《BTS One Shots》

Jin

Tu y Jin fueron al cine a ver una película de terror. Sabiendo lo asustadizo que es, decidiste hacer una apuesta con Jin. Si el se asustaba más viendo la película, el dejaria que tu le maquillaras y peinaras a tu gusto. En cambio, si tu te asustabas más, comerias un gran bocado de wasabi, tal y como él lo hizo anteriormente.

Obviamente sabías quién ganaría la apuesta, sino no la hubieras realizado. Como era de esperarse, Jin perdió, así que de regreso a casa estabas planeando que realizarle en su hermosa cara y cabellera.

- ___, te juro que si llegas a arruinarme el cabello lo pagarás caro. -Amenazó riendo.- Sabes lo hermoso que es y no quiero que nada le pase.- Dijo fingiendo hiperventilación para luego reir.

-Tranquilo, mi Pink Princess, aunque no parezca, se maquillar y peinar. Confía en mí, te dejaré DI-VI-NO.- Respondiste con tono creído.

Cuando llegaron a casa, lo llevaste rápidamente hacia tu tocador, tomaste una toalla y la colocaste en sus hombros.

-Vamos a fingir que jugamos al salón de belleza -Reíste, provocando una pequeña risa de parte de Jin.

Comenzaste humedeciendo su cabello, luego lo peinaste y secaste. Luego tomaste el gel de cabello y comenzaste a jugar con cada uno de sus mechones. Jin, al observar lo que hacías no pudo evitar preocuparse y reir.

Cuando dabas los retoques finales del cabello, el se observó en el espejo, e hizo lo siguiente: 

Sin dejar que se viera mucho tiempo en el espejo, giraste la silla en la que se encontraba, pues aplicarías el maquillaje. Decidiste hacerlo simple y sutil, para que no te reprochara nada.

Cuando finalmente terminaste, retiraste la toalla de sus hombros, lo hiciste levantarse del asiento y lo volteaste hacia el espejo.

-Pero...¿qué?.- Dijo riendo y cubriendo su rostro con una mano.

-¡Pero no te toques el rostro, arruinaras el maquillaje! -Dijiste casi gritando- ¿No te gustó? -Preguntaste fingiendo tristeza.

-No es eso, es que realmente se ve bien... -Admitió- Solo mira lo que hiciste con mi cabello, es fabuloso, y mira este maquillaje, creo que el labial me queda bien -Añadió riendo.

-Te dije que confiaras en mi.- Respondiste y le guiñaste un ojo.

-Creo que te contratare como mi estilista.- Bromeó.

-Tonto.- Reíste por lo bajo.

-Así me tienes.- Finalizó.