Era martes lo sabía, me levante y cogí mi ropa que estaba puesta a un lado de la cama del castaño, vi su cama revuelta y su cabello despeinado y recordé lo que había pasado hace menos de unas horas, pero todo pararía aquí
Me vestí lo más rápido que pude sin hacer mucho ruido, aún estaba oscuro y tenía que irme antes que Christain despertara
-Lo siento- susurre antes de cerrar la puerta del cuarto, en verdad lo sentía pero me prometí no volver a Christian, él simplemente estaba logrando cosas en una semana, cosas que nadie había logrado en años
Cuando iba saliendo de su casa, algo dentro de mí se estremeció, sentí que debía volver y acurrucarme en los brazos de Christian y no dejarlo así pero Dahiana Hale no era así, nunca lo fue y no lo será, no después de hoy
Salí de aquella bonita casa y me quede en medio de la cera con un frio espantoso mire para todos lados y no había ni un solo auto, necesitaba un taxi urgentemente, empecé a caminar en dirección, creo mi casa, pero no estaba segura y lo siguiente me dejo fuera de si
Un lindo auto que conocía muy bien se acercó a mí, el amanecer ya se hacía notar y pude divisar su rostro
-Hola linda, necesitas un aventón?-Su sonrisa era fascinante y tan perfecta aunque no tanto como la de Christian
No lo compares con él, estúpida
-Tal vez-Respondí alzando mi ceja y abrazándome con mis escuálidos brazos tratando de darme calor
Ahora te harás la difícil?, eres un desastre!
Mi conciencia era un desastre
-Vamos, sube te estas congelando-Sin saber por qué mire hacía la casa de Christian mientras Dylan bajaba de su auto para ayudarme a subir a la parte del copiloto, mis ojos se encontraron con unos grises que tenían una expresión oscura y dolida, mi corazón se achico al verlo ahí de pie en una de las ventanas de cristal, tarde unos segundos para reaccionar y subir al coche de Dylan
Mierda.