When Tomorrow Comes {Camren Fanfic}

Capítulo Treinta y nueve: Di adiós.

Lauren's P.O.V.

"Mamá, mamá, mamá, mamá", tan pronto como recogí la carta del buzón entré en casa buscando a mis padres. 

Era mediados de julio y estaba histérica porque todavía no había llegado mi carta de la universidad para saber si me aceptaban o no. Había probado con varias pero a la que realmente quería ir era a la Universidad de California en Los Ángeles. Y esa era la carta que había recibido ese día.

"¿Qué pasa Lauren?", me preguntó mi madre apareciendo en el salón con una expresión de preocupación.

Miré la carta, miré a mi madre y sonreí. 

"Ha llegado", le dije mientras elevaba la carta para que la viera. Mi madre puso los ojos como platos.

"¡Michael!", llamó a mi padre. Nos sentamos en el sofá y unos segundos después mi padre se unió.  

Respiré hondo y abrí despacio la carta. Me quedé mirándola y mi madre me dijo, casi gritándome, que la leyera en voz alta. 

"Estimada señorita Jauregui, nos complace anunciarle que, después de varios debates, el rectorado de la Universidad de California en Los Ángeles ha decidido que usted forme parte de la plantilla de estudiantes del próximo curso en nuestra universidad-", no pude terminar de leer cuando mi madre gritó de alegría interrumpiéndome.

Mis padres se levantaron y me abrazaron, casi a punto de llorar. 

"¿Qué pasa aquí?", preguntó mi hermana cuando entró en casa y nos vio abrazados. Me separé de mis padres y la miré.

"Me han cogido en la Universidad de California", Taylor soltó su bolso y se acercó a mí boquiabierta.

"Me alegro mucho, Laur", me abrazó y lo único que quería hacer en ese momento era correr a casa de Camila para contárselo.

Y así lo hice, pero sin correr. 

Llegué a casa de Camila y llamé a la puerta. Tenía la carta en la mano y cuanto más tardaban en abrir la puerta más nerviosa me ponía. Por fin me abrieron la puerta pero no era mi morena, sino Ally.

"Oh, hola, Lauren", me saludó sonriendo. "Camila no está, ha ido a casa de sus padres para... Bueno, ya te contará ella", fruncí el ceño.

"¿Pasa algo por lo que deba preocuparme?", le pregunté.

"No, idiota. Si pasara algo grave yo no estaría aquí toda sonriente", eso tenía lógica.

"Cierto", Ally bajó la mirada y vio la carta en mi mano.

"¿Es eso lo que creo que es?", miré la carta y sonreí. 

"Me han aceptado el la Universidad de California", la cara de Ally no era de alegría precisamente, era más como una mezcla de tristeza y una mezcla de alegría fingida. "¿Qué pasa?"

"No, nada. Me alegro mucho por ti, Lauren. De veras", sonrió un poco forzada. "Pero creo que deberías ir a ver a Camila"

"Está bien...", estaba un poco confusa, no sabía lo que pasaba.

Me despedí de Ally y fui a casa de los padres de Camila. Me pasé todo el camino dándole vueltas a lo que podría estar pasando y esperaba que no fuera nada grave. 

Ingenua.

Me puse delante de la puerta principal de la casa y respiré hondo. Acerqué mi mano al timbre y lo pulsé. Unos segundos después, la madre de Camila me abrió la puerta.