Capítulo 20

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Jim Pov.

Bones se fue enojado de la nada. Quizá el ambiente de la prisión le estaba afectando. O eso pensaba hasta que vi a Joey salir de un cubículo.

-Su amigo es muy fácil de hacer enojar-dijo encogiéndose de hombros y yéndose.

Quedamos solos con Spock y sentí su mirada sobre mi. Le hice frente y noté el rechazo en sus ojos. Sabía que no estaba de acuerdo con mi actitud en el desayuno.

-No debiste hacer eso-Dijo-Te expusiste de forma muy riesgosa. No sabemos quién es ese tipo, no sabemos si tiene aliados aquí adentro, no conocemos su radio de influencia. Lo que menos necesitamos ahora es crear hostilidad.

-Spock, ese tipo te insultó, no podía quedarme de brazos cruzados. Tú sabes como soy, a veces no lo puedo evitar. Hice el esfuerzo de no ir a romperle la cara por ti, pero no se cuanto aguantaré.-Dije hastiado.

-Jim, no es el mejor lugar para que dejes tus impulsos actuar libremente. Tienes que controlarlo no solo por mi, sino por ti, por tu integridad física y mental.

-No tengo cinco años, Spock, no puedes decirme qué hacer.

-No te estoy dando órdenes, Jim. Eres libre de tomar tus propias decisiones.-Hizo una pausa y suspiró. Tomó una de mis manos y la acarició-No quiero que te hagan daño.

No supé que reaponderle. Él tenía razón, yo estaba siendo obstinado. Spock sólo quería lo mejor para mi y me estaba comportando como un adolescente compulsivo. Agarré su mano y lo dirigí hacia uno de los cubículos de baño. Cerré la puerta con seguro y le pedí que se sentara sobre la taza de baño.

-Tienes razón-Me arrodillé y me puse entre sus piernas, aferrandome a su cintura con mis manos. Miraba sus ojos directamente-Disculpame.-Le pedí.

-No hay nada que disculpar-Me dijo tomando mi rostro entre sus manos. Cerré mis ojos ante su contacto. Me hacía sentir tan en paz, como si no importase donde estaba. Le sentí inclinarse, su respiración cerca y luego sus labios sobre los míos. Correspondí su beso mientras me levantaba y me senté sobre él, pasando mis brazos sobre sus hombros y el los suyos alrededor de mi cintura.

Mi corazón latía rápido y el contacto entre nuestras bocas se iba intensificando. El baño de pronto no me parecía un lugar tan frío. Sentía el calor emanar desde el cuerpo de Spock, mezclándose con el del mío.

-Jim, no creo que sea el mejor lugar-Me dijo el vulcano entre besos.

-Tú empezaste-le saqué en cara-Y no es como que nos vayan a subir la condena por esto-añadí y mordí su labio.

No me respondió, así que lo tomé como una victoria. Estaba disfrutando cuando un pensamiento se cruzó por mi mente. Me sentí desconcertado, ¿Cómo pude olvidarlo?. Me separé de Spock y le miré con los ojos medios cerrados.

-¿Sucede algo, Jim?-Me preguntó.

-¿Terminaste tu relación con Uhura antes de que todo esto sucediera, o aún están juntos?-Inquirí.

-Eso ha acabado-Respondió.

-Entonces sigamos-Le dije uniendo nuestros labios nuevamente.

Leonard Pov.

Llegué al patio. Era bastante grande, con piso de cemento, murallas muy altas y algunas bancas. Decidí que lo mejor que podía hacer era sentarme en algún rincón en el suelo y pasar desapercibido. Encontré un lugar y apoyé mi espalda y cabeza contra la muralla. No tenía nada que hacer, esperaba que llegaran Jim y el duende pero no aparecían. Pensé que podía probar la meditación y cerré mis ojos intentando concentrarme. No había mucho ruido ya que muchos estaban aún desayunando.

-Hola, Leonard-Escuché esa voz que me comenzaba a irritar. Abrí mis ojos y el mocoso estaba acompañado de otro interno. Este era casi de su mismo porte, de ojos verdes y pelo oscuro, con la piel un tanto bronceada. Parecía indiferente a todo. Debía tener tres años menos que yo.

-¿Qué quieres?-Pregunté.

-¿No escuchó las nuevas?-Dijo asombrado.

-¿De qué hablas?-Cuestioné confundido.

-Su amigo, el capitán, casi se agarra a golpes con otro tipo en el comedor. Al parecer el sujeto insultó al vulcano y el rubio reaccionó como si le hubiesen tocado su punto débil.

-¿Que ese idiota qué? Estamos acabados-Me lamenté-¿Y tú como sabes de todas formas? No estabas ahí.

-Él me dijo-apuntó a su acompañante-Ah por supuesto, debo presentarlos. Leonard él es Brendon, Brendon él es Leonard.

-Hola-me saludó sin mucho interés.

-Hola-dije igualmente.

-Él es mi compañero de cuarto. Bueno uno de ellos, los otros dos andan por ahí.

-¿Y cuánto llevas aquí?-pregunté a Brendon para hacer conversación.

-Un mes y medio-Respondió. Iba a preguntarle por qué estaba encerrado pero no necesite hacerlo-Malversación.

-Ahhh-dije quedo.

-¿Podemos tomar asiento?-Preguntó Joey.

--No es como que sea dueño del lugar-respondí.

-Tomaré eso como un si.-Dijo y se sentó junto a mi y Brendon quedó frente a nosotros.

No sabía que más decir y los silencios incómodos no me agradaban. Pero el ojiverde comenzó a hablar.

-Su amigo se metió en serios problemas. Ese tipo, su nombre es Andrew, es peligroso. No se exactamente porque está aquí, pero todos le tienen respeto, o miedo mejor dicho. Le dicen 'navaja', quizá tiene algo que ver con el motivo de que esté aquí.-Me explicó.

-¿Realmente no sabes por qué está aquí?-Pregunté.

-Llevo un mes y medio encerrado, es verdad, pero no me relaciono mucho con las personas aquí adentro. Salgo en tres meses, así que no me interesa hacer amigos, socializo lo justo y necesario para no aburrirme. Además puedes pedir libros, hay una especie de biblioteca. Me he entretenido leyendo.

-Esa es una condena baja.

-Bueno, si he de ser sincero, no robé mucho dinero-se encogió de hombros-Tenía jefes que eran mucho peores. Solo tuve mala suerte. Hice lo que hice porque en los últimos meses estaba metido en drogas, me metía mucha. Así que de todas formas esto me ha ayudado a estar limpio.

Le miré asintiendo, dándole a entender que lo entendía. Luego dirigí mi vista a Joey y este rehuyo de mi mirada, concentrándose en el piso.

-¿Cuánto le dieron?-Dijo de pronto Brendon.

-Es indefinido. Estoy aquí adentro lo que dura la investigación. Soy cómplice de dos profugos-dije suspirando. Decirlo era extraño.

-Sus amigos son conflictivos.

-Probablemente-dije con sorna-No soportan las injusticias, se podría decir.-Al decir eso me miró sin entender.-Es una larga historia-acoté. Él simplemente asintió.

-No se preocupe, Leonard, yo lo protegere-habló Joey-No dejaré que lo golpeen.

-¿Y tú cómo harás eso?-Pregunté irónico.

-Me las arreglaré-Parecía serio. De cierta forma me hizo gracia y me dio miedo.


Fuera de ley / SpirkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora