doce

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Harry usaba un pequeño gorro en vez de su (gastada) bandana, y su cabello estaba húmedo como si hubiese tomado una ducha recién.

Tenía una bolsa marrón debajo de su brazo y (2) tazas para llevar de la horrible cafetería en Third y McKinley.

Le sonreí y me hice a un lado para que pueda pasar, ya que seguía parado, incómodamente, en mi puerta.

Me sonrió de vuelta y mis adentros quemaron como el café. Fui hacia él, tratando de ayudarlo con algo pero fui interrumpido abruptamente por él, mientras presionaba sus labios con los míos. Me besó duro en la boca e instantáneamente tuve problemas al respirar, así que retrocedí. No era porque no lo había disfrutado, era debido al shock que tenía.

"Te contagiaré," Advertí, mirando hacia mis manos. Estaba tan avergonzado por el hecho de haber retrocedido que no podía mirarle a los ojos.

"¿Es eso acaso?" Harry puso la bolsa de papel y las (2) tazas en la mesa delante de él y se giró para mirarme. "Bueno, en realidad, sí necesito una excusa para faltar al trabajo."

Y solo así, en (4.6) segundos, nos estábamos besando. Mi nariz seguía tapada y mi garganta dolía pero Harry mordió mi labio inferior y yo deseé enfermarme más seguido.

"Harry." Susurré su nombre contra su boca y él sonrió.

"¿Si?"

"Llama al trabajo y diles que estás enfermo."

Él se rio, poniéndose recto y tomando un largo sorbo del (horrible) café. "Eres tan exigente."

"Estás muy enfermo." Le respondí, poniendo mi mano sobre mi nariz. Podía sentir mi corazón latiendo fuerte contra mi pecho por el beso e imaginé cuántos más podríamos compartir si él estaba lo suficientemente 'enfermo' para faltar a su cambio de las 10.

Harry me dio (3) tissues y mantuvo uno para si mismo. Sacó su celular y yo caminé hacia la cocina mientras él llamaba.

Podía escuchar cómo transformaba su voz (una muy convincente) y explicaba de que estaba con gripe.

"No sé de donde me contagié, compañero. Suelo estar saludable." Ahogué mi risa mientras escuchaba a Harry hablar y hablar, "He estado tomando cafeína últimamente, quizás la falta de dormir tenga que ver algo en eso."

Escuché que colgó y caminé hasta donde él estaba.

"Soy todo tuyo." Dijo, guiñándome un ojo.

"Okay."

No estaba muy seguro de qué hacer. Había tomado (toda) mi seguridad solo el sugerir que él se quedara en mi apartamento por un par de horas en vez de que vaya a trabajar. No sabía qué es lo que él quería hacer o lo que él esperaba.

Temblé un poco, algo abrumado y con frío.

"¿Tienes frío?" Harry preguntó, estudiando mi cara.

Asentí. Se sacó su suéter, dejando solo un delgado polo blanco encima. Mientras él se lo quitaba, pude notar (2) tatuajes de helechos, justo encima del hueso de su cadera.

Una vez planté un helecho en mi patio trasero cuando tenía siete. Pienso ahora, a los veintitrés, que me gustaría plantar besos a lo largo de los tatuajes de helecho de Harry.

Sacándome de mis pensamientos, Harry tosió un poco y me entregó su suéter grueso.

Me lo puse y miré a Harry que fruncía los labios.

"¿Qué?" Pregunté, (un poco) consciente.

"Es que no lo entiendo." Me contestó, cruzando de brazos.

"¿Qué?" Repetí, (muy) consciente.

Él se acercó un poco más, paso por paso, hasta que pude notar el color de sus ojos.

"Tú me haces sentir... algo que nunca he sentido antes. Eres tan malditamente adorable, solo quiero besar tu frente y traerte té y dejarte usar mis suéteres pero eres tan malditamente sexy al mismo tiempo, no puedo decir si en realidad quiero abrazarte o follarte."

"Bésame." Dije.

Él hizo caso.

"Underneath Paris" [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora