Mi habitación se sentía fría y oscura, había intentado dormir pero las pesadillas no dejaban de aparecer
Mis extremidades dolían y el dolor en la cabeza no había cesado ni un poco, mi boca estaba seca y no me sentía lo suficiente fuerte como para ir a tomar un vaso con agua, mi cuerpo exigía calor pero la cobijas parecían ser solo una ilusión sobre mí, el aire congelado seguía dentro de cada fibra de mi sistema
Las palabras de Christian se acomodaban una y otra vez en mi cabeza haciéndome sentir miserable, el recuerdo de su tatuaje me hizo sonreír un segundo pero aun así no me podía sentir más que culpable de toda la mierda que había hecho con el castaño
Esa mañana me había levantado con la única idea de arreglar las cosas, pero nada salió como lo había planeado, ¿en que momento conoció a Tiffany?, ¿cuándo esa rubia teñida se enamoró de él?, claro está que no necesitas más de un mes para poder saber que Christian es un hombre admirable y eso fue el tiempo que él necesito para darse cuenta que yo no lo había valorado
Me removí en la cama mirando hacía el balcón, algunas luces se podían notar pero solo eran destellos que iban y venían de los autos
No quería perderlo, estar lejos de él cada vez parecía más repugnante y enfermizo
Tres golpes se escucharon el puerta principal, no quería moverme, pero parecían bastante insistentes, al parecer no había nadie en casa, me giré y me levanté evitando caerme, puse las pantuflas en mis pies, camine lento y con la mente ida, quien me viera podría jurar que había estado metiendo alguna porquería
Las escaleras parecían no tener fin y cada parte de mi me exigía quedarme quieta y tan solo volver a mi cuarto, pero los golpes seguían sin parar
-Un momento, ya voy-Grité muy cerca de la puerta y cuando tomé la perilla un extraño pensamiento vino a mi
Papá y mamá están en un viaje de negocio y dudo que Thomas alla salido sin sus llaves
Las únicas personas que podían aparecer en este momento eran Mia, Christian, Dylan o....imposible
Y sin esperar que mis sospechas se hicieran realidad deje que la puerta se abriera, un rostro que se veía algo mayor con una larga cicatriz por su mejilla apareció en mi campo de visión, todo su cuerpo inspiraba miedo y terror, tenía tatuajes desde su cuello hasta sus brazos, su mirada azul era una mezcla de dolor y odio, su cabello era bastante largo y estaba recogido en un especie de moño desordenado a la altura de sus hombros
Recuerdos, malditos recuerdos llegaron a mi cabeza, la debilidad que sentía minutos antes se volvió inaceptable para mi cuerpo, ardía por donde corría mi sangre y el temblor se apodero de todas mis extremidades
-Que mierdas haces tú aquí?-Su sonrisa hizo que un escalofrió me recorriera toda mi columna, sentía miedo, miedo puro
-No saludas a tu lindo primo, Dahiana?.
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