Hey, Stupids!

43. "Picnic en el lago"

Dylan

Los gritos de Johnson por un megáfono en el pasillo nos despiertan.

—¡Despertad! ¡Venga!

¿Ahora nos van a despertar así? Bufo. Nos levantamos justo cuando Johnson abre la puerta de nuestra habitación para comprobar que nos hemos levantado y entonces sale. Nos vestimos y arreglamos antes de ir al comedor a desayunar.

Las chicas todavía no han llegado y para cuando vienen, ya estamos sentados y preparados para desayunar.

—Buenos días —se sientan con nosotros con caras de sueño y bostezan repetidas veces.

—Que careto traeis todas —dice Evan.

—Nos dormimos muy tarde viendo una película —Bella bosteza y se echa zumo en el vaso y está apunto de echarlo a la mesa porque se le cierran los ojos.

Miro a Alex que tiene la cabeza apoyada en la mano. Alza la vista hacia mí y sonríe. Yo también le sonrío y continuo desayunando.

—Alex —la llamo y en seguida vuelve a mirarme— después tengo que decirte algo.

Frunce el ceño y después asiente susurrando un «vale» seguido de un bostezo.

En seguida suena la música que indica que debemos ir a clase.

—Me has dejado con la curiosidad —me dice Alex caminando a mi lado.

—Luego te lo digo —le doy un beso en la mejilla y me voy junto a Ryan.

Entramos a clase de Eddy. Como siempre, las clases se hacen largas, excepto las de algunos profesores donde los alumnos toman demasiada confianza y no le dejan explicar.

—¡Hey, hey, hey, hey!—Caleb sale bailando de la última clase del día y nos dirigimos a comer.

Nos alegramos de que sepan que ya sepan que no somos los culpables, y de que Liam lo hubiera dicho. Es demasiado valiente haberse enfrentando al capitán del equipo, que en definitiva, es un capullo.

Nos ponemos en cola y cogemos lo que queremos para comer. Elsa, como siempre, siendo tan antipática, nos lo echa en el plato sin ganas y luego dice un «siguiente» bien alto.

—¡Muchas gracias mujer!—Gaby y Caleb van corriendo a  la mesa y comienzan a comer como unos bestias. Me siento al lado de West y comienzo a comer.

Me tiran un papelito, y al instante alzo la mirada hacia Alex.

—Tú me tenías que decir algo—me sonríe y prueba el filete.

—Lo sé, pero prefiero que estemos los dos solos—muevo las cejas, y noto como trata de no reírse.

—Joder, tío, deja de ligar con mi hermana, que luego viene lo que viene y estamos comiendo—Ryan me da en el hombro.

—No seas tan bruto, hombre—Alicia sonríe.

—Si es que no tiene remedio—Bella pone los ojos en blanco y Ryan le lanza un beso.

Blake, que tiene la vista por debajo de la mesa, no habla en toda la comida. Nos extrañamos, ya que está en la punta y no podemos ver qué hay.

—Deja el porno, hombre—Evan se termina el plato.

Pero Blake sigue sin hacer caso, por lo que nos extrañamos.

—¡Está leyendo Harry Potter!—todos bajamos la vista por debajo de la mesa, donde está Caleb de rodillas y cerca de Blake. Levanta la cabeza y se da contra la mesa, haciendo que su vaso se caiga y moje el libro de Blake y a Anaïs.