Capítulo 21

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Debía aguantar sus lágrimas: no sabían si era de alegría o por pura tristeza, ya que le esperaba demasiado. Pero las aguantó, como sea, sin saber a qué venían.
El rostro pálido del Uchiha, sus ojos ónix y lilas, su nariz mediana, su respiración agitada, su pequeña peca casi invisible a sus ojos, y sobre todo, su aroma a lavanda que parecía jamás irse de él. A veces, ella misma, se preguntaba cómo alguien que no dejaba de sudar por los combates olía tan bien, sobre todo, cuando Sasuke era uno de los mejores ninjas.

—E-Está bien—suspiró, sabiendo que al darle permiso, casi como otra oportunidad, el mundo se desmontaría de nuevo. Estaba nerviosa, ¿y si le vuelve a hacer daño? ¿y si Sasuke no entiende lo que es una oportunidad? ¿Y si... se decepciona por el resultado?—Te daré... la oportunidad de expresarte.

El Uchiha suspiró de alivio, sentándose en el sofá. Esperando a que su corazón de nuevo se calmara; diablos, ¡la había echado tanto de menos! Había cometido errores, más bien, ambos. Pero una gran prueba de amor es perdonarlo todo—según qué errores— siempre y cuando haya amor y el sufrimiento debió de merecer la pena. Siempre y cuando jamás te vuelvan a fallar; a hacer daño.

—Me...—intentó hablar la Haruno. Una nueva oportunidad para comenzar de cero, era comenzando de cero. Un cero limpio, redondo, y sincero—... me acosté con Lee.

No supo cómo actuar ante aquella noticia. Él también había cometido el error de acostarse con alguien, pero, sentir aquella noticia para él también le impactaba lo suficiente como para que sus piernas, sus manos, su mandíbula, y sus ojos comenzaran a temblar de una forma descontrolada.

Permaneció en silencio.

—H-Ha estado pasando muchas cos-

—Yo me acosté con Karin—informó de lo obvio.

—Lo sé.

—Quería decírtelo. Has debido de tener mucho valor para hacerlo, y no quería dejarte atrás.

—Han estado pasando muchas cosas en Konoha—dijo, cambiando de aura—. Entre ellas, un concurso de Konoh-

—No participes. Es una trampa, es obvio que tú eres la más hermo-

Un leve grito de sorpresa por parte de la Haruno calló a Sasuke. De inmediato esta le hizo una señal para que siguiera explicando qué pasaba.

—Hay dos organizaciones. Una organización es la que organizó el concurso, no sé bien para qué, sólo sé que necesitan a una chica fuerte. Uno de los problemas es la forma en la que intentaron camuflarlo.

—Lo sé, los chicos de Konoha se convirtieron en unos salidos. Esto lo hicieron para distraer a las chicas, ¿verdad? Creen que si nos encargamos de ellos, nos olvidaremos de todo y no prestaremos atención a su verdadero propósito.

—¿Qué?

El Uchiha miró a su exesposa a los ojos, impaciente por aquella noticia. ¿Los chicos de Konoha salidos? ¿Él también contaba? "Un momento..." pensó "si eso es así, significa que..."

—¿Te hicieron algo a ti?—preguntó.

La Haruno chasqueó su lengua.

—¿Y qué má-

—¿Te hicieron algo a ti?

—No te importa, francamente, si me han hecho algo o no. ¿Cuál es la última organización?

Relajó sus hombros, quieto, intentando olvidar aquella... barbarie sin sentido.

—La última es la que no quieren a cualquiera. Te quieren a ti.

El perdón de la flor de KonohaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora