treinta y uno

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Tiene que ser dicho que de todas las estaciones, el invierno es mi favorito. Hay algo tan íntimo acerca de las narices heladas, (tres) pares de medias y tener que, constantemente, quedarte cerca de alguien porque ellos están más tibios que el aire de afuera.

En este día en particular, entre el día de Acción de Gracias y la primera semana de diciembre, hacía frío, por decir lo menos. El hielo estaba esparcido por la ventana y yo temblaba a pesar del gigante suéter que Harry me había dado en la mañana.

Hablando de la larga masa de cabello y ropa con huecos, él estaba bebiendo café en la silla en frente de mí, mirándome a través de ojos vidriosos (acababa de levantarse) y ocasionalmente, suspirando alegremente.

Tiene que ser dicho que de todas las estaciones, la favorita de Harry también es el invierno. Sin embargo, él jura que el único beneficio que el frío trae es una excusa para verme en pantalones sueltos más seguidos, que aparentemente, él encuentra encantadora la vista.

"Hace frío hoy, Harry."

"Estás en lo correcto, Lou."

Me incliné y lo besé ligeramente en la nariz, algo tímido. Los hoyuelos de Harry hicieron su aparición y pude sentir mis adentros encendiéndose como un árbol de navidad en una esquina.

"Hay que ir a ver una película, ¿te gustaría eso?"

Asentí, acercándome más a Harry mientras que hablaba acerca del horario de las funciones y las diversas elecciones de comida. Presioné mis manos (heladas) en la parte de atrás de su cuello y reí cuando él se quejó de cuán heladas estas estaban.

"¡Louis! ¡Estás congelado!" Harry besó mi mano izquierda fervientemente, "calentándola" mientras trataba de moverla para escapar de su fuerte agarre. Sus delgados labios rosados estaban haciéndome cosquillas y no pude evitar el reírme.

Él besó mi brazo a través de la gruesa manga del suéter, todo el camino hasta mi hombro.

"Tengo una idea de cómo calentarte, princesa." Él susurró contra mi clavícula, haciéndome temblar.

Sus labios se movieron hasta mi cuello, succionando despacio en mi piel. Podía sentir la piel de gallina aparecer en todo mi cuerpo- solo con el simple toque. Él alcanzó el suave lugar donde mi cuello y mandíbula se encontraban y comenzó a chupar y succionar más fuerte, sus dientes rozando mi piel.

Dejé salir un pequeño suspiro mientras que su boca viajaba hasta mi oreja, más dientes en mi piel y la piel de gallina siguiendo sin ninguna duda.

"Harry." Ronroneé.

"¿Ya estás lo suficientemente calentado?" Gruñó, presionando cada vez más cerca y (más cerca).

"No," mentí.

"Bueno, tenemos que arreglar eso."

Él me jaló para ponerme en su regazo para así estar montando sobre él. Podía sentir los músculos de su estómago contraerse mientras trazaba mis dedos debajo del dobladillo de su camiseta (que era muy mía).

Ambos temblábamos, aunque Harry estaba en lo cierto, me sentía un poco más cálido pero no de mi mitad para arriba.

La boca de Harry estaba en todos lados a la vez, parecía. Di mi aprobación realizando círculos en su espalda y susurrando en su oído,

"Te amo tanto,"

"También te amo,"

Presioné mis labios suavemente contra los de él antes de posicionar mi cabeza en su hombro.

"Te voy a besar mucho en el cine." Susurré, sonriendo (solo un poco).

"¡Pero vamos a ver Frozen!"

Reí y levanté mis hombros. "Trata de superarlo."


"Underneath Paris" [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora