Mi Crush y Yo.

Mi Crush y Yo [25]

Narra Jackson.

-¿Y bueno? -preguntó el.

-¿Y bueno? -respondió Clarice de igual manera y reí.

Ella ríe cuando nos pasa lo mismo y me da un golpe. Me parece gracioso porque ahora es ella la que lo hizo.

-¿Por dónde empezar? -él dijo pensando en no sé qué cosa.

-Comienza donde porque jamás me enteré de como fue, ya sabes...

-Cristian llego un día a mi casa con una sonrisa, mi madre había salido al súper y no demoraría tanto. Entonces lo invite a tomar algo y en el momento que fui a servir las bebidas llego por detrás acuchillándome. Literal; una, dos, tres veces.

-¡O Dios! -pude notar en su rostro y puños lo enojada que estaba-. Ese maldito las va a pagar...

-Afortunadamente mi madre llego un par de minutos después y nos dirigimos hacia el hospital. Me dijo que poco antes de que entrara a la casa vio a Cristian lleno de algo rojo -al hablar este chico, movía las manos, hacía señas y otras cosas explicándole-. Mamá decidió que debíamos empezar una nueva vida; nos mudamos... dejamos todo atrás.

Clar quedo callada unos minutos, reflexionando cada palabra dicha antes.

-Bueno... podríamos hacer una pequeña venganza -froto sus manos malévolamente-, solo si aceptas.

-La verdad ya lo deje en el pasado. No quiero tener problemas, no quiero que te crees problemas -hizo énfasis en la palabra crees.

-Está bien -hizo su carita triste-. ¿Podemos quedarnos a platicar el resto de el día? Aún es temprano.

-Está bien, tenemos que mantenernos al pendiente -sonrió.

...

-Y bueno, ¿como conociste a Kennedy?

-Digamos que cuando despertó en el hospital resulta que había entrado en coma, y yo era una chica que siempre iba a visitarlo y hablar con él. No nos conocíamos, y yo lo hice cuando había ido con por mi abuelo al hospital y vi que tenían prisa con la camilla de Frank...

-Ella quiso saber más de mi "caso" -hizo comillas- así que fingió ser una amiga mía y entro a la habitación en la que estaba, pero con el permiso de mi madre. Kennedy le explico a mi madre eso y ella aceptó. Siempre iba a platicar conmigo aunque no le contestara.

-Nos fuimos conociendo su madre y yo y le caí súper bien -rió la pareja.

-Están súper coordinados -reímos los cuarto.

-¿Y en donde estudian? -nos preguntó Frank.

-En un colegio en California. En el Belmont. En el que siempre soñábamos ir -la nostalgia les llego.

...

Hace un buen rato que nos fuimos de la plaza a la casa. Clar le explicó a sus padres lo qué pasó y lo que nos dijo Frank que había ocurrido y sus padres se alegraron mucho de que aquel muchacho siga con vida.

Yo, como el buen novio que soy, para nada me puse celoso de Frank. Nótese el sarcasmo. Pero no me mal interpreten, lo digo en el sentido de que el tuvo la oportunidad de conocer a Clarice desde pequeños. Y es lindo ver que se reencontraron. Olviden lo primero que dije.

-Clarice, psss.

-Que -murmuró eso y otras cosas medio dormida. Reí.

-¿Te parece si mañana vamos a un bar, antro o algo similar?

-Chi -replicó como niña pequeña. Se giró hacia mí acariciando mi cabello-. Aún no puedo creer como es que llegaste aquí; a mi cama, suena raro pero es verdad -reímos.

-Tus padres pasaron a mi habitación ya tarde, probablemente creyeron que estaba dormido. Pude notar que pasaron al resto de las habitaciones. Me levante, espíe por el pequeño espacio de la puerta abierta, no los vi y me escabullí hasta aquí.

-Eres todo un espía.

-Lo sé. Por cierto, puedo hacerte unas cosas en la cama -sonreí malicioso y ella me imito-... como traerte el desayuno, despertarte con besitos tiernos -interrumpió.

-Yo quería algo más salvaje -se cruzó de brazos y puso su mejor intento de enojo.

-¿Como que cosas? -le seguí el juego.

-Algo como esto -las sabanas las hizo a un lado, se monto en mi y me besó.

Al principio fue lento, tierno. Luego la intensidad recorrió nuestro cuerpo y el beso se intensifico.

Se alejó de mí dejándome con las ganas.

-Bien dicen... las mujeres son las provocadoras. El hombre es el que quiere ser tierno y dulce.

-Ay, está bien, entonces ya me duermo -intentó acostarse de nuevo pero no pudo, la tome de la cintura y la devolví a mi-. ¿Ves? Si quieres.

-¿De ti? Todo -la acerque a mí y nos besamos.

-Oye -nos separamos-, ahora que recuerdo hay condones en el baño de afuera -probablemente estoy muy rojo.

-Precisamente ¿para que lo quieres?

-¿Para que sirven? -sonrió.

-Pa-para -tartamudee y me interrumpió.

-Para una fiesta de condones. Espera, ¿que pensaste? -rió a carcajadas.

-Pues con alguien como tú no se sabe que pasará -moví a Clarice de manera que quedara acostada y yo encima de ella, puse mis dos manos a los lados de su cabeza y la bese en toda su cara-. Espera aquí -me levanté.

Salí y me dirigí al baño silenciosamente. Entre, busque en cajones, puertitas y los encontré. Muy bien escondidos por cierto. Había varios, rojos, amarillos, verdes y sus sabores escritos. No sabía cuál escoger hasta que tome uno color amarillo.

Llegue a la habitación y vi a Clarice con solo su ropa interior. Sonreí malicioso y me abalancé sobre ella.

¡Hola! Lo sé, capítulo corto. Y también aceptó que estoy demorando al actualizar, pero eso se acabo. Aún no tengo vacaciones pero en la escuela ya no hacemos gran cosa y tendré más tiempo de escribir.

¿Que piensan de las travesuras de aquellos locos? *guiño*. Yo no sé escribir escenas de ese tipo. Pero imagínenselo todo a su gusto. Tienen libertad en este capítulo *guiño x2*.

No se olviden que los amo papitas :3

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