Mi Crush y Yo.

Mi Crush y Yo [12]

Narra Clarice.

El día de ayer con Jackson surgió normal, después de que termináramos el helado, quedamos de acuerdo de que haremos el proyecto. Por cierto, el jamás dejo de abrazarme. El proyecto será una lámpara de sal. Para esta solo tenemos que poner un vaso de agua, dos cucharadas de sal y cloruro de sodio en un recipiente especial. Esto lo haremos el 16 de febrero, o sea solo en dos días. Si, así es, hoy es 14 y la pasaré sola, sin regalos y viendo películas románticas para terminar llorando con dos botes de helado vacíos.

Tomo una ducha, ya que me había levantado hace 10 minutos e ido al baño. Suelo usar siempre agua tibia, y eso es refrescante porque así no me siento como un volcán a punto de echar lava por todos lados y tampoco en invierno con toda esa nieve. Siempre eh sido mala en esto, explicándome. Hoy decido llevar un short negro, una blusa de encaje blanca y mis preciadas vans negras con una bolsa pequeña blanca. Me visto, y me seco el cabello. Paso unas tan solo unas veces la plancha por mi cabello. No lo quiero ni muy lacio ni muy esponjado.

Mi familia llega en tan solo 5 días y todo está de maravilla, y eso es bueno, así le demostrare a mis padres lo responsable y cuidadosa que soy.

—Estoy orgullosa —dije no muy alto.

Tomo una simple barra de cereales y salgo para tomar el camino a el colegio. Me coloco mis audífonos y guardo mi celular en mi bolso.

Narra Jackson.

Me levanto por la estupida alarma de mi habitación. Hoy decidí levantarme más temprano. Me meto a la ducha. Después de 15 minutos salgo y me seco el cabello. Decido por una simple camisa blanca, unos jeans negros y mis zapatos cafés. Tomo uno de mis relojes y me lo colocó. Es mi favorito.

Hoy es 14 de febrero y tengo ya listo el regalo de Clarice. Si, así es, estuve preparando lo hace unos días. Consiste en un oso de peluche grande blanco, de un metro 40 centímetros aproximadamente, un ramo de girasoles y una carta. Y todo es anónimamente, se lo dejare en el suelo todo: el oso primero con los girasoles en las manos y la carta pegada a su casillero.

Coloco una sabana en la cajuela de mi auto, tomo el peluche y los girasoles con la carta entre metida en estos y lo acomodo todo de tal manera que cierre. Conduzco a el colegio cuando entonces en un semáforo en rojo la veo, se ve tan hermosa como siempre, con ese carisma que tanto me fascina. Cruza la calle y yo solo sigo mi camino. Lo que te espera hoy Clarice.

...

Bien, afortunadamente Clarice no a llegado. Tomo primero el oso y los girasoles. Verificó que siga ahí la carta y es correcto, sigue ahí. Cierro la cajuela y el auto y camino hasta la entrada. Lo bueno de llegar temprano a tu lugar de destino es que nunca verás a mucha gente ahí. Pongo todo en su lugar, el oso, los girasoles y la carta con un pedazo de diurex. Voy a mi casillero y saco los libros de la siguiente clase: historia. ¿Quién maldita sea fue el que puso historia a primera hora? No te alteres, hoy es un gran día.

Narra Clarice.

¡Al fin eh llegado! Después de mil largos años... basta, me calmo. Sacudo mi short y blusa, que, cuando venia para acá, pequeñas hojas cayeron en esta. La entrada al colegio está vacía.

—¿He llegado tan tarde?... Nah.

Entro y lo que llamó mi atención es que todas las personas que no estaban afuera ¡están aquí! Y parecen muy concentradas en no sé qué. ¿Lo malo? Están en donde mi casillero, o al menos cerca de ahí. Gracias a quien inventó los pasillos amplios. Así podré pasar sin necesidad de que me empujen.