El maldito bar donde Christian me había llevado por primera y última vez apareció en mi campo de visión
-Vamos bebé, no tengo toda la noche-Quería salir del auto pero mi cuerpo parecía estar adherido al asiento-Que te pasa Dahiana?-Una sonrisa nerviosa salió de los labios de Dylan
-No es nada, solo...-Miré de nuevo hacía el bar que ahora tapaba un poco el cuerpo de Dylan-Solo necesito un poco de aire, sentí un pequeño mareo-Él me miro extrañado y no se opuso a lo que dije
Tenía que tomar fuerzas, él no estaría ahí, él no es así, él debe estar en su casa haciendo los deberes
Pero y si estaba, que mierda haría, lo he estado ignorando casi por un mes, no...
-Dahiana, puedes por favor mover tu lindo trasero allí adentro-Alcé mi mirada miel para encontrarme con una avellana-O lo haré yo mismo, tú decides-Sonrió maliciosamente y yo suspire exhausta, de qué?, ni idea!
-Eres un completo fastidio-Me levanté del asiento sin saber muy bien cómo y por poco caigo por culpa de mis piernas que no hicieron el mismo trabajo que el resto de mis extremidades, Dylan me tomo entre sus brazos y sonrió, de nuevo, de esa manera maliciosa que lo hacía ver tan jodidamente bueno
CONCENTRATE!
Él me tomó por mi cadera mientras sus labios se unían a los míos, su boca tenía un sabor diferente y muy difícil de explicar, a veces se sentía un poco a chocolate, otras a menta y muy a menudo a tabaco
Me separé dándole una sonrisa no muy expresiva y me llene de valor para entrar en ese lugar
La puerta se abrió y todo el lugar seguía igual que la última vez, exceptuando que ahora había más gente y que la música sonaba un poco más fuerte
Mis ojos buscaron impaciente encontrarme de lleno con unos grises pero ningún rastro de Christian, eso me hizo estar un poco tranquila
-Vamos!-Me empujo Dylan con su mano derecha hasta llegar a la conocida barra de bebidas, en este caso era una mujer la que servía las bebidas, cosa que no me gusto para nada-Me das dos tragos de lo más fuerte que tengas linda, gracias-Le había guiñado un ojo a la rubia de la barra, con lo que me gustaban las rubias!
-Que fue eso!-Lo mire achicando mis ojos-La conoces?-Esta bien, no debería ponerme en plan celosa, menos cuando no lo soy
-No, cálmate fiera-Me sonrió tocando mi barbilla y acercándose peligrosamente-Solo soy tu siervo-Un extraño escalofrió recorrió mi cuerpo y noté que Dylan decía esas palabras con mucha intención
Bailamos todo lo más que nuestros pies soportaron, no quería separarme de Dylan, bailaba exquisitamente bueno, sus movimientos eran calculadores y muy excitantes, su cuerpo junto al mío me hacía pensar en cosas nada buenas, pero el sudor por todas nuestras extremidades y la gente aplastándonos y pisándonos cada segundo nos hizo detenernos y sentarnos
-Me encantas-Susurro con su voz gruesa y llena de placer, paso las manos por mi cintura y se sentó en un pug poniéndome sobre su regazo-Eres todo lo que deseo y no deseo en una mujer-Sus palabras me tomaron de sorpresa pero él no me dejó darle ningún reproche, porque cuando abrí mi boca para hablar él ya la había tomado con sus labios
Sus manos empezaron a recorrer por mi espalda bajando hasta mi trasero y acomodándome mejor sobre sus piernas, podía sentir su deseo por mi debajo de aquellos pantalones, el trago, la música y el sudor no ayudaban, me dejé llevar por todo mi instinto carnal y si no hubiese sido por aquellas voz tan conocida que llego a mis oídos juró que no sé dónde hubiese terminado con Dylan
-Dahiana?-Corté el beso cuando escuche mi nombre, esos malditos ojos grises me miraban asqueado y horriblemente mal
Esto cada vez se ponía peor.