Fuera de ley / Spirk

Capítulo 3

Jim Pov.

-Bien, no es lo que yo llamaría acogedora, pero es mejor que nada-Dije cuando llegamos. Eran las 4 am, aún estaba oscuro. Las luces de la nave nos proporcionaban una visión mas clara de la cabaña; era pequeña, se notaba bastante descuidada, pero nos acomodariamos.

-¿Cómo encontraron este lugar?- Me preguntó Spock.

-Bones dijo que era de unos parientes, vivieron en ella un par de años hasta que decidieron mudarse a un lugar mas cercano a la civilización.

-Interesante.

Comenzamos a bajar los bolsos para entrar a la cabaña a descansar. Los ojos me pesaban bastante y bostezaba de vez en cuando, sin embargo, Spock no parecía tan cansado. No pude evitar mirar el cielo y maravillarme con lo bello que lucia, tan puro y libre de contaminación lumínica. No es como que desde la enterprise no tuviese vistas impresionantes, pero se sentía diferente.

Entramos con linterna en mano, descubriendo la apariencia interior de la vivienda. Estaba vacía, sin muebles, tenía una sala de estar con una estufa a leña, una cocina mediana, dos habitaciones y un baño, todo lejano de ser ostentoso.

-Supongo que dormiremos en el suelo-Dije-En la mañana podremos limpiar, o mas bien en la tarde, depende de la hora a la que despierte.

-Está bien-Me dijo Spock.

-Uhura me dijo que metería un colchón inflable en un bolso-Dije comenzando a urgar en uno de los bolsos que Sulu nos entregó, los cuales eran bastante grandes. Uno contenia ropa y mantas, mientras que el otro comida y útiles de aseo, y demás. 

-¿Solo uno?- Pregunto Spock mientras yo tiraba el colchón al suelo y comenzaba a inflarlo, y pare en seco al darme cuenta del trasfondo de su pregunta.

-Maldición...-murmuré, pero se que me escuchó-Tendremos que dormir juntos, yo no pienso dormir en el suelo ni hacer una cama con hojas del bosque, y tu tampoco lo harás-Sentencié y proseguí con mi trabajo de inflarlo con aquel aparato que, realmente, desconozco su nombre.

-Como diga, Capitán-Me dijo Spock y juro que en su tono había cierta ironía.

-Spock mientras yo hago esto, ¿Podrías ir a buscar las almohadas y las mantas más gruesas que están en la nave?-Le pregunté mirándole, observando su semblante tan tranquilo iluminado con la escasa luz de la linterna que permanecía en su mano.

-Por supuesto-dijo y se retiró. Termine y me tiré sobre el blando y cómodo colchón, que era de poco mas de una plaza y media. Cerré mis ojos y me relajé, imaginaba el cielo y las estrellas en este, en lo hermoso que era, y luego pensaba en Spock, en la situación en la que me había metido, y que aunque todo saliera mal, quizás valdría la pena haberlo intentado y haber tenido semejante espectaculo nocturno. El cielo brillando para mi, el bosque tan fresco y húmedo, entregando tanta serenidad, tanta calma. Estaba a punto de caer dormido cuando sentí algo cubrirme. Abrí mis ojos y vi a Spock tapandome con las mantas.

-Jim, ¿Me harías espacio?-Preguntó y me moví permitiendole acostarse junto a mi-Gracias, ahora necesito que levantes tu cabeza-Le obedecí y puso una almohada para mi. Se acomodó y cerro sus ojos-Buenas noches, Jim-No le respondí, simplemente me quedé contemplando su perfil. Ahí en la oscuridad casi absoluta, de no ser por la linterna que había dejado en un rincón de la sala de estar. Nunca imaginé que compartiría cama con mi primer oficial, en una cabaña, en una noche tan fría como aquella.

-Buenas noches, Spock-dije bajito y me acomodé de tal forma que mi espalda quedó rozando su brazo, ya culparia al frío en un intento de esconder mis ganas por tener mas cercanía física con el vulcano.

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