-Te quiero-El recuerdo, siempre volvía después del desmayo, después de que Christian me hacía sentir bien-A dónde vamos?-Mi pequeño vestido se movía al ritmo de mis pasos
-Pequeña conocerás cuanto te quiere tu primo -hijo de puta, bastardo de mierda, podía sentir como mis lágrimas bajaban, estaba en algún espacio del recuerdo pero no sabía en donde-Entra
-Es tu habitación-Un sollozo salió de mis labios, sabía que nadie podía oírme-Jugaremos?
-Claro que lo haremos-Mi sonrisa inocente me hacía arder el pecho, si tan solo hubiese sabido lo que ese hijo de puta me iba hacer
Su cuerpo se fue directo hacía el mío, no me podía mover, él empezó a quitarme mi lindo vestido-Que haces primo?-Mi voz eran pequeños lloriqueos inaudibles, como no me dejaba sacar el vestido, tan solo lo rompió, su manos y labios empezaron a tocar todo mi cuerpo, me sentía asquerosa
No quería ver más todo esto, me lastimaba, me lastimaba más el puto recuerdo que otra cosa
-NO, NO- mis gritos eran más susurros que otra cosa, él no paraba, en el momento que entro acabo con toda mi vida
-NOOOO- el grito me dejo sentada en donde quiera que estuviese, mire a todos lados, pero no reconocía el lugar, era totalmente blanco, con unas meses negras muy elegante, la cama en donde estaba era gigante
-Dahian, estas bien-El castaño corrió a envolverme en sus brazos, lo recibí sin dudarlo y me encuche en su pecho, los latidos de su corazón parecían calmarme-Todo está bien-Daba pequeños toques en mi espalda de arriba hacia abajo, no sabía como pero estaba logrando tranquilizarme, me levanto poniéndome en su regazo y abrazándome más fuerte, su mano se movía por mi brazo izquierdo suavemente dejando que mi corazón dejara de latir tan rápido
Estuvimos así por un buen tiempo, Christian abrazándome y yo dejándome calmar con su respiración, ninguno se atrevía a romper el confortador silencio que inundaba aquella habitación desconocida
-En dónde estamos?-Mi voz era áspera y lejana, puse los ojos en mi cuerpo y una enorme bata blanca cubría todo mi cuerpo-Y MI ROPA!?-Estaba segura que tenía la interior pero...-Tú....me....
-Estamos en mi habitación-En ese momento mi pregunta quedo en el aire y mis ojos trataron de grabarse cada cosa del lugar-Esa bata es de mi madre-Mis ojos se enfocaron en el rostro apenado de Christian-Yo te quité la ropa llena de huevo, tu estuviste de acuerdo-Su cara era un poema
-Me viste desnuda?
-NO, claro que no-Sus ojos parecían platos-Tu misma te lavaste, no recuerdas nada Dahiana?-Su ceño se frunció
-No...yo...-Lo mire apenada-Cuando me dan esos ataques entro en una especie de abismo donde no soy consciente de lo que hago, yo simplemente me muevo involuntariamente-Traté de recordar alguna cosa, pero nada venía a mi
-Quieres decir que la vez en tu casa tampoco recuerdas?-Negué con la cabeza-Eso es realmente extraño e impresionante, algún especialista te ha visto?-Volví a negar con mi cabeza, me moví de sus piernas, ya empezaba a sentirme un poco incomoda sobre ellas
-Exactamente qué pasó?-Él se puso frente a mí-En las dos ocaciones....
-En la primera solo pronunciabas un nombre y me decías que no te soltara-Sus ojos no dejaban de estar atentos a los míos-Y en la segunda subiste a mi auto y me dijiste que te llevara conmigo, que querías estar conmigo-Sentí un escalofrió por todo mi cuerpo y él sonrió tímidamente-Que es lo que tanto te asusta Dahiana, volviste balbucear ese nombre...Ben-Mi corazón se detuvo al igual que mi respiración, ese nombre, escuchárselo decir a Christian era peor de asqueroso, no quería que él lo pronunciara, ese gilipollas no merecía ser si quiera recordado
-Es mi primo-Las palabras salieron más ruda de lo que pretendía y el ardor en mi estómago era insoportable-Nada bueno de mi pasado, y lastimosamente el causante de cada uno de mis ataques
Y sabía que estaba a punto de contarle todo a Christian.
