Capítulo 11

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Jim Pov.

Miraba a Spock mientras le abrazaba por la cintura. Sus ojos cerrados y su rostro relajado, me brindaban paz y ponían una sonrisa incontenible en mi cara. Su respiración tranquila era música para mis oídos, esta callaba mis pensamientos abrumadores. Sentí frío y me aferré más a mi primer oficial, el pareció notarlo y me acercó más a su cuerpo.

-Spock, hay que echar más palos al fuego-Le dije.

-Ve tú-me dijo abriendo sus ojos y mirándome.

-No quiero soltarte-le sonreí.

Spock iba a responder cuando alguien comenzó a golpear la puerta.

-¡Capitán James, Señor Spock, abran!-Era la voz de una mujer. Miré al vulcano con temor. Spock me devolvió una mirada seria pero con cierta preocupación.

-¡No soy la policía, Leonard me mandó!-decía la mujer. Spock alzó una ceja y yo entrecerre los ojos.-¡Traje comida!-añadió y yo solté una carcajada.

-A mi me convenció con la comida-susurré bajito.

-Debemos vestirnos-Dijo Spock.

-¿Hay alguien ahí?-Insistió la voz femenina.

-¡Si, enseguida vamos, estamos en paños menores!-Grite y Spock me regañó con la mirada. Rodé los ojos-¡Es porque acabamos de bañarnos, no pienses mal!

-¡Está bien, solo apurense!

Con Spock nos levantamos y vestimos lo más rápido posible. Abrimos la puerta y, parada ahí afuera, estaba una joven de no mas de 1,60m, cabello rojo intenso por debajo de las orejas y ojos verdes. Cargaba una maleta de gran tamaño.

-¿Y usted es... ?-Spock habló con una ceja levantada.

-Camila, vieja amiga de Leonard. ¿Ahora me dejan pasar?

-Si, adelante-Spock se hizo a un lado para que pasara.

Camila entro y observó el lugar. Estuve a punto de ofrecerle asiento, pero no teníamos sillas. Igualmente ella se sentó en el colchón y comenzó a sacar cosas del bolso que traía consigo.

-No saben lo que cuesta llegar hasta aquí. Especialmente si es en bicicleta-Decía Camila.

-¿Viniste es bicicleta?-Pregunté sentandome frente a ella en el suelo.

-No, en realidad camine casi todo el camino. Intente pedalear pero el suelo es muy disparejo.

-¿Quiere un té?-Preguntó Spock en un gesto de amabilidad.

-Sí, por favor. Vengo con frío-dijo Camila.

-Iré a poner el agua-Dijo Spock y se fue a la cocina.

-Que guapo es tu amigo-me susurró Camila y debo admitir que eso no me lo esperaba-Nunca había visto a un Vulcano en persona, ¿Y duermen ambos en la misma cama?

-Sí-respondi.

-Supongo que tu eres Jim y el Vulcano es el duende de sangre verde. Leo me habló de ustedes.

-Veo que Bones te tiene bien informada.

-¿Bones?-preguntó la pelirroja.

-Es un apodo que le tengo-me expliqué.

-Entiendo.

-¿Cuánto sabes?-le pregunté y en ese momento volvió Spock. Se nos quedó observando. Había escuchado la pregunta y esperaba una respuesta igual que yo.

-Se que el Vulcano está metido en problemas y siendo buscado por todas partes. Ambos son prófugos. Cuando Leonard me contó y me dijo que necesitaba mi ayuda, pensé que era una broma, pero sonaba demasido serio. Accedí a ayudarle porque, bueno, parecía muy convencido de que el "duende es inocente", como dijo él, así que si era cierto, era mi deber darle una mano. Al día siguiente apareció la foto del capitán James kirk y su primer oficial Spock en las noticias.

-¿Cómo se comunicó con usted?-Preguntó Spock.

-Por celular. La misma noche que huyeron. Dijo que su excusa para llamarme sería preguntarme por mi perro enfermo, mi compañero de toda la vida y que sin el yo no sería nada, por lo que necesitaba apoyarme. 

-¿Y cómo está el?-inquiri.

-¿Quién?

-El perro.

-Yo no tengo perro. Es una excusa que usaría por si se daban cuenta de que se comunicó conmigo.

-Sinceramente, que mala excusa-dije cruzandome de brazos.

-Por eso espero que no lo hayan notado. No quiero que lleguen oficiales a mi casa y revisen todo buscando una mascota inexistente. De todas formas me dijo que destruiría el aparato apenas colgara-Dijo Camila encogiéndose de hombros.

-No me dijo que llamaría a alguien. No estaba dentro del plan.

-Dijo que me llamó porque necesitarían mi ayuda, que les trajera cosas si las necesitaban y que podría ir a buscar las cartas. 

-Pero las cartas están bajo un seudónimo masculino.

-Ya no más. 

-¿Algo más que deba saber?

-No, solo eso

Fuera de ley / SpirkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora