Jim Pov.
Ya llevabamos seis días allí. El abogado que nos pusieron nos fue a visitar y nos comunicó que pronto tendríamos que ir a declarar, que el proceso iba demasiado lento según él, con lo que estuvimos de acuerdo.
Nos reuníamos siempre con Joey y Brendon, aunque también hablamos en ciertas ocaciones con otros internos, pero solíamos ser los cinco.
Joey se le insinuaba constantemente a Bones, irritandolo y causandome cierta gracia. Sentía que en el fondo Bones lo disfrutaba.
Y de ese tal navaja, como me dijeron que le decían, no puedo decir con seguridad que ya había olvidado el asunto. A veces sentía su mirada sobre mi, pero luego me decía que era paranoia, que si me quisiese hacer algo realmente ya lo habría hecho, y se iba en puras palabras.
En fin, era un día tranquilo, estabamos cenando, se podría decir. Brendon y yo hablabamos animadamente. Él me contaba que le gustaba mucho cocinar y yo le hablaba sobre platos que me gustaría probar.
De pronto me dieron unas ganas enormes de orinar, así que me disculpé y dije que iba al baño.
-¿No quieres que te acompañe?-Me preguntó Spock.
-No te preocupes, estaré bien-Le dije y me fui. Ya había ido solo al baño otros días a esa hora y nada había pasado.
Al llegar al baño, oriné en uno de los urinales. Al terminar me dirigí al lavamanos y me miré unos segundos al espejo y luego me dispuse a lavarme las manos. Cuando estaba bebiendo agua sentí unas manos agarrarme de los hombros y empujarme hacia atrás.
-¿Qué demon...?-Exclamé pero una mano se posicionó en mi boca con fuerza. Sentí terror al ver a navaja, y otros dos internos sujetandome de brazos y piernas.
-No pareces tan rudo así-dijo en tono burlesco. Intente liberarme pero eran demasiado fuertes. Vi como reemplazó sus mano por un pañuelo en mi boca. Me amarraron las muñecas detrás de la espalda y los tobillos, dejandome tirado en el suelo. Estaba completamente arrepentido de haber rechazado la oferta de Spock de acompañarme.-Ya pueden retirarse-Les dijo a los otros dos y estos asintieron.
Cuando ya estabamos solos se agachó, mientras yo aún intentaba zafarme. Me dio vuelta y bajó mis pantalones. Abrí mis ojos a más no poder, tenía miedo. Traté de voltearme pero me tenía sujetado por los hombros contra el suelo con fuerza.
-Ahora sabrás porque no tienes que meterte conmigo-dijo sobre mi oído.
Cerré mis ojos con fuerza y rabia. Esto no podía estar pasandome, maldita sea. El bastardo infeliz ese me iba a violar y yo no podía hacer nada. Sentía tanto asco en ese momento. Quería que fuese una pesadilla.
Sentí como se posicionó sobre mi. Intenté zafarme una vez más pero no hubo caso, los amarres estaban muy bien hechos y ni siquiera podía gritar. Estaba resignandome a lo peor cuando escuché a alguien entrar.
-Sueltalo-Era la voz de Joey-Sueltalo o llamo al guardia.
-Esto no es algo en lo que te quieras meter-le respondió Navaja.
-Contaré hasta tres y, si no lo dejas, gritaré y llamaré a los guardias-le amenazó el ingeniero.
-Mira, esto no te incumbe.
-Uno...
-No quieres tener problemas conmigo.
-Dos...
-No serias capaz.
-Tres...Tu lo quisiste así. ¡AYU...-Joey hizo el amago de gritar por ayuda.
-Ya, ya, está bien, tu ganas-Sentí como se levantaba y escuché como se iba-No sabes el problema en qué te has metido.
-Si, lo que sea-dijo Joey desinteresado.
Joey se acercó a mi y me subió los pantalones, para luego desatarme pies, manos y el pañuelo en mi cabeza. Me senté en el suelo, el moreno me miraba de rodillas con expresión preocupada.
-¿Está bien?-Me preguntó. Yo solo atiné a asentir. Ese chico había salvado mi trasero, literalmente.
-Gracias-Dije quedo-Muchas gracias-Le abracé en agradecimiento. Sabía que no solo me había ayudado, también había desafiado al tipo ese, conociendo el riesgo.
-No es nada-me decía sobando mi espalda con su mano.
-Es mucho. Ahora ese tipo te tiene como objetivo también-Le dije apartándome.
-No le tengo miedo-Soltó relajado-O no habría venido aquí en primer lugar.
-¿A qué te refieres?-le pregunté confundido.
-Cuando vi salir a aquellos sujetos del baño, busqué al energúmeno de navaja con la mirada, al no verlo en ninguna parte me pareció sospechoso, ya que siempre anda con su pandilla, y solo para estar seguro vine diciéndole a los demás que quería orinar. Lo tengo estudiado a él y su séquito de matones.
-En serio, muchas gracias-Dije. Mientras estuviese en ese lugar, me encargaría de cuidarle la espalda como él hizo conmigo.
-No se preocupe.-Me sonrió.
-Ya no me trates de usted, no estamos en servicio y me haces sentir viejo-Le dije correspondiendo su sonrisa.
-Está bien, Jim.-dijo poniéndose de pie y tendiendome una mano que yo acepté-Debemos irnos, se preocuparan si tardamos mucho.
-Si, tienes razón. Oye Joey-Dije antes de que saliéramos-Por favor no se lo digas a nadie. No quiero que Spock lo sepa.
-No planeaba decirselo a nadie-Dijo-Bueno, quizá a Brendon.
-Por favor, si Spock se entera se preocupará y no quiero eso-Le pedí.
-Bueno-Aceptó-Ya veremos como mantener a ese tipo lejos-agregó y empezó a caminar hacia el comedor, seguido de mi.
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Fuera de ley / Spirk
FanfictionEstaba en mi habitación, recostado sobre mi cama reflexionaba sobre los acontecimientos ocurridos. Me sentía humillado y confundido, hicieron que mi lógica pareciese absurda y se acusaron a mi lado humano de sacar lo peor de mi. Tenía los ojos ce...