Mi Crush y Yo.

Mi Crush y Yo [28]

Narra Clarice.

Cuando era la una o dos de la madrugada me levante por el ruido de la puerta y lo último que vi fue a él con alguien más en la puerta. Después sentí algo en mi rostro y cerré los ojos. Ahora estoy despierta y perdida, en una habitación común y cualquiera atada a una pata de una cama aquí dentro, esas dos cosas blancas. Por cierto, es lo único aquí junto con una ventana. Pero hay algo que no cuadra, el ruido de un barco, ese movimiento peculiar y una sola pregunta ¿por qué? ¿Por qué ese sonido y el movimiento? Siento unas náuseas y no sé si es porque no sé donde me encuentro o el miedo de mis últimos recuerdos de anoche.

Escucho el ruido de la puerta abrirse y cierro los ojos.

-Aún no despierta jefe- escucho decir a alguien por un radio.

-Ve por una cubeta de agua tibia.

Esa voz...

Después de unos minutos llega alguien, abro los ojos y grito. Al momento de abrirlos siento unas gotas deslizarse por mi rostro y veo un rostro familiar, alguien que acababa de ver la noche pasada.

-¡Tú! Sabía que algo andaba mal contigo, ¡desgraciado!

-Yo sólo hago lo que el jefe me pide. Y hablando de él... -no termina de hablar y entra alguien por la puerta.

-Hola hermosa -él, ese maldito desgraciado.

-¡Creí que me dejarías en paz! -grite desesperada pues no sé que trae entre manos.

-¿Crees que me rendiría tan fácil? -dijo sarcástico.

Empezaba a desesperarme, el simple hecho de no saber en donde estoy... ¿¡En donde estará Jack!? ¿Le habrán echo daño? ¿Abel y Edward? Sólo sé que no debí irme de el antro. Al menos conocí a Finn, el chico del perro lobo.

-¿En que piensas muñequita? -se acercó tomándome de la barbilla.

-Te aseguro que en ti no -sonreí soltando le un beso, su asistente o Dylan abandonó la habitación.

-No querrás hacer que me enoje preciosa -me beso y escupí-. Pero no vengo a hablar de lo que piensas si no que vengo a darte una sorpresa.

No sabía si decir que si o que no, pero no importaría lo que dijera, él lo haría después de todo.

-La cosa es que tenemos que salir de está habitación, no podrás verla desde aquí -soltó sin más y la angustia me consumía-. Te quitaré las esposas pero si tratas de hacer algo que me enoje pagarás.

-¿Tengo alternativa?

-No, vámonos.

Me quitó las esposas y lo primero que hice fue salir corriendo de ahí, el lugar o más bien, el pasillo era angosto, muy sospechoso por cierto. Esto me recuerda a... no. Seguí corriendo y encontré unas escaleras, subí y si, si es lo que pensaba. ¡Estoy en un barco!

-Te dije que te iría muy mal pequeña Clarice. Te advertí -dijo con lujuria.

-¿Qué me harás? ¿Qué más puedes aparte de traerme a un barco? -dije enojada.

-Por ahora no querrás saber, te lo diré -se corrije-, o más bien te lo mostraré después -soltó con una enorme sonrisa.

-Mierda -susurré- ¡mejor dime que hago aquí!

-Pues verás, hace ya tiempo te dije que serías mía, te negaste y te lo repetí de manera disfrazada con un no te molestaré de nuevo. Te dije que eres mía y como soy muy celoso no te comparto.

-¿Qué rayos piensas para hacer esto? - dije con los puños cerrados pues mi paciencia se agotaba.

-Al rato verás que pienso, preciosa.

Esas palabras hicieron que mi mente imaginaran muchas cosas. Desde lo más bajo hasta lo más morboso. Lo único que sé, es que saldré de esta. Hallaré la manera de salir de aquí, no importa que tenga que hacer o cuanto tiempo estaré aquí, yo estaré de nuevo en casa.

Jackson, te amo.

Narra Jackson.

Ya no sé que hacer, llevamos 1 mes buscando a Clarice y ni rastro. 1 mes sin sus besos, 1 mes sin su voz, sin su risa. 1 mes sin ella. Tuvimos que decirle a su familia lo que ocurrió y soltaron el llanto. Cada vez me siento más triste, eh dejado de comer lo que debo pero es su no puedo, ¿cuánto más tendré que esperar para encontrarla?

Avisamos a la policía y están buscándola pero la verdad es que dudo que nos puedan ayudar de mucho ya que no han hecho gran cosa.

Además, entramos de vacaciones y ni rastro de Cristian, ¿será que está involucrado? Por una parte lo dudo ya que arreglo las cosas con Clarice y dijo que no la molestaría más pero no está de más prevenirse de él.

Voy de camino a la escuela, sin ganas de vivir en realidad, sólo sigo adelante por ella. No me quedaré en mi habitación de por vida comiendo lo mínimo y muriendo lentamente, no. Lucharé en su búsqueda.

...

-Director, ¿puedo pasar?- dije asomando mi cabeza por la puerta.

-Pase joven Ake. -me adetre en el salón y tome asiento- . ¿A qué se debe su visita?

-Quería saber si usted está informado de porqué la tan repentina desaparición de Cristian, Cristian D'angelo Rizzo.

-¿A qué se debe su pregunta? -dijo curioso.

-Ah... mmm... es que como su amigo me preocupo. No lo eh visto ni eh sabido de él desde poco después de las vacaciones de fin de curso.

-Esa información es confidencial, además, si dice ser su amigo debe saber. ¿O me equivoco? -dijo, ¿molesto?

-Así es, pero jamás me dijo. Supongo que no quería que supiera.

-Lo siento joven Ake, no me permiten decir su ubicación.

-¿Ni una pista? O al menos dígame si se encuentra bien.

-Se encuentra muy bien, se está divirtiendo mucho.

Salgo dando un portazo. Estoy furioso, Si fuese algo común el director ese de quinta me hubiese dicho sin problemas, pero ¿"esa información es confidencial"? Algo ocurre aquí y descubriré que es, mientras tanto seguiré con discreción, sobre todo con el director. No me rendiré y daré con la ubicación de Clarice.

Clarice, te amo bastante.