diecisiete

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los días pasaban muy lento, las horas igual.

Esperaba ansiosamente que el 30 de noviembre llegue; un día que envolvía, Harry, un avión y una ciudad demasiado bella para las palabras.

Había empacado hace años, casi todas mis pertenencias metidas, cuidadosamente, en mi (pequeña) maleta.

Constantemente, mi estómago se llenaba de mariposas y vodka- Estaba jodidamente nervioso.

¿Qué pasaba si la familia de Harry me odiaba?, ¿Qué pasaba si el avión se estrellaba y moría no solo virgen, sino un virgen de Paris?

Tomé un respiro profundo y le timbré a Harry, contando (tres) timbradas antes de que contestara.

"¿Louis?"

"Harry, ¿qué pasa si el avión choca? Moriré virgen."

Harry rio y juraba que podía derretirme.

"Bueno, hay una obvia solución a ese problema." Su voz era como la miel, yo era la abeja.

"¿Oh?"

"Hay que elegir un avión con un buen piloto."

Era mi turno de reír.

"Harry pero, en serio estoy ansioso." Respondí, mi risa había desaparecido.

"Dos días más."

"¿Podrías venir hoy en la noche?" Lo quería al lado mío, lo quería para que me abrazara tan fuerte que pudiera explotar.

"Okay."

Suspiré por el altavoz, "Gracias."

"Usaré mi traje de piloto."

"¿Y eso me convierte en el pasajero?" Dije como pude.

"Estaba pensando en la azafata, en realidad."

•••

Dos días después.

•••

La alarma de Harry sonó a las 5:30 de la mañana y yo nunca había estado tan feliz de despertar cuando el cielo estaba oscuro y la ciudad durmiendo.

"Louis, diez minutos más." Harry estaba quejándose pero su voz estaba (cinco) octavas más baja que la mía.

"Tenemos que levantarnos, Harry." Lo apuré, sacando las sábanas, ligeramente, de él.

Su cuerpo estaba lo suficientemente caliente que ni siquiera necesitaba las (tres) sábanas que lo cubrían pero, él los tenía encima de todos modos.

"Nooooo." Renegó, agarrando mi brazo y tirándome hacia a la cama, a un lado de él. No sería capaz de alejarme pero, él se veía tan adorable y atractivo al mismo tiempo.

"Hazza, en serio nos tenemos que ir." Mi cabeza estaba en su hombro, su respiración en mi cuello.

"Di eso de nuevo."

"En serio nos tenemos que ir."

Sus ojos se encontraron con los míos y sonrió de a pocos, sus labios durmientes porque los iPhones no mienten y tampoco lo hacen las trece alarmas que pusimos ya que Harry nunca se despierta lo suficientemente rápido, y yo nunca puedo dormir pero, una vez que estoy al lado de él, no puedo parar porque él es un (hermoso) sueño.

"No, di la otra parte."

"Hazza."

"Okay." Dijo sonriendo. Salió de la cama, estirándose. "Lou."

Me guiñó un ojo y el vuelo a París empezó.


"Underneath Paris" [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora