Jim suspiró y besó los labios de Spock, mientras este le abrazaba por la cintura. Estaban desnudos, sudados y acalorados.
Habían decidido juntar las camas después de todo.
-Que bueno que nuestros anfitriones salieron a dar un paseo-Dijo Jim.
-Oportuno-Comentó Spock.
El rubio sonrió y se acurrucó más al medio vulcano.
-Spock...¿Somos novios? ¿Pareja? ¿Amigos con beneficio?-Preguntó Jim.
-Somos dos personas que se aman-Respondió Spock y el joven capitán se ruborizó al oír aquella afirmación.
Era casi como un sueño, uno de esos de los que jamas quieres despertar. Afortunadamente, esta era la realidad y no había que temer porque la alarma sonara en cualquier momento.
Jim acarició la mejilla de Spock con sus yemas mirándole a los ojos. Eran tan profundos y le hacían derretirse. Spock contemplaba los ojos de Jim y como estos eran tan transparentes y le provocaban inconmensurable admiración.
Se hacían tan feliz mutuamente, y era difícil pensar en como eran las cosas antes de todo lo que había pasado. Simplemente no podían imaginarse no amando al otro.
Estaban agotados y el sueño les ganó. Se tenían merecida la siesta.
El ingeniero miraba a su amigo ambivalente, feliz y triste. En tan corto tiempo lograron congeniar y esperaba seguir en comunicación con él.
-¿Por qué no vienes conmigo? Puedes alojarte en mi casa y conocer a mi familia. Luego te llevo con tus hermanos.-Decía el moreno.
-Eres muy amable, Brendon. Pero iré con Leonard a casa de su amiga, ya se lo prometí.
-Está bien.-El mayor suspiró y se acercó a Joey, rodeándolo en un abrazo que fue correspondido de forma inmediata.-Sabes que estaré para ti.
-Lo se. Yo también. No es como que puedas librarte de mi ahora, haré lo que pueda para seguir en contacto contigo.-Bromeó el menor.
Se separaron, intercambiaron números de teléfono y se despidieron una última vez.
Habían pasado dos semanas y media desde que se alojaban en el hogar de Camila y Chris. La pareja les invitó a recorrer la pequeña ciudad y a conocer cada restaurante.
Era un sábado por la noche, pasada las una. Estaban teniendo una grata conversación los cuatro mientras jugaban dominó.
-Siempre supe que este juego serviría de algo. Jamás pensé que se cortaría la luz y no nos permitiría tener nuestro sábado de películas, pero sabía que algún día serviría.-Bromeó Chris.
-Es interesante.-Comentó Spock
De pronto se oyeron golpes en la puerta y todos miraron.
-¿Quién será a esta hora?-La pelirroja se levantó a abrir pero antes miró por la ventana, sonrió y abrió la puerta.-Estabamos esperándote.
-Pensé que ya estarían dormidos-Dijo Leonard entrando con una gran maleta. Pero no venía solo.
-¿Acabamos de interrumpir una velada romántica? Lo digo por las velas-Preguntó el ingeniero.
Jim corrió hacia su amigo y le abrazó sonriendo, para luego repetir el gesto con Joey.
-Me alegra verlos-Dijo el rubio efusivo.
-A mi igual.-dijo Joey con el mismo entusiasmo.
-¿Y Brendon?-Preguntó Spock.
-Él viajó para encontrarse con su familia.-Respondió Bones-Joey hará lo mismo en un par de días más.
-Así es. Estoy muy emocionado-el castaño no paraba de sonreír-Y todo gracias a la excelente abogada que nos representó. Y Leonard, por supuesto.
El doctor sonrió levemente y se excusó de que iría a dejar las cosas a la habitación, retirándose.
Camila invitó a Joey a tomar asiento y que se uniera al juego y la conversación.
-Así que... tú eres la famosa Camila, la amiga de Leonard y él debe ser Chris-Dijo Joey, que no paraba de sonreír.
-Así es.-La pelirroja afirmó sirviendole un café.
-Y Joey, ¿Qué planeas hacer ahora?-Preguntó Chris.
-Oh, bueno. Buscar empleo. Me gustaría trabajar mas cerca de casa.
-Entiendo.
La charla se animó cada vez mas. Todos sentían mucha curiosidad por todo lo ocurrido y Joey emoción por contarlo.
Leonard se tumbó en la cama y dejó que una sonrisa adornada su cara. Se sentía tan pleno, sin lograr comprender del todo aquella alegría que invadía su cuerpo.
Quizás solo era la sensación luego de haber hecho algo bueno por alguien, o tal vez ese mocoso le hacía sentir de una forma diferente.
-Leonard, ¿Vas a bajar?-Jim se asomó por la puerta, con sus ojos reflejando curiosidad.-Tú sabías que esta pieza tenía una sola cama, ¿Verdad?-El rubio entró y se cruzó de brazos.
-No estaba dentro de mis planes que Joey viniera-Se defendió el doctor, sentándose-si es eso lo que insinuas.
-¿Y por qué lo trajiste?
-Por la misma razón que tu te enamoraste del duende.
-¿Qué quieres decir?
-Es irracional y loco.
-Eres un bastardo.
-Oye, no trates así a la persona que fue a la cárcel por ayudarte.
-Disculpeme usted, señor cómplice.
Ambos comenzaron a reír. Hace tiempo que no tenían un momento así y eso les había hecho valorar aquellas conversaciones aún mas.
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Fuera de ley / Spirk
أدب الهواةEstaba en mi habitación, recostado sobre mi cama reflexionaba sobre los acontecimientos ocurridos. Me sentía humillado y confundido, hicieron que mi lógica pareciese absurda y se acusaron a mi lado humano de sacar lo peor de mi. Tenía los ojos ce...