Si estuvieras aquí conmigo

¿Puedes leer?

-Oye -toco su hombro con el dedo- Eeeee ¿oye?
Creo que lo toqué muy suave, estoy nerviosa, doy más toques un poco más fuerte.
Voltea y se quita la capucha, me ve.
- Oye... Este... Hmmmm...mmmm... P-puedes leer... Hmmm... Leer est-to?
Se quita los audífonos.
Qué decepción, no me escuchó, fue tanto esfuerzo.
Bueno... Tengo otra oportunidad.
Tengo que tranquilizarme.
Habla sin trabarte por favor, por favor, por favor.
- ¿Mande?- dice con una sonrisa que deja ver sus dientes y con ojos grandes de expectación.
- Esteeeee.
Es ahora o nunca, lo haré.
- ¿Puedes leer esto p-por favor?
Acerca su cabeza hacia mi, sigue con esos ojos grandes expectantes, pero ahora también tienen confusión... Creo que no me oyó, debe ser por el ruido y tal vez hablé muy quedito...
Su oreja está frente a mi boca.
Ayyyy que nervios.
Dios santo.
- Que si puedes leer esto.
Se aleja rápido para ver y extiendo la libreta abierta en la última página con la nota, con esos dos renglones.
Tiene el ceño fruncido, ojos interrogantes y boca cerrada y seria, ya no más en su hermosa sonrisa...
Digo ¿¡Qué!?
Estiro más los brazos para que la tome, son asientos de camión y el espacio no es muy grande, así que con la libreta toco suavemente su abdomen, creo que por donde está su ombligo, él toma la libreta y se gira.
Se gira y se pone la capucha para que no lo vea.
¿Por qué? ¿No querrá que vea su reacción? Pero si ni si quiera sabe qué es lo que está escrito.

Hola, perdón que lo escriba pero hay mucho ruido y personas como para decirlo en voz alta, mi punto es que ya no quiero que cosas así de simples como sentarnos a un lado sea tan incómodo así que ¿Quieres ser mi amigo de nuevo?