El plan era de lo más sencillo, lo primero era llevarme a la cama a Christian, endulzarle un poco el oído y después de eso le enseñaría que es la buena vida
-Mía ya le hice fumarse un cigarrillo, que es que se tomé una cerveza-Ya eran las 2 de la mañana y habíamos estado planeando toda esta mierda de la venganza con Mía que parecía reírse de cada una de mis ideas-Vale haremos esto más interesante-Mía levanto de sus perfectas uñas rojo sangre que se estaba arreglando sus ojos miel que me miraban divertida
-Que propones Hale?-Esto era más emocionante de lo que había planeado
-Muy sencillo, quiero tu deportivo si hago que Christian se involucre en toda la mierda de vida que llevo-Los ojos de Mía se abrieron de sorpresa, desde pequeñas habíamos soñado tener un deportivo pero mi padre se negaba a comprármelo y no exactamente por dinero ya que mi padre era él jefe del de Mía, así que esta era mi oportunidad-Dos meses, si en dos meses lo logró tu deportivo será todo mío
La cara de Mía era un dilema, y no puede evitar soltar una carcajada, mientras le daba la última calada a mi cigarrillo.
-Dios, Daha estás hablando de mi lindo deportivo-Sus ojos se achicaron al darse cuenta que hablaba enserio-Estas hablando muy enserio verdad?-Dijo poniendo sus ojos miel de nuevo sobre sus uñas y pensando-Y si pierdes yo que me ganó?-No aparto su mirada de sus uñas
-Eso ya lo verás tú-Le dije mirando hacía la película que habíamos puesta hace una hora-De igual manera me llevare tu lindo deportivo y un chico ilusionado-Ella blanqueo los ojos y se levantó hacía el gran refrigerador
-Esto merece un brindis-Río y segundos después el choque de las botellas sonaron por la habitación-Es una apuesta-Y definitivamente la mejor de todas.
