trust me

13

La noche en estos lugares podía ser tan escalofriante, porque sabías que el exceso de callejones y oscuridad no era del todo confiable. Además, no todas las personas eran tan simpáticas y buenas como Nina.

— ¿Por qué tomaste la decisión de irte de casa? No tienes dinero, y si no fuera por mi casa no tendrías dónde quedarte. —Preguntó ella, con las manos en los bolsillos de su abrigo. Las noches de otoño en esta pequeña ciudad eran frescas, por lo tanto no recomiendo salir sin un abrigo grueso.

— Quería vivir la vida a mi manera. Ya estaba cansada de tantas órdenes y todo eso. —Me encogí de hombros.— Pero creo que olvidé que fuera de esa casa no soy nada. —Ambas reímos.

Ahora que lo pensaba; Nina era la única amiga que había hecho en mi vida (una real), y tal vez sea la última.

(...)

— No es el mejor departamento. Pero sabe lucirse. —Decía mientras sacaba la llave a la puerta.

Cuando la abrió, mis ojos se abrieron más de lo normal, impresionados por la sencillez y belleza que tenía ese departamento. Era como el de mis sueños. (Multimedia).

— ¿Estás bromeando? ¡Es hermoso! —Exclamé maravillada. Nina rió.

— Me alegra que te guste. —Sonrió.— Tengo una idea, ¿Qué tal si hacemos una pijamada? Sólo somos dos, pero eso da igual; podremos conocernos mejor, ¿Qué dices? —Exclamó feliz. Asentí sonriente.

Lo que me gustaba de Nina era su simpatía, bondad, positivismo y sonrisa. Era una chica bastante especial a simple vista, y no todos son así.

Fuimos hacia la cocina para preparar algo de comida y llevarla a su habitación arriba. Nina se cambió a su pijama primero, y luego hice lo mismo.

— ¿Por qué discutías con tus padres? ¿Son las razones más comunes, o es algo en particular? —Su curiosidad era algo tan fuerte como el olor a chicle en esta casa, y a veces puede jugarle en contra a sus intenciones, como ahora.

Me encogí de hombros, y no justamente por no saber la respuesta; si no, por miedo a mí respuesta.

Sabía que mi mentira no iba a durar mucho, aunque no todo era mentira. Peleamos hasta mi último momento en esa casa, pero sólo con mamá.

— Te contaré la versión original de la historia-

— ¡Sabía que mentías! —Exclamó, interrumpiéndome.— Lo siento, prosigue. —Suspiré, y bajé mi cabeza.

— Todo comenzó a mis ocho años, cuando estaba sola y sin amigos. Bueno, lo sigo estando, pero ahora te tengo a ti. —Sonrió. Ella era adicta a las sonrisas.— Un niño de mi edad, apareció en el bosque donde me encontraba, luego de haber huido de los niños que me insultaban en el pasillo de mi escuela, y se acercó a mí. —Suspiré, tratando de aguantar las lágrimas. Confiar en alguien, y contarle tu pasado, era algo muy complicado y duro. Más aún, cuando apenas la has conocido, y probablemente sea la última persona que lo sepa. Aunque no era mi única opción, decidí tomarla.— Con el paso del tiempo, nos hicimos muy amigos; nos veíamos todas las tardes, y jugábamos y hablábamos mucho.
Un día, a mis 10 años, decidí hablarle de él a mis padres. Pero luego de hacerlo, se alarmaron por una razón desconocida para mí. Me llevaron a mi doctor, y él me pidió que le hable sobre Noah, mi amigo. Voy a resumirlo, mi mente creó a alguien en mi soledad y tristeza absoluta durante mi niñez, para que me acompañara un buen tiempo haciéndome sentir bien. Él no es real. —Y no me había dado cuenta cuando mis lágrimas habían tomado la decisión de mostrarse a Nina.

Ella me abrazó un segundo, para calmarme un poco. La verdad era que no quería hacer todo este escándalo, ni siquiera sé por qué lo hacía. No me sentía mal, en absoluto; había aceptado mi muerte y la rendición ante mi mente.

— Si no quieres, no sigas. No sé por qué pregunté esto, me dejé llevar, lo siento. —Decía apenada.

— Este último tiempo estuve tomando "antidepresivos", que no hacían más que acabar con mi cabeza, y que dejara de ver a Noah. Estoy muriendo, Nina. Mi cabeza está muerta, y no durará más de dos meses.

Ella no atinó a hacer otra cosa más que acumular lágrimas y cubrir su boca, asombrada por esta gran confesión de una noche de pijamada.

Feliz cumpleaños GabrielaGArreagaMerc (tarde como siempre).
Este capítulo está dedicado a ti pequeña, te quiero mucho.