44. "Paintball"

108 14 9
                                        

West

—Al parecer os lo pasasteis bien, ¿eh?—Caleb mueve las cejas mientras llena la tostada con nutella.

Al parecer, Alex y Dylan se declararon ayer y ocurrieron cosas entre ellos. Sabíamos que tarde o temprano ocurriría. Pero no tan rápido.

Me alegra que Dylan haya hecho todo esto para declararse ante la chica de la que lleva tanto tiempo enamorado, y más con lo capullo que puede llegar a ser.

Ambos están rojos de la vergüenza, ya que es el tema principal del grupo.

—Chicos... Deberíamos dejar esto. Tal vez les incomoda—Alicia le da un sorbo a su cuenco de leche y echa cereales.

Ellos asienten, algo más relajados.

—¿Y de qué quieres que hablemos? ¿De qué también descubrimos que Blake es un friki sin vid...? ¿Y dónde está este?—Ryan alza la mirada de su bacon y busca con la mirada a Blake, sin resultado alguno.

Todos nos miramos extrañados. ¿Y dónde se ha metido este?

—Anaïs tampoco está —añade Bella tras unos segundos en silencio.

—Pues, está muy claro qué están haciendo —Evan hace un gesto obsceno con las manos.

—No tienen por qué estar haciéndolo simplemente porque ninguno de los dos esté aquí —dice Alex—. A lo mejor están hablando a solas.

—Pues tú ayer no hablaste mucho con Dylan —vuelve a hablar Evan y Dylan le lanza su tostada.

Le doy ur sorbo a mi café y miro a Alicia durante unos segundos.

—¿No os parecen monos? —pregunta Alicia.

Frunzo el ceño y la miro.

—Anaïs y Blake —aclara.

—Sí, supongo que sí —le doy otro sorbo a mi café.

Evan se levanta y se acerca a nosotros.

—Vosotros sí que sois monos —nos abraza a la vez.

—¡Me apunto! —Caleb viene y se une al «abrazo» de Evan.

En seguida Gaby se acerca y subiéndose encima de Caleb también nos abraza. Prácticamente se tiran encima de nosotros y nos chafan. Caleb, con su torpeza habitual, hace que nos caigamos al suelo y no tardo sentir como Bella se tira encima al grito de: «¡Qué voy!»

Tras salir nos dirigimos a gimnasia. Como es previsto, Benito ya está esperándonos, diciendo que es tarde cuando hemos venido a la hora justa.

—¡A dar siete vueltas al instituto! ¡Después nos pondremos con las flexiones y luego haremos abdominales, ¿entendido?!

He de decir que esto es demasiado. ¿Por qué nos trata de explotar?

Comenzamos a correr. Recuerdo aquel día de inicio de curso, todos peleando para llegar el primero y al final acabaron la mitad heridos por culpa de la competencia.

Me alejo con Alicia para tratar de no acabar como Blake aquella vez (con la nariz rota) y nos adelantamos.

—¿Cómo es que aguantas tanto?—le pregunto mientras ella mira hacia el frente.

Por unos minutos hay silencio entre ambos, hasta que ella me mira de reojo y sonríe levemente.

—Iba a atletismo.

Me quedo pensando un momento y me toca correr un poco más para alcanzarla.

—Oh, nunca lo has contado —digo.

Hey, Stupids!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora