Vengeance (#2)

22. Volver a casa

- Son todos así de raros? -preguntó Mary a Anne cuando ellas abandonaron la casa para pasear por los alrededores. Aunque en realidad no llegaron ni a abandonar el porche. Se sentaron en los escalones de la entrada y le dejaron la tarea de limpiar la cocina a los hombres. Anne interiormente todavía se reía de la expresión de Ven cuando después del café y el postre se levantó de la mesa y le señaló la encimera.

-Pues aunque no te lo creas algunos son incluso más raros-se rio Anne. -pero son buena gente.

-Explícame como has pasado de poner cámaras para pillar al psicópata de los gusanos a estar casada con él. Porque te aseguro que sigo sin comprenderlo del todo.

Así ambas se rieron mientras Anne le relataba todo lo sucedido a su amiga. Quien después de reírse un rato no pudo aguantar mucho más y entró corriendo a la casa a hacer pipi.

Mientras Anne esperaba el regreso de su amiga aprovechó para mirar en su móvil los diferentes profesionales del tatuaje que podrían cambiar una Luna de alambre de espinos por una Luna real. Estaba decidida a que Ven honrara el sueño de su antigua compañera como debía ser.
Encontró una artista del tatuaje que casualmente desempeñaba su labor en California, así que parecía que la suerte le sonreía. Mientras miraba el móvil volvió su amiga. Visiblemente más acalorada que antes.

-Porque has tardado tanto?

-Me he encontrado con el neandertal. -resopló Mary - no te vas a creer lo que me ha dicho.
-Tranquila. No puede ser para tanto. Siéntate y hablemos.

-Me dijo que tal vez si hubiera sido más dócil y sumisa en la cama mi macho no buscaría la compañía sexual de otros.

-QUEEEE??? No me lo puedo creer, pero como se le ocurre decir algo así? Espera ,eso no le pega a los especies. Suelen ser muy respetuosos con las mujeres.

-Vale si. Cuando fui al baño estaba ocupado y como tardaba mucho en salir empecé  a aporrear la puerta y a decirle que saliera.

-Pero Mary. Como se te ocurre hacer algo así? Podría estar haciendo... ya sabes.

-Que no. Le he oído perfectamente a través de la puerta. Estaba hablando por teléfono con alguien. Algo sobre un peligro y unas cicatrices.

-De todas formas no debiste aporrear la puerta y lo sabes.

-Si. Pero es que ese hombre tiene algo que me saca de mis casillas.
De todas formas no lo tendré que aguantar por mucho tiempo. Debo volver a casa. Mañana tengo que comer en casa de papa.

-Anúlalo y quédate aquí al menos unos días. Puedes trabajar desde cualquier lugar.

-No puedo nena. Me encantaría quedarme , pero debe ir. Debo decirle a Papa que estoy embarazada. Quería esperar a que estuviéramos casados para decírselo , pero visto lo visto no tiene sentido retrasar lo inevitable.

-Tu padre te adora.

-Si, lo se. Y se que también adorará a la niña. Pero no por ello yo dejaré de ser una madre soltera. Y eso es algo que lo decepcionará profundamente. Tu lo sabes.

-Iré contigo. Se lo diremos juntas.
-Ni hablar. Tu no puedes salir de aquí. O es que quieres pasar los próximos 30 años en chirona?

-No seas tonta. Además ahora que estoy emparejada con Ven las leyes de fuera no me afectan. Puedo entrar y salir cuando quiera.

-Y que pasa con aquellos a los que no les importa las leyes? No, tu mejor quédate aquí donde sé que estas a salvo.

-No esperaras que te permita marcharte sola? Iré contigo y no hay nada más que decir.

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De  nada sirvió toda la vehemencia con la que Anne afirmó que acompañaría a su amiga. En cuanto comunicó sus planes a su hermano y a Ven ocurrió algo que ella no se esperaba para nada.
Por primera vez los dos estuvieron de acuerdo en algo. Y así es como tuvo la primera discusión  de pareja con Ven.

Ella se negaba a permitir que su mejor amiga volviera a conducir sin parar hasta casa. Eran muchas horas y más para hacer el viaje sola.

Pero los dos hombres uniéndose en su contra prohibieron tajantemente que Anne abandonara la reserva.
La discusión duró varios minutos y quien introdujo algo de cordura a ella fue Harley, quien sugirió que la joven volviera a casa en avión y que contratara un servicio de mensajería para que le llevaran el coche.
Todos llegaron a la conclusión de que esta sería la mejor solución a su dilema.

También se habia producido otro momento de tensión cuando Mary, saliendo en defensa de su mejor amiga le pidió explicaciones a Trey sobre el sufrimiento que había padecido su mejor amiga.
Así Trey explicó todo lo ocurrido una vez más. Para cuando acabo con sus explicaciones la joven Mary estaba llorando, después culpó a las hormonas del embarazo que la hacían sentirse mucho más sensible.

-Yo no soy así, de verdad que no, pero por algún motivo es como si tuviera un grifo abierto que no para de soltar agua. Desde hace un par de semana que no hago otra cosa más que hacer pis y llorar. Y os aseguro que no es nada agradable.

-Deberías hacer las paces con tu macho y permitirle que te cuide. -dijo Jericó. -todo el mundo sabe que las mujeres embarazadas requieren mucho cuidado y que suelen malinterpretar las situaciones.

-Es un poco difícil malinterpretar cuando entras en la habitación de tu mejor amiga y te encuentras a tu futuro marido a cuatro patas siendo sodomizado por el vecino de enfrente. -dijo Anne furiosa por las palabras de Jericó, le parecía inconcebible  que este se hubiera puesto de parte del infiel.- lo que deberías hacer es quedarte aquí. Yo cuidaría de ti.

-Ya lo se nenita. Pero debo volver a casa. Hablar con Papa y arreglar mis asuntos. Además por muy desilusionada que esté con él ,no es justo que me lleve a su hija a otro estado.

-No pensarás casarte con el? -dijo Ven.

-Claro que no. Voy a buscar la forma de que cuando nazca la niña podamos llegar a un entendimiento en el régimen de visitas.

-Sigo creyendo que deberías venir aquí.

-Ahora estas casada recuerdas?? No me puedo acoplar a tu casa así como así. Vendré a visitarte, lo prometo. 

-No quiero que te vayas. No me fío del señor capullo. No creo que acepte fácilmente que lo expulses de tu vida. Al menos quédate en casa de tu padre unos días hasta que las cosas se calmen un poco.

-Crees que el humano pueda ser violento e intentar hacerte daño? -preguntó Harley. -si es así es mejor que no te encuentres con él a solas.

-El no es violento.. bueno nunca lo ha sido. Tampoco ha dado muestras nunca de que sintiera atracción por los hombres, así que creo que iré a casa de mi padre.

-Adoro a tu padre. Es el mejor hombre que he conocido en toda mi vida. Ya verás como se pone de tu parte. Te ama.

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Jericó ya en su cama volvió a revivir los acontecimientos del día.

La joven humana parecía triste mientras hablaba de su padre. Por lo que pudo averiguar al parecer había posibilidades de que el padre aunque era un buen hombre se desilusionaría con ella. Jericó no sabía que pensar de eso.
Era normal que ella no quisiera casarse con un hombre que compartía sexo  con otro macho. Si el padre no estaba de acuerdo era que no se merecía el aprecio que las dos hembra parecían tenerle.

Jericó durmió convencido que lo que pasara a la humana no tenia nada que ver con el. Conscientemente sabía que esa pequeña hembra sólo supondría problemas.
Pero al parecer su subconsciente no estaba de acuerdo. Esta noche soñó con ella.
Y sólo fue la primera vez.
Por la mañana reafirmó su opinión de la hembra.
Era peligrosa.