Fuera de ley / Spirk

Capítulo 28

Cuando declararon a Spock inocente, Jim quería lanzarse sobre el vulcano y abrazarlo. Sin embargo, aún estaban en pleno juicio y no podía.

El rubio y el médico quedaron absueltos y, al igual que a Spock, se les devolvieron sus cargos. También se les pidió disculpas por los inconvenientes y se haría pública la resolución, para limpiar su imagen, junto con una indemnización por las molestias y la incompetencia. Se les otorgó además un mes de vacaciones a toda la tripulación.

El almirante pagaría su delito con cárcel y se investigaría la participación de cómplices.

Cuando todo acabó, se dirigieron a una sala guiados por su abogado defensor, con la excusa de que les haría entrega de una copia de unos papeles referentes al caso.

Pero en realidad era una pequeña fiesta sorpresa, donde estaban Nyota, Scotty, Chekov y Sulu esperandoles.

-¿Tan seguro estaba de que ganaría el caso?-Le preguntó Bones a Rick.

-Ellos consiguieron casi todas las pruebas y se comunicaron conmigo.-Respondió el abogado-Ellos tenían toda la fe.-agregó.

Leonard sonrió agradecido de los amigos que tenía. 

Uhura dejó de lado el pequeño pastel que tenía entre sus manos y corrió a envolver entre sus brazos a Spock. Jim miró como le revolvía el cabello y se rascó la nuca, incómodo. Por supuesto que sabía que no había nada entre ellos, pero no lo podía evitar, sentir un poco de celos.

-Estamos felices de que esté de vuelta, capitán-escuchó decir a Scotty, mientras le sonreía. El ingeniero le recordó al amigable Joey.

-Gracias-Le sonrió de igual forma-¿Cómo es que han preparado todo esto?

-En teoría no está permitido hacer esto, pero este espacio estaba desocupado. Lo difícil fue el pastel, no es como que los vendan en este lugar, pero nos las arreglamos.

-Estabamos todos nerviosos esperando aquí-Le dijo Chelov.

-No sabíamos si realmente saldrían libres.-Complementó Sulu.

-Muchas gracias, en serio.-El rubio agradeció nuevamente.

Pasaron una tarde agradable conversando sobre todo lo que había pasado y como ya podían respirar tranquilos.

Al caer la noche todos fueron a sus habitaciones, al día siguiente podrían irse de las instalaciones.

Jim se daba vueltas en la cama, no podía dormir. A penas había intercambiado miradas con Spock. Quería ir a su habitación y dormir junto a él, pero no sabía si era prudente hacerlo aún.

Llamaron a su puerta y se levantó a abrirla, viendo al vulcano del otro lado.

-¿Cómo estás, Jim?-Fue lo que le dijo.

El rubio solo lo agarró de su camiseta de dormir y lo arrastró hacia el interior de la habitación, cerrando la puerta y juntando sus labios a los de el pelinegro, quien solo pudo corresponderle.

Cayeron sobre la cama, Jim encima de Spock, besándose y separándose para respirar.

-Spock, estoy tan, tan, ¡Tan feliz!-exclamó Jim-Pensé en ir a tu pieza, pero no estaba seguro de si era sensato. Creí que quizás querrías que mantuviesemos las apariencias.-Se desahogó.

-Jim, a mi no me molesta que la gente se entere-Le dijo Spock-Es el abogado quien nos aconsejó, por la seguridad de nuestra privacidad, que lo dejáramos en secreto por el momento.

-Pero viniste de todas formas.

-Fui discreto.

Jim sonrió ampliamente, mientras Spock acariciaba una de sus mejillas.

-Estoy demasiado feliz-El rubio se acomodó en el pecho del pelinegro.

-Yo estoy igualmente contento-el primer oficial abrazó a su capitán, entregandole calor y cariño.

Jim inhaló el aroma de Spock, que le parecía tan agradable y un pensamiento invadió su mente. Estaba seguro de lo que sentía, lo sabía.

-Estoy enamorado, Spock-Le confesó-Enamorado de ti.

Spock pareció entenderlo inmediatamente. Jim le quiso decir otra cosa, pero a los humanos le gustaban las indirectas.

-Te amo, Jim-Le dijo y escuchó la risa del otro, acompañada de un estornudo.

-Te amo, Spock-Le dijo directamente ahora, con seguridad antes de bostezar.

Jim escuchó a Spock decir "T'hy'la" antes de cerrar sus ojos, no sabía a qué se refería con eso, pero mañana le preguntaría. Estaba muy cansado.

Al día siguiente Jim despertó con el ruido de una conversación. Se sentó y se encontró con Bones y Spock de pie.

-¿Sucede algo?-Preguntó, aún algo adormilado.

Ambos hombres voltearon a mirarle. 

-Jim, el doctor me contaba que su amiga Camila nos ha invitado a pasar unos días en su casa-Respondió Spock.

-Pero necesito que ustedes se vayan antes-Añadió el doctor.

-¿Y por qué?-Inquirio el rubio.

-Tengo cosas que hacer.

-¿Qué cosas?

-Cosas.

Jim le miró confundido y con los ojos entrecerrados.

-Te contaré luego-Dijo Bones en su defensa.

-Me conformo-aceptó el capitán.

Leonard se retiró de la habitación, dejándolos solos. Spock se sentó en la cama junto a Jim y este le miró sonriente.

-¿Qué hora es?-Preguntó Jim estirándose.

-Son las 6 am.

-¡¿Qué?! ¿En qué demonios anda metido Bones a esta hora?

-No tengo la menor idea.

-Voy a volver a dormir-El rubio se tumbo en la cama nuevamente y le hizo un gesto con la mano al pelinegro para que se acostara a su lado. Spock aceptó y se acomodó junto a él.

Jim se acurrucó entre los brazos de Spock, cerrando sus ojos.

-Tenías razón al ser positivo, las cosas salieron bien-Le dijo el pelinegro.

Jim solo asintió y se pegó mas a su primer oficial, sintiendo su calor. Spock suspiró y besó la frente de su capitán.

Ambos se sentían tranquilos. No solo todo había resultado bien, estaban juntos.