treinta y cinco

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Es la mañana de Navidad y solo algunas mañanas han sido incluso mejores. Había cajas tiradas y papel desgarrado por todos lados pero, ahora, no estaba concentrado en eso- estaba mirando a Harry abrir cuidadosamente lo que le había regalado.

Él desgarraba el papel con una tal precisión, su lengua salía de entre sus labios y su expresión se arrugaba en concentración.

"Jesús, ¿Lou, cuánta cinta le pusiste a esto?"

"¡Lenguaje!" Su madre gritó y rio.

"Lo suficiente," encogí mis hombros. Okey, quizás haya puesto 10 en cada lado... y quizás eso era un poco demasiado pero estos (jodidos) regalos fueron muy estresantes para mí.

Finalmente, Harry logró desenvolverlo y aprecié su cara iluminarse como un árbol de navidad en la esquina de una habitación.

"¡Louis! ¡Esto es perfecto! ¡Oh por dios!"

Se inclinó y me abrazó muy fuerte que podía sentir su sonrisa. Lo miré mientras se alejaba y veía de nuevo los boletos de concierto en su mano. Le conseguí tickets para que vea a una de sus bandas favoritas. Me gustaba su sonido y viendo que su logo era un perfecto rectángulo dibujado- pensé que tenían buen gusto.

(También, los boletos estaban baratos.)

"¡Amo The 1975!" Harry estaba alegre y yo feliz de que él estuviera así. Podía sentir una tibia sensación recorrer mi pecho.

"Eso lo sé," le respondí. Era cierto- yo sí sabía. Sus auriculares siempre estaban reproduciendo una de sus canciones, 'Me', y él tenía las letras de 'Falling for you' escritas en su pared.

Había visto que los tickets habían estado en venta hace unas semanas atrás y las compré rápidamente. Ahora, su reacción valió cada moneda.

"Gracias, Louis," me dijo, sus hoyuelos a la vista, "¡Ahora abre el mío!"

En seguida, puso dos pequeñas cajas en mis manos. Estaban envueltas apresuradamente y sonreí por los dibujos que estaban plasmados en el paquete.

"Vamos, ábrelos." Harry besó mi frente e hizo unos gestos emocionados con sus manos.

Los abrí ansiosamente, olvidando toda delicadeza y precaución. La primera era una caja de plata- toda brillante y elegante. Miré hacia Harry y lo encontré sonriendo. Él asintió, señalándome que siga.

Levanté la tapa y encontré un collar. Era femenino pero no tanto como eso- era bonito. Había querido algo con una cadena de plata a un collar de cuero como el de Harry y de alguna u otra manera, él supo eso. Había un encanto- y me emocioné mientras lo sujetaba entre mis dedos.

"Es la torre Eiffel," dijo. Y por supuesto que lo era, ¿cómo podría haber sido otra cosa?

"Cuando te vi por primera vez, lo pensé gracioso, tu sabes. Recién me había enterado de que mi mamá quería que visitara Paris pronto y ella seguía tirando pistas de que yo podía llevar a alguien conmigo esta vez. Le dije que no había encontrado a nadie y que yo no lo estaba buscando, así que colgué el teléfono y fui a la cafetería donde puedo encontrar el té a unas cuantas monedas y wifi gratis, ¿verdad? Nunca había notado que tenían una pintura de París hasta ese día, nunca la había visto. Pero ese día, estaba escuchando algo de Arctic Monkeys cantando sobre sexo y amor, y esas cosas y sentí que alguien me estaba mirando. Levanté mi mirada y vi a París. Vi esa pintura y noté lo hermosa que era. Luego baje mi vista, debajo de París, y te vi a ti. Estabas vistiendo unos tirantes y le fruncías a tu café pero seguías bebiéndolo y ¡dios!, te veías tan hermoso." Tomó una profunda respiración y se encontró con mi mirada. "Estaba tan nervioso de hablarte que no lo hice- no por un largo tiempo. Pero tú seguías viniendo y pidiendo ese horrible café y yo me estaba enamorando. Yo nunca había estado tan agradecido de conocer a alguien."

Estaba llorando, suaves lágrimas recorrían mi cara sin mi permiso.

"Oh, Harry" sonreí mientras deslizaba la delgada cadena sobre mi cuello, ya acostumbrado a la tibia sensación en mi pecho. "Lo amo. Te amo."

Giré mi nublosa vista hasta el segundo regalo en mi regazo. "No necesito nada más, esto es suficiente, bebé." Comencé a devolverle el regalo sin abrir pero Harry sacudió su cabeza.

"No es nada especial," él dijo, sonriendo.

Con dudas, abrí el segundo obsequio, mi mente seguía tambaleándose con las emociones que Harry me había dado junto con el collar.

Era una llave de oro- simple y común.

"¿Harry, qué es esto?" Traté de sonar agradecido y satisfecho porque era un regalo pero en realidad no lo entendía.

"Oh, umm- esa es la llave de mi apartamento."

De pronto, esa llave se convirtió en algo muy, muy importante.

"Sé que es algo medio basura o lo que sea pero quería dártelo de una buena manera. Te amo demasiado y quiero que estés conmigo por mucho tiempo y lo mucho que tú quieras." Él decía, estudiando el hueco en la rodilla de sus jeans.

"¿Es para siempre, okey?"

Él levantó su mirada para observarme y me sorprendió encontrar sus ojos llorosos.

"Sí, eso suena como un plan."

"Feliz Navidad, Harry."

Y con eso me incliné hacia él, mis brazos enrollándose en su cuello. Mis labios se encontraron con los de él-su boca abierta-sorprendida. Dejé salir un zumbido de aprobación cuando sus labios se unían a los míos, un bella mezcla de rosado y rojo y (1) suspiro de placer. Me moví para estar a horcajadas en su regazo y mordió mi labio inferior mientras me sentaba sobre él. Las luces del árbol de navidad iluminaban su cara de rojo y verde, y sonreí en nuestro beso.

"Feliz Navidad, Louis." Respondió en mi cuello.

"Oh, solo espera- está a punto de ponerse mucho mejor," y con eso, moví mi cuerpo al ritmo de nuestro beso.

"¿En Navidad?" Preguntó Harry, sus ojos sonriendo.

"No suenes tan decepcionado." Le respondí.

"Oh no te preocupes acerca de cómo sueno querido, estoy seguro de que me dejarás destruido."

Y así, corrimos hacia el cuarto, riéndonos mientras que caíamos sobre las sábanas frescas.


"Underneath Paris" [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora