Capítulo 38

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-Si no quieres contarme, no lo hagas Dahiana-No era capaz de mirar a Christian, me sentía estúpida y pequeña, nadie me había visto de esta manera

-Esa carta...la que dejaste sobre mis apuntes-Él rozo sus manos con la mías estaban frías-Que tan ciertas eran las palabras que escribiste

-Podría decirte que nunca había sentido algo tan fuerte por alguien-Apreté mis manos con las suyas tratando de calentarlas pero parecía imposible-Antes de que siga...-Dudo lo que iba a decir y por fin lo miré, sus ojos grises parecían ocultar todo lo que estaba sintiendo ahora mismo-Me prometes que no te volverás a desmayar cuando te diga lo que siento por ti-Una sonrisa coqueta y prepotente apareció en el rostro de Christian y no sé como pero el calor que estaba empezando a crear en nuestras manos paso directo a mis mejillas-Te ves hermosa, así sonrojada, muy pocas veces te pasa-Baje mi mirada y libere mis manos de las de Christian para tomar la manta de su cama y taparme

-Eres un idiota-Mi voz eran balbuceos que se enredaban en las cobijas-Te detesto-Sabía que había una sonrisa en mi rostro, era consciente de eso

-No lo creo!-Se acomodó sobre mí y empezó hacerme cosquillas debajo de las cobijas

-BASTA CHRISTIAN!!-Sus dedos se movían por todo mi abdomen ocasionando que carcajadas estruendosas salieran de mis labios-NO SIGAS, POR FAVOR!!-Y sin pensarlo le di un rodillazo en su entrepierna

-DAHIANA!!-Su voz fue aguda y martirizada, me tape la boca con mi mano por inercia y empecé a reir-Eso...eso dolió mucho-Me levanté abalanzándome sobre él

-Lo siento-Dije apenada-Te advertí que pararas-Su rostro estaba sobre mi pecho mientras lo consolaba como a un niño pequeño pero él se despegó de mí y me lanzó violentamente a la cama-OYEE!-Chille cuando mi espalda amortiguo el golpe con el colchón

Christian volvió a estar sobre mí, tomo mis muñecas poniéndolas sobre mi cabeza y empezó a dejar besos muy agresivos en mi cuello

-No hagas eso!-Mi voz estaba llena de placer-Me vas a dejar marcas-él pareció no escucharme o no importarle, su boca subsionaba y mordía sin piedad mi cuello, el calor se acomodó en mi entrepierna y todo mi cuerpo se movía buscando su cercanía

-Claro que todo es cierto Dahiana!-No me había dado cuenta que tenía los ojos cerrados hasta que Christian hablo y los abrí para encontrar su definida cara frente a la mía, pequeños mechones de su cabello caían sobre mi rostro causando un agradable cosquilleo-Alguna vez has sentido que estabas bien, que todo lo que tenías era tan perfecto que no necesitabas nada más-Empezó hablar mientras yo intentaba componerme del excitante momento que causaron sus mojados besos-Pero llega un instante donde conoces algo tan bueno y peligroso que te das cuenta que en verdad no tenías nada, que lo único que te puede hacer sentir totalmente completo es aquello-Lo miraba atenta, él estaba apoyado en sus codos para no aplastarme

-Qué es lo que tratas de decirme-Le sonreí como estúpida, Christian rozó su nariz con la mía, yo por inercia cerré los ojos tratando de dejar en mi cabeza esta escena tan perfecta

-Qué yo sentía que no necesitaba nada Dahiana, hasta que conoci una mujer con un cabello largo y castaño-No me atrevía abrir los ojos, él empezó a dejar tiernos besos primero por mi frente-con una piel morena clara que me enloquece-Su besos tomaron un camino por mi nariz-con labios bien definidos que me hacen volar a cualquier lugar con solo imaginarlos-Toco sus labios con los míos y juro que mi cuerpo se desvaneció en ese toque y sus palabras-Con ojos mieles en los que me pierdo y no quiero que nadie me encuentre-Sus cálidos labios tocaron mis parpados-Y con un definido y perfecto cuerpo que no me deja respirar con tranquilidad-Sus manos apretaron mi cintura haciendo que un corto gemido saliera de mi garganta-Cuando te conocí Dahiana juro que nada volvió a ser igual, cada cosa en mi vida mejoró y aunque te lo dije en la carta, sé que eres un vicio que me está empezando a matar de a poco, pero con un dolor jodidamente tentador y bueno, me gusta lo que me haces sentir y no quiero alejarme, no quiero!

Hizo un movimiento rápido y me puse sobre él-Estas loco Christian-Levante mi ceja con suspicacia y él sonrió tiernamente-Y creo que me encanta-Lo besé desesperadamente, sus labios y su lengua me confirmaban cada cosa que me había dicho-Te contaré lo que pasó hace 7 años-Su respiración era inestable y solo asintió con su cabeza


DAHIANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora