El mejor día

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Hoy fui a la escuela porque... Me encanta.
Además veo a mis amigas.
Y a ti.
Pero desde hace dos días me siento mal, tengo gripa.
A partir de la segunda clase (educación física) comencé a sentirme peor.
Estaba mareada, tenía escalofríos, me dolía la cabeza, tenía sueño, me sentía torpe, sentía que me podía caer en algún momento.
En educación física nos hicieron trotar 10 minutos seguidos, lo cual no es bueno si no puedes respirar, además de los ejercicios de siempre como abdominales.
En inglés hicieron examen sorpresa.
No me quería ir pero mis amigas insistieron en que llamara a mi casa o me podía poner peor.
Ellas estaban de acuerdo en que me veía pésimo, con frases como "pobrecita", "pareces zombi", " te ves muy mal", "si querías estar en The Walking Dead sólo tenías que usar maquillaje", frases siempre tan alentadoras, aaaahh (es un suspiro) amigas.
Tenía examen de química, así que decidí quedarme sólo hasta terminarlo.
En recreo le pedí a mi mamá que viniera por mi a las 12:10 porque a esa hora terminaba química, por suerte ella estuvo desocupada y me dijo que si.
No comí nada, no me sentía con hambre, ni bien, ni ¡nada! Me mareaba estar de pie e incluso a veces estando sentada también.
Me acosté en mis brazos pero no podía dormir.
El recreo pasó y volvimos al salón.
En el camino te encontré y como siempre sólo pasaste de largo.
Tocaba compu, eso estaba bien ahí todo era tranquilo. La Miss de francés llegó y nos avisó que no había compu porque Miss Luz no había venido. Por lo menos así no tuve que bajar escaleras.
La clase pasó lento, ni si quiera pude contestar los ejercicios, no vino nada a mi cabeza en 20 largos minutos. Después de media clase de nada, tomé mi cuaderno de química y empecé a repasar a escondidas... 5 minutos después la Miss Ro nos dio permiso de estudiar química porque se dio cuenta que medio salón lo hacía y supongo que no le quedaba de otra.
Repasé los 10 temas y me sentía más que lista.
Sonó la campana y todo se fue a la basura.
-¡Aiiiuuuuda! ¡No sé nada!
-Ay y ¿crees que yo si men? -Dijo Vale moviendo las manos por todos lados con los ojos entrecerrados terminando por tocarse ella misma desesperada.
-Ay ustedes qué, o sea yo, yo ya reprobé - Dijo Azul remarcando la palabra yo y  escondiéndose en sus brazos.
-Se me olvidó todo lo que estudié -Dije con tono y cara de sufrimiento.
-Bueno pues un gusto haberlas conocido - Habló Azul mientras nos extendía la mano y nosotras la tomamos y movimos despidiéndonos cordialmente.
-Tengo frío - Les dije encogiéndome un poco.
Valeria me tocó la frente y los cachetes con el dorso de su mano, rápido, con auténtica preocupación maternal.
-Tienes fiebre -dijo seria y con voz grave- estás caliente.
No hice nada más que verlas durante... No sé si pasaron segundos o minutos.
-¡Hola chicos! Saquen una pluma negra, una roja ó de algún otro color que no sea negro para balancear las ecuaciones y su transportador por si les toca el examen tipo B.
Volteé a ver a mis amigas haciendo puchero.
El profesor empezó a repartir exámenes, al primero de la primer fila le dio 7 exámenes.
-Todavía no los pases.
Al primero de la segunda fila le dio otros 6 exámenes de una pila diferente de hojas, al de la tercer fila le dio 6 exámenes más de la pila que había dado a la primer fila y así siguió alternando hasta terminar con las 5 filas.
Hay una sola banca hasta el final, es una sola porque están los lockers atrás de ella, ahí me siento yo pero no sufro, no me siento sola porque en la fila de al lado es donde están mis amigas; cuando el profesor llegó a mi me extendió mi examen y cuando lo iba a agarrar lo quitó y se lo quedó él, entonces mi cara se debió ver muy confusa y graciosa porque el profesor ser rió y dijo:
-No te preocupes es que estoy pensando algo... ¿Te puedes pasar allá a donde está Alberto? Para que esté aquí y no distraiga a los demás.
-Okey.
-¡Beto! Pásate para acá.
El profesor dejó el examen en la banca y regresó a su escritorio, Beto se levantó y vino de mala gana, yo volteé a ver a mis amigas haciendo una trompita y me fui, ellas levantaron su mano estirando todo su brazo en un gesto como en las películas que no quieren que alguien se vaya pero se aleja y Valeria movió los labios, sin hablar, para hacernos entender "adiós vaquero", las tres sonreímos y me senté en el lugar de Beto, fue mucho drama considerando que sólo me fui hasta la esquina contraria del salón.
Ahí hacía más frío, la ventana estaba abierta y entraba el aire, me sentía peor con eso pero viendo el lado bueno la fiebre no subiría.
-Bien chicos tomen uno y pasen los demás para atrás.
Tomé el mío, el último, era tipo A, así que me emocioné porque no tendría que usar transportador.
El profesor dijo las instrucciones y lo que pasaría si alguien hacía trampa, después dijo que en el examen tipo A hubo un error, nos dictó la nueva pregunta y todo iba de maravilla porque era mucho más fácil hacer el modelo de la mecánica cuántica, Bohr y Lewis con el elemento que dictó el profesor.
Terminé el examen justo cuando dieron el toque, pasamos los exámenes al frente, el profesor los recogió, se despidió y se fue.
Regresé a mi lugar a guardar mis cosas, nuestra asesora vino al salón para decirme que mi mamá ya había llegado. Me puse mi mochila, tomé mi i Pad y mi lunchera.
Le dejé mi libro de mate a la Miss Lau porque hoy iba a revisar todos los libros y cuando se dio cuenta que me iba, me pidió que lo pusiera en su escritorio para que lo checara y no tuviera que hacer 30 ejercicios nuevos para mi, Miss Laura acostumbra a que si alguien falta un día, deben hacer ejercicios diferentes porque podrían hacer trampa copiando de otro libro que ya estuviera revisado y con calificación.
Al acercarme a la puerta la mayoría del salón me deseó que me mejorara, sentí muy lindo eso en un día de la patada, en especial porque no esperaba que si quiera se hubieran dado cuenta que estaba mal y que me iba.
Bajé las escaleras lento, casi al final vi claramente como una bomba de pájaro caía frente a mi, me detuve rápido con los ojos muy abiertos y después de unos segundos me reí, simplemente pasé la mancha del piso y listo, si hubiera bajado un poco más rápido la cosa fétida me cae encima, pero mi suerte iba mejorando.
Entré a un pasillo para ir a recepción donde supuse que mi mamá me esperaba, no pensaba en nada cuando oí una voz muy familiar, esperé que fuera alguien más, tenía la esperanza de eso porque mi oídos estaban algo tapados... Pero no, al otro lado del pasillo diste la vuelta y venías en mi dirección.
Los dos nos detuvimos una fracción de segundo al vernos, pero rápidamente cada quien siguió caminando.
Bajé la mirada sabiendo que pasarías sin decir nada como siempre.
Sin sonreír.
Sin verme si quiera.
Me pregunté a mi misma porqué tenías que aparecer justo en ese momento y ¿por qué nos sobresaltamos si ya nos conocemos? ¿Por qué nos detuvimos, aunque sea sólo un momento, asustados de chocar, si estábamos hasta el otro lado del pasillo?
Sin levantar la mirada vi como te hacías todo lo que podías a tu derecha para que cuando llegara el momento de pasar al lado del otro estuvieras lejos de mi.
Mi vista seguía clavada en el piso cuando vi unos tenis frente a los míos y me detuve.
Volteé hacia arriba y te vi ahí.
Parado frente a mi.
Más alto que yo.
Con tus manos en los bolsillos.
Con tu cabeza un poco inclinada hacia abajo para poder verme a los ojos.
Tu espalda un poco encorvada.
Tu pequeña sonrisa de lado.
Sonrisa linda.
Sonrisa... Sincera.
Tu mirada tierna.
¿Sonreías con la mirada?
Nos observamos unos segundos, no sé cómo se veía mi cara, sólo sé que estaba impresionada y la verdad no sabía que hacer, se me hizo muy incómodo pero al mismo tiempo no quería que te fueras.
-¿Ya te vas?- dijiste simplemente por decir algo, supongo.
-Eeeh...si.
Vi como tus ojos se movían rápido, como escaneando toda mi cara, ¿tan mal me veo?
-Uh bueno... Bye.
-Bye- dije en un susurro porque me puse nerviosa cuando vi que te agachaste.
Te agachaste lento, o al menos eso se sintió, el momento se hacía largo y de pronto sentí un beso en mi cachete.
Tu beso.
No hice nada, sólo me quedé ahí parada y tú te fuiste caminando.
No sé si ya habrías salido del pasillo al patio para ese entonces o todavía no, pero reaccioné y me di cuenta que tenía la boca un poco abierta, volteé y ya no estabas.
Mi expresión no cambió y por mi mente corrían muchas preguntas que ni si quiera puedo decir porque estaban, o están, muy revueltas, son demasiadas y se enlazan, van de una a otra y no sé si quiera lo que pienso, lo que ya pasó por mi mente, lo que viene próximo en fracciones de segundo es cosa del pasado.
Me hablaste.
Te despediste de mi.
Te despediste de mi de beso.
¡De beso!
Aunque yo no hice lo mismo, ¡qué vergüenza!, ¿y si ahora crees que no me caes bien?
¿Por qué justo ahora que luzco horrenda?
¿Por qué no reaccioné?
¿Por qué sólo me quedé ahí embobada?
¿Te diste cuenta de que me gustas?
¿También quieres volver a ser mi amigo o lo hiciste por cortesía?
¡Fue horrible!
Fue hermoso.
Fue tierno.
Fue dulce.
Incómodo.
Sorpresivo.
¡Qué mal!
¡Qué bien!
Fue el peor día de mi vida.
Fue el mejor momento de todos.
No espera, hay muchos más pero es que esto me encantó... No fue lindo.
Me hizo quedar pasmada de miedo, confusión y alegría.
Seguí caminado pensando en eso, llegué a recepción y mi mamá se levantó del sillón.
-¿Y ahora tú? ¿No que te sentías mal?
-Pues si.
Mi mamá entrecerró los ojos y rió.
-¿Entonces tu sonrisota?
¿¡Qué!? ¿Estaba sonriendo? ¿Por qué seguía embobada?
Caminamos hasta la puerta de salida, mi mamá firmó la lista que ponen para marcar que vino por mi, seguimos caminando por la calle buscando un taxi porque justo ese día el coche no circulaba.
-¿Por qué estás tan feliz chamaca?
-Nada, no sé.

Si estuvieras aquí conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora