West
Hoy ya es 31 de diciembre. El última día del año. Este año ha estado lleno de vivencias que recordaré para siempre. Desde que finalizó el curso anterior, el verano hasta la llegada de Alicia al High School.
Me viene a la mente el primer día que la conocí. Sentí algo muy fuerte dentro cuando la miré por primera vez a los ojos y vi esa dulzura en ellos.
Es la mejor chica que he conocido. Simpática, amable, inteligente, buena persona, guapa...Es simplemente perfecta. Pero ahora no sé por qué ya no me habla, no contesta a mis mensajes, no responde mis llamadas. Y todo desde que se fue del restaurante algo enfadada. No sé que le hice. Sus padres se marcharon al instante diciendo que en llegar a su casa tendrían una larga charla con ella. Mis padres quedaron un poco disgustados con la manera en que se fue (sobre todo mi padre) pero aun así les cayó bien.
Necesito saber que le hice para que se fuera de esa manera. El odio en su mirada cuando se marchó me mata por dentro.
—¿Estás preparado West? —me pregunta mi madre entrando en mi habitación.
—Sí mamá —asiento.
Hoy toca reunión familiar; y cuando me refiero a familiar, es toda la familia. Todos tienen buenas carreras, matrículas de honor. En fin, se puede decir que somos “una familia de cerebritos". De aquí han salido desde abogados hasta ingenieros.
No tardamos más de media hora en llegar al restaurante. Es basante conocido en Nueva York, y tiene mucha fama.
Entramos, y allí está toda la familia.
—¡West!¡Cuánto tiempo!—mis tíos, primos y abuelos comienzan a saludarme y a abrazarme, o estrecharme la mano. Me dicen cosas tipo “cuanto has crecido" o “te veo más guapo y alto", incluso “¿tienes ya una novia?¡Debes presentárnosla!". Eso ed lo que no soporto a veces.
—¡West tío!—mi primo, Sean, aparece de entre la familia, dándose paso a la fuerza y llevándose algún que otro golpe por parte de nuestra abuela —. ¡Cuánto tiempo!
Si hay algo que le caracteriza, es ser la oveja negra de la familia. Como he dicho antes, todos estamos destinados a ser abogados o cosas por el estilo. Él, quiere dedicarse al deporte. No le gusta estudiar, “es un rollazo".
—Sean, compostura—su padre le mira mientras alza las cejas.
—Lo siento papá —Sean pone los ojos en blanco.
Me fijo en que le han obligado a ponerse un traje elegante (si fuera por él vendría en chándal) así que va totalmente disfrazado.
—¿Qué tal las notas? —mis tíos me miran.
—Muy bien, solo que he bajado de diez a nueve —respondo.
—No pasa nada. Seguro que subes.
Mis tíos son menos exigentes que mis padres por lo que hace que me sienta más cómodo hablando con ellos de mis notas que con mis padres.
—Bueno, vamos a sentarnos —mi abuela se sienta la primera y me obliga a sentarme a su lado—. Y dime hijo, ¿no tienes ninguna jovencita en mente?
«Si tú supieras abuela...»
—No, no. De momento no —respondo.
No quiero que se note que estoy mintiendo. Primero porque no pararían de preguntarme y segundo porque para ellos mentir es una falta tremenda de educación.
—Ay, que guapo es mi nieto —mi abuela me da un abrazo con mucha fuerza.
Sonrío y dejo que me abrace hasta por lo menos dos minutos.

ESTÁS LEYENDO
Hey, Stupids!
Novela JuvenilÚltimo año. Últimas oportunidades para pasarlo bien los doce juntos. Dos grupos "rivales" que, ¿se odian? Tratando de pasar su último curso en High School, una escuela conocida por su "prestigio", de manera divertida, sin saber como, se junta entr...