Mi Crush y Yo [29]

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Narra Clarice.

En estos largos meses, Cristian a abusado de mi demasiadas veces, me a maltratado e incluso no le importaría si muero de hambre. Sólo a veces entra una señora de avanzada edad, Anna, a entregarme unas cosas para comer, estoy muy agradecida con ella. Incluso me ha curado un par de veces el maltrato de Cristian.

Quien diría que hace unos años era la persona más tranquila, amable y dulce. Pasamos tantos lindos momentos juntos, en verdad, siempre muy atento. Sólo hasta ese día, ese maldito día mi vida cambió. Ahí sacó todos los celos contenidos, su único defecto. Al menos agradezco el conocer ese lado a buena hora, si hubiera tardado más no sé que habría pasado.

Estoy muy triste, a toda hora quiero llorar pero no puedo, en serio, no puedo sacar más lágrimas, algo anda mal en mí. Sólo quiero abrazar a Jack y quedarme ahí toda mi vida, aunque ya no estoy segura si salvarme. Sí, así es, estoy por rendirme pero una pequeña parte de mí dice: saldrás de esta. Así que a seguir luchando.

Tocan a la puerta y abren. Cuando tocan sé que significa. Es la señora Anna trayendo comida muy apresurada.

—¿Qué pasa? —dije un poco asustada.

—Venía por el pasillo cuando vi que se dirige para acá el señor Cristian —dijo exaltada—. Trae consigo una cámara —dijo respirando más tranquila.

—¿Por qué querría...?

—Llegue amor —dijo entrando a la habitación escondiendo, lo que ya sé que trae, detrás de él.

—¡Esta niña es muy necia! —decía la señora Ana, a decir verdad, fingimos caernos mal cuando entra Cristian.

—Lo sé, Anita. Ella no entiende que deberá cambiar para nuestro futuro, juntos —dijo con énfasis en juntos—. ¿No es así, Clarice?

—¿Perdón? —dije seria.

—Tengo qué repetirlo? ¿Quieres eso, Clari? —dijo muy serio, en verdad. Logró darme miedo pero no lo demostraré.

—No, Cris.

—Bien, ojitos, vámonos —me tomo de la mano.

No quería ir, en verdad, pero ¿qué más quedaba? No sabía lo que haría con la cámara, no sabía a donde me llevaba. Son contadas, sólo con una mano, las veces que he salido de esa fea habitación, sin contar en ir al baño, ¿y eso? Porqué lo tengo a un lado de el cuarto. Ana venía atrás de nosotros con una mirada tensa. Jackson, deséame suerte.

...

Llegamos a una habitación en blanco. Sólo adentro una cámara montada en un trípode. Muy bien, esto da miedo. Entró Cristian y seguí yo. Dicen que el burro por delante. Noté que él llevaba una silla de madera tallada a mano, si no fallo.

El miedo me invadía, ¿qué rayos hacemos aquí? Digo, Cristian ya ha hecho demasiadas cosas, mas no todo. No puedo demostrar que estoy asustada, se aprovecharía de eso y no vendría siendo lo mejor en estos momentos.

—¿Qué hacemos aquí? —dije con intriga.

—Amas la fotografía, ¿no es así? —mierda.

—¿Vamos a tomar fotos al mar? —solté intentando que fuera eso, pero no.

—Sí Clarice, es para tomarle lindas y coquetas fotos al mar y al cielo —rió sarcástico.

Dejó la silla de madera en donde se tomarían las fotos, me tomó del brazo y me sentó en la silla aprisionandome a ella. Yo intenté evitar eso, gritando, pateando y de todo. Lo único que conseguí fue una bofetada de Cristian. Ya no podía llorar después de todas esas noches. Ya no puedo sentir de que me estoy acostumbrando. Ya no sé que hacer. Me estoy dando por vencida. Sólo quiero tirarme de este barco y no saber nada de el mundo. De la nada, sentí un piquete en mi brazo y me sentía mareada, ¿me habrá inyectado droga? Veo todo a mi alrededor borroso, oscuro. Sólo comienzo a reírme como idiota.

—¿Sabes? —dije riendo aún—, tú no entress al mundo de la drogaaa... somoss muchoss y hay poca —dije con hipo.

—Creo que me pase de dosis— se encogió de hombros y comenzó a tomarme fotografías.

—Cristian, ¿por qué me hacesss esto? ¿Tú qué ganasss al hacerlo? —dije haciendo pucheros.

Quedamos en silencio un rato.

—Contessstame desssgraciadooo.

—Creo que lo hago para satisfacerme. Me lastimaste, debo vengarme —soltó furioso y dudoso a la vez, cerrando los puños.

—Yo no te lastime, tú me lassstimaste a mí. Te volviste un psicópata, celossso y posesivo. Tenía que dejarte, sino me lastimarías, y aún así, lo hicissste.

Paró de tomarme fotos y reflexionó dando vueltas en círculos. Creo, sólo creo, que lo estoy haciendo pensar. Aunque a ese idiota quién lo haría reflexionar. El efecto de la droga está pasando. Jamás tomen drogas, por favor.

—Creo que tienes razón. Sí, después de todos esos meses aquí, cambio de decisión de la nada, pero es que en este momento me hiciste reflexionar. Creo que me equivoque. Lamento todo esto —dijo y me desató de la silla. ¿Será tan fácil?—. Después de tanto tiempo aliviándome, creo que ya saqué todo.

Cristian tomó la cámara, le quito la memoria y me la dio sonriendo tiernamente. Supongo que quiere que yo me deshaga de ella. ¿Ven cómo hablando entiende la gente? Okey no. Fue la droga, ¡droga, te amo! Pero te odio aún más.

¿En verdad está pasando esto? ¿ya saldré de este lugar? ¿podré ir con Jackson, tener 50 hijos y vivir feliz? Oh por dios, estoy emocionada. No, no. Basta. Tranquilizate, Clarice. No cantes victoria aún. Todo puede pasar en un minuto, recuérdenlo.

—Cristian, entonces, ¿me puedo ir? —dije curiosa y ansiosa.

—Nos iremos de este lugar, en verdad quiero que me disculpes por todo lo que te hice. Sé que no lo harás, o que tardarás hasta tener 80 años. Pero en verdad estoy muy arrepentido. En verdad te amaba, te amo. Y el simple hecho de que te pensaba con él me hacia sentir mal, muy celoso —terminó cabizbajo—. Pero ahora me doy cuenta que la vida no se acaba ahí. Conoceré a más personas, más chicas. Lo siento. Ahora sólo quiero que estés con Jack, tan adorables juntos —finalizó y el aire se me fue, en verdad lo veo arrepentido, como nunca. La cosa está en que algún día lo perdonaré, ahora sólo quiero salir de este infierno.

Nos dirigimos a la salida. Yo, con una sonrisa victoriosa pero él, Cristian algo triste.

—Clarice, Daila también está abordando ahora. Nos asociamos —dijo algo culpable.

—¡¿Que?! —grité y él me hizo señas para que me callara—. Dime que eso no es cierto, por favor —negó—. ¿Qué haremos?

—Yo la distraigo mientras tú te largas de aquí. Hay un pequeño bote al lado dere... —paró—. Estamos en medio de la nada, lo olvidé. Usemos los celulares, tengo uno en mi habitación que usaba por si ocurría una emergencia contigo, así le avisaba a Daila. Vamos a mi habitación, tendremos que actuar si vemos a alguien, ¿okey?

—Está bien, gracias en verdad —lo abracé.

Odiénme pero no me dejen, jaja. Yo las y los amo.
Mi amiga y yo charlamos y me di cuenta que los abandono, perdónenme :(
Pero haré todo lo posible por actualizar más.
Entiéndase, por un lado, estoy por cursar el último año de secundaria, lo más "ocupado". Cursos, aplicarse, sacar mejor nota en química y cívica :(. Okey hasta ahí jaja, pero por favor, necesito ahora su apoyo.
Muchísimas gracias por las personas que votan, comentan y hasta leen. Les agradezco el amor que me dan, dudo merecerlo pero gracias. Ustedes me inspiran más día tras día al ver que les agrada mi curiosa historia. En verdad les agradezco demasiado, ¡6 k visitas! Son lo máximo, me despido.
Les dejo mi Instagram por si gustan pasarse por ahí: carla_dxllas
Estoy pensando en crear un Instagram y un grupo en Facebook para ustedes, necesito saber si les agrada la idea.
También espero que las personitas que también son de México se encuentren bien incluidas sus familias con esto que está pasando. Si no eres de México también espero todo se encuentre bien.
Con eso me despido, lindo día.

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