Mi mente quedó en blanco como cuando miras al cielo por unos minutos y todo queda en silencio, todo queda en blanco. La bibloteca en sí ya era silenciosa pero, a mi parecer, mi cabeza se ha bloqueado. En estos momentos solo tengo la mirada penetrante de Ethan sobre mi rostro, buscando alguna respuesta que salga de mi boca. Él me mira de forma tan intensa que siento que me atraviesa por dentro. No creía que se iba a enterar tan rápido, él es su amigo y podría contarle éste pequeño detalle descuidado. Hay que admitirlo, si tienes un buen amigo siempre vamos y le contamos todos los chisme a ellos, y esto no sería una excepción. Ethan se arrodilla adelante de mi, comprensivo. Aquellos ojos verdes me miran con compasión como si fuera una madre viendo a su hija. Mierda.
- Entiendo, no quieres que se lo diga a Dylan -me dedica una sonrisa calida mientras su mano se posa en mi hombro -. Puedes estar tranquila, no diré nada.
Un suspiro inconsciente se escapa por mis labios. Madre mía lo que he aguantado. Espero que Ethan cumpla com su palabra, él es un hombre de palabra pero todos tenemos defectos, él podría haber cambiado estos años y volverse alguien que le gusta ver sufrir a la gente. Todo es posible.
- Gracias, Ethan -le dedico otra amable sonrisa -. Es una carga menos.
Sin previo aviso él me rodea con sus brazos, dejandome atrapada entre su pecho y el sillón blanco de hace medio siglo. Él tiene los ojos cerrados y un rostro de terror: pálidos como un vampiro y ese aura de tristeza. A pesar de que me sorprendió yo correspondo a su abrazo inesperado. El latir de su corazón es rápido, algo le preocupa. Le sigo abrazando mientras pienso en mis palabras.
- ¿Ethan, pasó algo? -digo mientras sigo pensando en mi discurso -. Puedes confiar en mi, puedes desahogarte.
Él rompe el abrazo y con agilidad se sienta en el otro sillón, la diferencia que de este sillón es que es nuevo y de un marrón café.
Su mirada está perdida entre los libros, buscando sus palabras en el aire. Sin embargo, siento que Ethan me contará algo muy importante.
- Yo me escapé de mi casa -dice después de haber largado un suspiro-. Mi padre me odia al igual que mi madre, eso no me molesta. El problema es mi hermanita, ella quiere verme.
¡Madre mía de la papaya! Ethan siempre había sido, como dije, un hombre de palabra, alguien inteligente, admirado por su padre y por su alrededor y, un hombre de gran corazón. Me acuerdo que solo tenía doce años cuando tenía que dirgir la empresa de su padre por primera vez. En cuanto a todos esto, ¿qué es lo que pasó?
- ¿Mia, estás ahí? -una mano pasa por delante de mi nariz sacandome de mi trance - Oye, no creo que la noticia te importe tanto.
- ¡Estás loco! -exclamo con enojo, pero recibí solo quejas de adolescentes con oídos bionicos- Tú eras el chico más respetados hasta hace un minuto, ¿cómo puedes terminar así?
Muerde su labio con nerviosismo, aún sigue sin mirarme a los ojos. La mirada perdida en sus ojos dicen todo de él, tiene miedo de contarme que pasó. Levanto mi mano, la acerco a su hombro y con suavidad apoyo mi manos en su hombro, le doy un par de palmadas y le sonrío con confianza.
- ¿Es algo muy difícil? -digo aún sonriendo - Puedes contarme, no me enfadare ni te voy a acusar.
- Es difícil -comenta.
Nuevamente se muestra perdido entre los títulos de los libros, aquellos ojos verdes tienen un brillo de esperanza pero a la vez de arrepentimiento. ¡Oh vamos! Algo muy dificil no puede ser.
Traga en seco- Hace unas semanas pelee con mi padre. Yo le había comentado que estaba enamorado de una chica y, tenía pensado casarme con ella dentro de un par de años -sus ojos se fijan en los mios -. Él se negó y mandó a separarme de ella, discutimos de una forma no muy democrática y terminé optando por irme de casa. Al final terminé aquí, me encontré con Dylan y le conté lo que pasaba, aquella tarde cuando nos vimos de nuevo yo había ido a tu casa junto con Dylan a buscar un departamento para alquilar. Ahora mi padre está furioso.
Ethan, nunca pensé que eras capaz de hacer tal cosa. Él siempre fue de corazón cerrado para el amor pero muy compresivo, según el Ethan de doce años él nunca se casaría. Sin embargo, aquí está diciendo tales palabras. Estoy segura que parezco una torpe en shock, ni puedo decir una palabras de mi boca. ¿Qué quiere que diga? ¿Qué su padre es un idiota? ¿O qué él debe regresar para hablar de las cosas?
- ¿Aló? -dice pasando su mano por mis ojos, de nuevo.
- ¿Qué vas a hacer? -pronuncio las palabras con cuidado.
Se levanta de su sillón y camina por los estándares de libros, pasando las yemas de sus dedos por las portadas.
- Quedarme aquí por un tiempo -responde.
- Tú tienes una suerte en el...
Una llamada me interrumpe. Mi celular, el cual está a lado de mi cuadernillo, comienza a sonar por toda la bibloteca. Siento la mirada de varias personas sobre mi, incluido Ethan; con rapidez tomo el celular de un modelo más viejo que mi abuela, muevo el botón verde hacía la derecha y contesto la llamada.
- Hola perra de mi alma -dice una voz chillona.
Ese saludo entre nosotras nunca falta, solo Victoria y yo nos hablabamos así.
- Hola idiota de mi vida -contesto sonriente.
Ethan solo eleva una ceja para luego sonreír, le ha causado gracias y eso lo sé bien. Así es, unas buenas amigas se saludan así.
- Adivina a quién vi hoy -dice en seco, quitando mi sonrisa -; cabello negro como su corazon, piernas largas que te enredan en su telaraña, pechos más grande que su propio cerebro y un rostro de Ángel que esconde al diablo por dentro.
Cabello negro hay muchas pero que su alma ya sea un mierda es de solo una persona. Sé de quien está hablando Toria y no quiero pronunciar su nombre de mierda, no quiero.
- No, ella no está aquí -digo susurrando.
- Tu querida Clara Hull está aquí -puedo ver la mueca que hace al decir su nombre -. Ahora adivina con quien. Es el chico que te gusta: tu querido Dylan Sterwart.
Auch, una punzada de dolor sentí al escuchar el nombre de Clara y Dylan en la misma oración. ¿Ellos se conocen? Si es así, estoy perdida.
Fin del capítulo.
¡Hola a Todos y Todas! ¿Se cansaron de esperar el capítulo? Estoy segura que sí.
Lo siento, no quería tardar pero he tenido algunos problemas con la salud, entonces no he podido escribir. ¡Estar en cama por dos semanas es una mierda!
He pensado en algo durante todo mi timpo en cama: Todos los miercoles o jueves subiré un capítulo nuevo, y cada sabado o domingo un capítulo editado.
Eso es todo.
¡Nos vemos en el próximo miércoles! :3

ESTÁS LEYENDO
Conviviendo con mi pesadilla
Roman pour AdolescentsBORRADOR. 2015-2016. Abby es una chica tranquila con tendencia a ser ermitaña. Vive con su familia en Nueva York y, lamentablemente, es la vecina de los Stewart, una familia con dos hijos que para ella son los demonios en persona: Dylan y Elisa. El...