Tuve miedo de perderlo así que me apreté contra él sentía en sus labios la necesidad, Klaus era mío para siempre, aún si para siempre era por poco tiempo.  Sus rasgos de ira lo hacían ver más perfecto a mis ojos, me senté a horcajadas sobre él y le permití saborearme, tocarme, olisquearme, sus manos viajaban desde mi rostro hasta mis caderas y nuestros labios no se separaban, volver a sentirlo tan cerca era un éxtasis de felicidad total pero tenía el presentimiento de que no iba a durar...

Niklaus

Era sublime sentirla, no me cansaba de ella,  podía sentir la humedad entre sus piernas sobre mi y sus besos eran una mezcla de desesperación y entrega total , mis manos recorrían su cuerpo , sus curvas con ira, su trasero firme cubierto con encaje sus pezones erectos asomándose por el borde de su corpiño y la voltee sobre el futón y continué mi recorrido mordí sus  pezones y metí mi mano en medio de sus piernas estaba hinchada y mojada, siempre lista para mi; su piel tenía un sabor embriagador, pero su centro era como probar ambrosía y sus gemidos eran música para mis oídos, me retiré antes de que llegara al orgasmo, hasta ahora estaba empezando y merecía un castigo por su indiscreción.

Arianne

Su mano empezó a acariciar mi clítoris y sus dedos se deslizaron dentro de mí y empezaron a moverse  despacio mientras su boca paseaba por mis pechos, mi abdomen y su lengua dibujaba de nuevo en mi piel mis tatuajes, Nik era lo mejor que me había pasado, era el amor de mi vida. De repente se detuvo y se levantó, estaba acalorada y lo sentí atar mis manos sobre mi cabeza, luego se quedó mirándome de rodillas imponente y malvado.

-¿Que quieres Arianne?
-A ti, por favor.

Mordió su labio y se saboreó con anticipación, estaba ansiosa y su cuerpo tembló cuando rocé sus piernas, me acerqué a su pelvis y empecé a repartir besos y mordiscos por sus muslos y su monte de venus perfectamente depilado, volví a posar mi boca sobre ella, su sabor era cautivador y su espalda se arqueaba cada vez que mordía sus labios y me retiraba, la estaba castigando a ella y a mí; sentía la erección crecer en mis boxers y la espera se tornaba dolorosa.

-Por favor Nik, te quiero dentro ya!

Lo sentí acercarse a mí, besar mi cuello y soltar mis manos de repente me penetró una, dos, tres.. perdí la cuenta de sus salvajes embestidas mientras mis manos recorrían su espalda y lo apretaban contra mí pidiéndole que no se detuviera, nuestras lenguas y manos entrelazadas se detuvieron en un gemido ahogado que perduró hasta el amanecer.

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Perdónenme!!!! he estado con una gripa horribleee así que me la he pasado o durmiendo o trabajando, pero ya volví, espero que les guste quedan 4 capítulos, besitos para todos los quiero un montón.