16. Me voy

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Una vez más Ven estaba en la cocina de Anne, pero esta vez él  no esperó a ser invitado, después de la reunión que había tenido sobre su ratona y de despachar a los agentes que vinieron con la intención de llevársela, Ven decidió poner en práctica su brillante plan de manera inmediata, así que armado con unos deliciosos gofres , los hizo traer desde el pueblo por Marc, quien no estuvo nada contento de ser reducido a chico de los recados, se preparó para la guerra.
Lo de los gofres en su opinión era un golpe maestro, así ¿Cómo lo decían los humanos ? Mataría dos pájaros de un sólo tiro . No es que a él  le gustará matar pájaros, de hecho sólo cazaba animales que luego consumía, y no se imaginaba comiendo ninguno de los pájaros que volaban en la reserva, esos animalitos pequeños y coloridos no saciaría el hambre ni del pequeño hijo de Valiant.

Se coló en la cocina de su ratona, la noche anterior no prestó atención al lugar, así que aprovechó que estaba sólo y cotilleó un poco, no sabía porque el hermano de Anne le habia sugerido comprarle una aspiradora para que limpiara la casa, a su ver ya estaba lo suficientemente limpia, vale, quedaban un par de vasos en el fregadero, pero en su opinión no era algo fuera de lo común. En su propio apartamento había muchísimo más desorden. Ahora que lo pensaba igual si que tendría que comprar una aspiradora, pero para si mismo. Aunque ahora que se iban a emparejar tal vez ella se ocuparía de esas cosas.

Contento de haber solucionado el tema de la aspiradora, se puso a preparar el café, aprovechó que había una radio y la encendió, estaba silbando al ritmo de un canción de Derulo,  Cuando entró su preciosa ratona en la cocina.

-Se puede saber que haces aquí a las 7 de la mañana? Eso lo estas cogiendo  por costumbre, ayer te fuiste de aquí a las tres. ¿Sabes que también puedes venir de visita a horas normales? O llamar antes?

-Buenos días para ti también mi hermosa ratita. Alguna vez te han dicho que tu belleza sólo se equipara al primer rayo de sol después de una furiosa tormenta?

-Ehh, no. Nunca nadie me ha dicho eso en particular.

-Es la pura verdad.

-Vale... gracias. Dos cosas: la primera que haces aquí y la segunda y más importante...¿eso es café?

-Si es café, y te he traído gofres. Tenemos que hablar.-mientras ella se sentaba en la mesa el le sirvió una generosa taza de café y le acerco los gofres y el azúcar-Seguridad Nacional a venido por ti-ella se puso pálida al instante , su mano se quedo a medio camino de la taza de café- no te asustes.

-Tengo que irme. -y salió corriendo de la cocina y subió corriendo las escaleras rumbo a la planta superior.

VEN sorprendido la siguió hasta su dormitorio, allí pasmado vio como empezaba a quitar ropa del armario y a tirar la sobre la cama.

-Que haces?

--Tengo que irme. No puedo, de verdad que no puedo. Me encerraran, y cuando no pueda más me obligarán a hacer cosas horribles, no puedo. Debo irme, lejos. Cambiar de identidad, me he preparado para eso. Esperaba no tener que llegar a tanto. He reservado dinero y creado un perfil falso a prueba de harkes.-ella parecía hablar consigo misma en lugar de con el. De hecho parecía haber olvidado que él también estaba en la habitación.

-No te vas a ir a ninguna parte. -como ella no paraba de moverse, de un lado a otro del cuarto, él la sujeto de los brazos y la zarandeo levemente para que ella le prestara atención- escúchame no tienes que irte de aquí y nadie te va a obligar a marcharte. Ahora estas en tierra de ONE, y aquí tu justicia no tiene poder.

-Si que tiene, no lo entiendes pero tenéis un acuerdo con el Gobierno central según el cuál hacéis un intercambio de prisioneros cuando estos serán acusados de terrorismo. Puesto que cualquier delito doloso contra los nuevas especies son considerados terrorismo ese acuerdo os beneficia, pero yo soy considerada ciberterrorista y estáis obligados a entregarme. No tenéis otra oposición.-ella derramó lágrimas mientras explicaba a Ven su precaria situación.

-Si que hay otra opción. Pequeña por favor no llores, yo puedo protegerte.

-No, no puedes. Nadie puede.

-Yo puedo. Si te conviertes en mi compañera quedarás protegida por la ley de las nuevas especies.

-QUE!!! Estas loco? No puedo pedirte algo así!

-No me lo estas pidiendo. Y no voy a permitir que te vayas.

-No puedes detenerme.

-No? -y él que la tenía agarrada por los brazos con un sólo movimiento la tiró sobre la cama. -soy más grande y fuerte que tú.  Y no te permitiré que te alejes de mí, aunque para eso tenga que atarte a la cama. -y viendo que ella intentaba escaparse por el otro lado de la cama la agarró del pie y tiró hacia el. -No voy a dejar que te pongas en peligro o que te dediques a huir toda tu vida.

-No lo entiendes-dijo mientras agitaba el pie e intentaba escaparse, en uno de esos tirones logró que él perdiera el  equilibrio y cayera sobre ella en la cama. - Si no me voy me encerraron y no puedo emparejarme contigo, se que eso es como casarse y no puedo. No te conozco y no se nada sobre ti.

-Eso tiene solución.

Y la beso apasionadamente.

Vengeance (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora