Mi Crush y Yo.

Mi Crush y Yo [6]

Narra Clarice.

Después de quedar de acuerdo de nuestra cita, nos subimos a su coche y le dije la dirección.

Ya en mi casa verificó que mis padres no me hayan mentido en que regresarían dentro de una semana. Y no, no mentían.

Le dije a Jack que me esperará adentro y aceptó.

—Que linda casa, ¿también vives sola?

—No, vivo con mis padres y mis hermanos. Solo que fueron a visitar a una tía. Y mi hermano mayor está en un viajes de negocios. Además, vive a una cuadra de aquí.

—Oh, bien.

—Iré a cambiarme que esto es algo incómodo.

—Te espero.—Empezó a caminar por la sala y se detuvo en un cuadro.

Ya en mi cuarto me puse un short blanco, un suéter gris delgado y unas converse azules cielo.
Pero claro que también mi ropa interior.

Reí por mi pensamiento.

Al bajar note que Jackson estaba sentado en un sofá de mi sala.

—Eras muy linda de pequeña.—Doy un pequeño saltito en mi lugar y el río.

—Gracias.—Sonreí.— Ya estoy lista.

—Vámonos.—Asentí.

—Una última cosa.

—¿Que ocurre?

—Cuidare muy bien tu playera.—Sonreímos.

Jackson me abrió la puerta del coche y subí. Seguido de esto él subió. Pero hay algo que no cuadra.

¿El tiene novia?

Mi cabeza se llenó con ese pensamiento.

¿Y si es así?

¿Y se ahora me conocerán como zorra?

Oh no.

—¿En qué piensas?

—En nada.—Respondí secamente mientras miraba por el vidrio undida en ese pensamiento.

El ahora parece ser el confundido.

Pero por ahora cuando lleguemos a la plaza actuaré normal, me divertiré y después me enteraré de si tiene novia, y si es así, me enteraré igual de qué pasó después de esto.

Narra Jackson.

Ya en su casa entro ella de una manera extraña como si un ladrón estuviera dentro.

Clari me dijo que si quería esperar adentro y acepte, baje del coche y me adentré.

—Que linda casa, ¿También vives sola?—La casa es enorme.

—No, vivo con mis padres, y mis hermanos. Solo que fueron a visitar a una tía. Y mi hermano mayor está en un viaje de negocios. Vive a una cuadra de aquí.

—Oh, bien.

—Iré a cambiarme que esto es algo incómodo.

—Te espero.—Empece a caminar por la casa y me detuve en un cuadro.

Me llamó mucho la atención.

Están lo que parece ser sus padres, dos chicos y 2 chicas.
Desde pequeña está bien bonita, ya que la pude reconocer al instante. Luego preguntare sobre eso.

Tiene el cabello largo, sus hermosos ojos color café, un lindo vestido azul, que al parecer, es su color preferido, y un moño pequeño blanco en el cabello.

Se ve muy linda.

Después me siento en el sillón pensando en que si Daila, mi novia, se entera de esto me matará. Por lo que decido llamarla.

—¡Mi amor!—Daila parece algo nerviosa y feliz a la vez.

—¿Podemos hablar mañana afuera de tu casa?

—Claro, ¿Pasa algo?

—Si.

—Mmh, está bien. A las 5:00 puedo.

—Okey.

Colgué.

Pensar que ando aún con ella hace que me de un escalofrío, ella es la típica chica que se acuesta con todos y tal vez por eso sonó extraña en la llamada.

Se acostó con alguien.

Claro, no hay dudas.

Escuche pasos en la escalera por lo que me doy cuenta de que ya bajo.

—Eras muy linda de pequeña.—Da un pequeño saltito en su lugar y reí.

—Gracias.—Sonrió.— Ya estoy lista.

—Vámonos.—Asentí.

—Una última cosa.

—¿Que ocurre?

—Cuidare muy bien tu camisa.—Sonreímos.

Le abrí la puerta y subió.

Seguido de esto subí.

En el transcurso a la plaza la noto muy pensante y distraída.

—¿En qué piensas?—Pregunte dudoso.

—En nada.—Respondió secamente mientras miraba por el vidrio pensando.

Un golpe bajo.

Ahora yo soy el confundido.

Después de esto ahora parece más alegre e igual pensativa. Y creo que se me ocurrió porque me contesto así hace unos minutos.

¿Y si ahora piensa en que si tengo novia?

Ohh no, tengo que aclarar eso lo más posible a Daila.

Y ojalá que estás dos no se topen porque si no habrá problemas. Grandes problemas.