Lenoder luchaba contra el horrible elfo mientras que el rey Idirian moría poco a poco.
-No debes luchar más. No ganarás. No eres más que un miserable guerrero de Idirian.
·Te voy a matar.
-No lo creo. Lo único que has hecho hasta ahora es esconderte tras ese escudo y clavar una sola vez la daga esa en mi rodilla. Tu madre desde luego era mucho mejor que tú. Como lo dije eres un miserable guerrero.
· No es cierto, no soy un miserable guerrero. Soy un Íbato.
Ruthiel sujetó el brazo de Lenoder para que no se cubriera con el escudo y dio un cabezazo a Lenoder dejándolo mareado. Lenoder soltó el escudo y se puso de rodillas. Miró hacía los lados y veía a los guerreros de ambos reinos morir, luego miró hacia delante y vio al rey Ruthiel levantando su espada. Ruthiel acercó la espada rápidamente al cuello de Lenoder cuando Castaña atravesó una ventana y entró en el vestíbulo atacando a Ruthiel. Lenoder se levantó y se frotó los ojos. Fue hasta Ruthiel el cuál estaba luchando contra Castaña y le atravesó la daga por la espalda.
Ruthiel había muerto, Lenoder vio Castaña caer. No podía ver que le pasaba porque había guerreros en medio. Tras una larga batalla Lenoder y el ejército del rey Idirian acabaron con la gran mayoría. El resto se rindió y fue arrestado y los civiles que no atacaron fueron obligados a quedarse allí sin poder traspasar el reino.
En cuanto a Castaña el rey Ruthiel le había cortado la zarpa delantera derecha.
Llevaron al rey Idirian a Castaña y a guerreros del rey que estaban heridos a sanar. La gran mayoría de los guerreros se salvaron, Idirian sano sin complicaciones y Castaña también se curó, pero nunca recuperó la zarpa y peor nunca pudo volver a volar.
Lenoder iba a hablar con Idirian mientras paseaba por la ciudad con Castaña ayudándole a caminar.
·Tranquilo chico, ahora te cuesta un poco, pero en un par de semanas podrás andar, correr y puede que incluso puedas volver a volar. No tenías que haberlo hecho.
Castaña acercó la cabeza a Lenoder y él se la acarició.
Luego el arquero de la oreja cortada se acercó a hablar con Lenoder.-Ha sido un gran guerrero. Lo he visto ahí fuera y me ha parecido muy valiente. Lástima lo de la zarpa, pero le irá bien sabrá vivir sin un miembro. Como yo lo hice.
·Sí, ha sido muy valiente.
-Siento haberte evitado, pero está claro que conoces mi historia. Y me querías preguntar si era cierta.
·Lo cierto es que si. ¿Es cierta la historia?
-Lo es.
·Me gustaría que me contarás la historia en persona.
- Yo me encontraba cubriendo una muralla. Eramos elfos contra hombres todos los arqueros estábamos en una parte de la muralla y los humanos con una catapulta nos lanzaron piedras, una de ellas hizo que la parte de la muralla en la que nos encontrábamos quedase derribada. Me caí por la muralla y quede en un largo sueño. Ese sueño debió durar días. Cuando desperté no vi a nadie. Era de noche y la muralla estaba conquistada por los humanos. Casi todos dormían, entonces cogí una daga y maté a todos los que dormían sigilosamente. Luego cogí mi arco y llamé la atención. Si moría sería como un héroe había 14 guerreros humanos y acabé con todos con el arco. Tras acabar me iba pero, un humano vino por detrás y me cortó la oreja con una daga. Y me dijo: “¿Crees que me darán algo de valor por la oreja del elfo que mató a casi todos los que atacaron.."
No le dejé acabar la frase, lo mate con una flecha en la cabeza.·La leyenda del último arquero. Era cierta.
-No te entretengo más ve a hablar con Ruthiel. Yo ayudo al hipogrifo.
Lenoder fue corriendo hasta los aposentos de Idirian.
·Señor, lo logramos.
-Así es. Gracias por todo Lenoder.
·Lo he estado pensando, y voy a luchar en la guerra contra Laurien. Usted y su ejército pueden ayudar. ¿Que hará ahora.
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El mensajero de las leyendas
AventuraLenoder un humilde mensajero de una raza muy escasa. Vive en un mundo de reinos cada uno mas cruel que el otro. Hasta que un dia toma una decisión que la cambia la vida.