Relatos donde 7 chicos apasionados te trasportan a un mundo de romance y aventuras (?)
Historias cortas de Bangtan Boys en donde tú eres la protagonista.
• 100% Originales (◡‿◡✿)
• Prohibida adaptación (aunque sean cortos) sin créditos ¬.¬
...
-Deja de estar quejándote y te dejaré de molestar. -Respondió burlón.
-Siempre es lo mismo contigo. A la próxima ya no aceptaré salir contigo, menos si no me avisas que iremos a caminar en un sendero con muchas rocas. -Me quedé parada.- Además, ¿por qué tengo que llevar las cosas?. No me ayudas ni un poco.
-Solo llevo comida en la mochila, lo básico de un botiquín, una tienda de acampar y dos bolsas de dormir, deja de quejarte. -Rió y caminó viéndote.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Ojalá a la próxima te caigas...
-No me caeré tengo todo calculado. -Presumió.
-Claro, por supuesto. -Puse en blanco los ojos.- Jimin, aunque sea lleva la mochila por mí. Llevas técnicamente una mochila armada para un militar y me lo dejas todo a mi.
-No seas exagerada, camina. Igual ya llegaremos. -Jimin continuó caminando con esa sonrisa burlona que puso cuando llegaron al lugar y vio tu rostro cuando te fijaste que en lugar de ir a un centro comercial o algo, fueron a una pequeña montaña a acampar.
-Me hubieras avisado al menos... -Expresé, molesta.
-Ya te pedí perdón. Te dí un par de mis zapatos y te dí uno de mis suéteres. -Siguió caminando delante de tí.
Decidí ignorarlo y seguí caminando. Ninguno de los dos volvió a decir algo, todo el resto del trayecto fue de silencio entre los dos, junto con el sonido del aire alborotando las hojas de los árboles y las aves cantando.
-¿Ya vamos a llegar? -Rompí el silencio.
-Ya falta muy poco, ____.
-Me duelen los pies, los zapatos lastiman. -Me detuve y me senté en una roca.
-Bueno, descansemos un poco. -Se sentó en una roca frente a tí, estiró sus brazos y te regaló una de esas sonrisas que hacen desaparecer sus ojos.- Listo, ya levántate.
-¿Eh?, pero si me acabo de sentar. -Me quejé mientras él me hacía levantarme tomándome de la muñeca.
-Bueno, ya. -Hizo que me detuviera, se colocó detrás de mí y puso una mano en la mochila .- ¿Si la llevo yo, la niña estará más feliz?
Asentí rápidamente y el me quitó la mochila de la espalda.
-¿Qué haces? -Pregunté cuando se colocó frente a mí y puso un dedo en mi entrecejo.
-Te ves mucho más linda cuando no lo estás frunciendo. -Se inclinó un poco hacia mí, suficiente para sentir su respiración. Sopló en mi rostro y siguió caminando.
