Álex
Me miro al espejo por última vez. ¿Por qué mi madre tenía que obligarme a ponerme este rojo vestido? ¿Y por qué estoy nerviosa y tengo un nudo en el estómago?
—Álex, ¿si me pinto puntos rojos por la cara con rotulador permanente se creerán que estoy enfermo? —Ryan entra en mi habitación con un rotulador permanente rojo.
—Ya has intentado eso muchas otras veces. Ya no creo que cuele —respondo mirándole.
Siempre utilizaba ese truco cuando nos teníamos que ir a algún sitio al que ninguno de los dos quería ir.
—Oye, ¿y ese vestido? ¿Es para impresionar a Dylan? —alza las cejas.
—¡No seas idiota! —exclamo—. Lo último que haría en mi vida sería impresionar a ese estúpido.Me acerco a la ventana. Ahora el cielo está oscuro, normal es de noche, y las estrellas brillan con fuerza.
—Estás muy enfadada con él. ¿Verdad?
Me doy la vuelta y le miro.
—¿Acaso tú no lo estás? —pregunto cruzando los brazos.
Asiente.
—Me dejó el ojo morado. Le he tenido que decir a mamá y a papá que me lo hice en gimnasia practicando boxeo.
—¿Y se lo han creído? —curvo mis labios.
—Pues no creo.
Río. Ryan se acerca a la ventana junto a mí.
—¡Hora de bajar chicos!—escuchamos a nuestros padres. Seguro que acaban de llegar Dylan y sus padres.
—No te preocupes, si te habla le doy un puñetazo en su parte.
Las formas en las que Ryan intenta darme fuerza son tan útiles. Literalmente.
Bajamos las escaleras corriendo y entramos al comedor, donde ya están todos sentados.
—Hey—saluda Ryan mientras cogemos nuestros sitios.
Me limito a sonreír a los padres de Dylan.
—Bueno chicos, hace tiempo que no nos vemos. ¿Qué tal las notas?¿Futuros?—el señor Brown nos mira.
Ryan comienza a decir sobre lo que está interesado en un futuro.
Miro de reojo a Dylan, mientras él se limita a observarme. Comienzo a recordar de nuevo.
Me duele solo de pensarlo.
Y no, no me refiero a lo que ha pasado en el viaje.
—¿Y tú Alexandra? —la madre de Dylan me mira.
—No lo tengo muy claro —respondo—. No pienso mucho en el futuro, prefiero vivir el presente y no adelantarme a nada.
Pincho un trozo de mi plato mientras ellos siguen hablando. Estoy demasiado incómoda.
Noto la mirada de Dylan estudiándome detenidamente. Le miro de reojo brevemente, su expresión no es precisamente de alegría. Está serio, los labios formando una línea recta y los ojos con mirada fría.
Mientras todos hablan, terminamos tras una hora de cenar.
—No me encuentro bien... Ahora vengo—asienten.
No me apetece estar con Dylan mirándome mientras estoy incómoda.
cojo una chaqueta y salgo al porche. Se escucha como las gotas caen poco a poco y aumentan la velocidad.

ESTÁS LEYENDO
Hey, Stupids!
Fiksi RemajaÚltimo año. Últimas oportunidades para pasarlo bien los doce juntos. Dos grupos "rivales" que, ¿se odian? Tratando de pasar su último curso en High School, una escuela conocida por su "prestigio", de manera divertida, sin saber como, se junta entr...