19. Unidos

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Ella firmó.
Verla mientras garabateaba en los papeles fue como si le quitaran un gran peso de encima.
Por fin estaba completo otra vez, cuando su compañera falleció en sus brazos sintió como si el mundo hubiera dejado de girar. El dolor fue tan grande que el era ti primero en admitir que durante un tiempo había sido muy errático.
Había estado tan perdido... echando la mirada atrás fue consciente de todas las locuras que cometió, empezando por casi violar a la compañera de otro macho, en su mente retorcida creyó que si tomaba posesión de su cuerpo ella le sería leal y supliría a su compañera. Después casi secuestra a Zandy cuando esta se cruzó en su camino a la salida de la cafetería. Ella olía a celo y el creyó que estaba interesado sexualmente en él. Su intención era llevársela a casa y hacerse cargo de ella...

Por eso con su ratona había querido tomarse las cosas con calma. Ser suave, cortejarla... y una vez más metió la pata. Pero por increíble que pareciera a ella parecía no importarle, y había accedido a ser su compañera.

Todavía estaba en las nubes mientras devoraba el desayuno que ella preparó. Que bien cocinaba su compañera, ya no tendría que ir a la cafetería todos los días a comer.
Además estaba tan bonita mientras firmaba los papeles sólo vestida con su camiseta que no pudo contenerse, y acercándose por detrás la agarró por la cintura y la sentó sobre la encimera de la cocina. Y sin más preámbulo, mientras ella todavía se quejaba de lo frio que estaba el mármol empezó a besarla.
Y lo que empezó como un beso de felicidad rápidamente fue absorbido por la increíble lujuria que ella despertaba en él .

-Esa camiseta es mía. Y no me has pedido permiso para ponértela.

-Que descuido de mi parte. -y mientras acariciaba sus hombros con sus suaves manos, se inclinó hacia delante y después de un pequeño mordisco sobre su pectoral preguntó -¿Ven, me prestas tu camiseta?

El fingió pensarlo por un momento, incluso puso cara sería y se toco los labios con un dedo para dar más dramatismo a la conversación.

-No, devuélvemela.

Y ella tuvo que devolverla, lentamente se la quitó y con cada pulgada de tela que levantaba dejaba expuesto su hermoso y curvilíneo cuerpo. Cuando finamente se deshizo de la camiseta y se la tendió a él,  este la lanzó por encima del hombro y acabo aterrizando en medio de suelo de la cocina.
Ya no fue tiempo de bromas o de simples palabras. Caricias y besos pasaron a ser su idioma.

Ella desabrocho los botones de los pantalones de el y los empujó con los pies hacia las piernas y no puso evitar volver a quedar fascinada con la espléndida muestra de masculinidad que aterrizó sobre sus manos.
Lentamente ,y mientras el emitía suaves gruñidos, ella lo acarició. Desde el eje hasta la punta, arriba y abajo, primero lento y luego más rápido y duro.
Cuando el ya se sentía incapaz de soportar tanto tormento a la fuerza le quitó las manos de su polla. Mantuvieron una pequeña lucha que el ganó, lo cual era lógico si se tenía en cuenta que esta estaba pegada a su cuerpo.
Luego el traslado las manos de ella a su cuello y tomando de las nalgas la levantó de la encimera y alineó consigo mismo.
El siguiente paso, y en opinión de Ven el mejor, fue penetrarla de una sola embestida.
Por toda la cocina sólo se escuchaba los gritos de ella y los gruñidos de él.
El estaba encargado de todo el movimiento y ella se limitaba a sentir.

-Un poco más...casi... .casi...ahghgg.

El lento gemido de ella y las contracciones alrededor de su miembro fue todo lo que necesitó Ven para alcanzar él también el cielo. Mientras se corría y sentía como su polla se hinchaba hasta ocupar todo el espacio dentro de ella, Ven pensó que estaba en el cielo, el paraíso , que nada podía estropear aquel momento de pura luz y felicidad.

Se dio cuenta, cuando segundos después de su orgasmo la puerta del salón de ella fue abierto estrepitosamente y el escucho como el hermano de ella los llamaba a gritos , lo equivocado que estaba.
Sólo tuvo tiempo de darse la vuelta y que ella no estuviera visualmente expuesta , cuando por la puerta de la cocina entraron Trey, Tim, Marc y Jericó.

-Ohhh Dios mío. Que cojones haces ?

Ven no se molestó en contestar a su nuevo cuñado humano, sólo trono un furioso FUERA!!!!

Ella con la entrada de todos aquellos hombres no se habia ni molestas en decir nada, sólo escondió el rostros en el hombro de el y decidió fingir que su hermano no acababa de pillarle desnuda manteniendo relaciones sexuales con un hombre ,igualmente desnudo, en  la cocina .
Y por si fuera poco ese hombre en concreto todavía estaba dentro de ella.

-Ven... déjame en el suelo.

-No puedo nena... Todavía no ha bajado la hinchazón.

-heee?

-Soy canino. Nosotros nos hinchamos en la base de nuestras polla después del orgasmo, ¿no lo sientes? -y el se movío sólo un poquito dentro de ella.

-Si... creí que eran imaginaciones mías. Algo más que deba saber? -dijo ella mientras se movía un poquito para sentir de nuevo la hinchazón en su interior, era algo diferente a cualquier cosa que hubiera sentido jamás.

-Que te amo.

Vengeance (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora