"Underneath Paris" [traducción]

cuarenta - final

12 de junio del 2013

El decir que habían mariposas en mi estómago era poco. Habían elefantes en mi estómago, saltando alrededor de mi garganta, mi corazón. El traje que usaba no permitía que mi sangre fluyera para mis piernas pero, no me estaba quejando, hacía que mi trasero se vea espectacular. Habían flores en mi cabello y una en la parte de mi saco y me sentí hermoso. Era el día de mi boda, me sentía especial.

Nos íbamos a casar en la playa, una linda playa a solo (una) hora de la casa de nuestros amigos y familiares. La arena estaba cálida bajo mi pie descalzo, el viento apenas helado pasaba por la larga carpa blanco que la mamá de Harry había alquilado para que nos podamos arreglar.

El sol estaba oculto por una ligera capa de nubes grises, el aire era lo suficientemente cálido pero no llegaba a ser caluroso.

Rápidamente miré mi reflejo una vez más, tomando un nervioso respiro. Esto era todo. Estaba haciendo esto. Me dio la realización, cuando salía de nuestra carpa, que yo nunca había esperado una boda. Nunca había planeado el casarme aun siendo joven, para sobreponer a la idea de ser golpeado por mostrar el más mínimo afecto hacia chicos. Pero luego, mientras veo alrededor a las resplandecientes luces y flores blancas tiradas en la arena, sabía que esto era mejor, más hermoso de lo que alguna vez pude haber imaginado.

Mis manos temblaban un poco, mis palmas sudaban pero, todo cambió una vez que vi a Harry.

Él estaba esperando al final del altar, luciendo más bello de lo que alguna vez lo haya visto en mi vida. Palabras no podían describir, el amor, deseo y una increíble sensación de pasión que sentía por ese chico parado en un terno en frente mío.

Sabía que debía de caminar despacio, tomar 31 pasos exactamente, y caminar acorde con la música que estaba sonando. Pero vi a Harry, flores en su cabello y pies enterrándose en la arena, sus ojos luciendo sospechosamente húmedos, y comencé a caminar un poco más rápido. Nunca había querido estar con alguien tanto en mi vida.

Él sonrió mientras que me colocaba al lado de él, hoyuelos intensificando sus mejillas coloradas. Te amo, le dije sin abrir mi boca. Él entendió.

El sacerdote empezó a hablar pero yo no estaba escuchando. Los ojos de Harry estaban empapados con lágrimas de felicidad y yo quería llorar, ¿cómo fui tan afortunado?

Y luego Harry habló, "Sí, acepto."

Mi corazón latía muy fuerte, la arena debajo de nuestros pies se sentía como fuego porque Harry dijo esas dos palabras que yo ni siquiera me había atrevido a soñar.

Y luego el sacerdote volteó su atención hacia mí. Él me preguntó si yo seguiría eligiendo a Harry, incluso si él estuviera enfermo, y pensé en el momento, antes de que empezáramos a salir, cuando él me trajo café (quemado) y pañuelos cuando yo estaba enfermo. Él llamo a su trabajo para decir que estaba enfermo y se quedó a dormir al lado mío. El sacerdote preguntó si yo amaría a Harry, incluso si él fuera pobre, y recordé las noches con sopa instantánea y las duchas cada dos días para ahorrar el pago de agua. Pensé en Harry trabajando horas extras para llevarme a cenar y dije,

"Sí, acepto."

No habían palabras más ciertas. Prometí entonces, amar a Harry cada día, porque lo hacía. Él era mi todo. Él era las flores en mi cabello, el agua salada en mi piel, el chupetón escondido debajo de mi camisa.

Harry me besó, incluso antes de que el sacerdote finalizará de decir de que podíamos hacerlo. Las pocas personas en las sillas blancas en frente de nosotros, aplaudieron y rieron pero, todo lo que podía oír eran las olas en el fondo y el sonido mío y de Harry, creciendo y envejeciendo juntos. Pude sentir una lágrima caer de la mejilla de Harry y terminar entre nosotros dos y en ese momento, podía sentir todos los besos por el resto de mi vida.

"Tú eres mío y yo soy tuyo. Para siempre." Harry susurró mientras se alejaba.

"Para siempre." Asentí.