Narra Candace:
Lo analicé completamente, habían muchas cosas, wéndigos, cambiaformas, metamorfos, rugaru, vampiros, hombres lobo, demonios, y más cosas. No lo podía creer. Cómo es que no leí este libro antes? Gran error.
Creo que mi padre sabe mucho, por lo cual debo de encontrarlo.
Volví a la cocina para comunicarles la idea de que iría en busca de mi padre.
Llevé el libro conmigo para mostrarles.
Ahí estaba Sam, con tanto alboroto lo había olvidado. Quería respuestas, claro que sí. Pero ahora entiendo. Había gente en peligro, ellos salvan vidas y no son reconocidos por ello. Fue el primero en notar mi presencia y me miró directamente a los ojos. Ese verde esmeralda con los que tanto había soñado. Esa boca fina y delicada que tanto necesité.
-Candace- fue lo único que dijo.
-Y bien, gatita, ya lo superaste? - dijo Dean estando muy cerca de Lola.
Si era una cosa era celosa, y más con Lola, conocía su historia.. O parte de ella. Y no quería que nadie más la dañara.
-Bien- dije poniéndome en el medio de los dos- pueden separarse aquí. Siguiente, si, lo superé. Tercero, Lola, recuerdas de que te conté que mi padre me había dejado un diario completo de estupideces?- dije
-Si, lo recuerdo, nunca me dejaste verlo porque era muy estúpido según tú- dijo.
-Exacto, pues venga, mi padre era cazador. O lo es. No lo sé. El punto es que el diario está lleno de información que podría ayudarme a saber más- dije entregando el libro para que lo vieran- y quiero ir en busca de mi padre-
-Claro-dijo Dean- pero no sabes nada de él. Cómo lo encontrarás?-preguntó
-Sé su nombre- dije mirando a Sam.
-¿Y cómo es? - dijo el morocho.
-Bobby Singer-
-¿QUÉ?- dijeron ambos con incredibilidad en los rostros.
-¿Lo conocen?- dije esperanzada.
-Claro, es como nuestro segundo padre- dijo Sam sin salir de su asombro- pero, por qué Bobby no nos diría que tiene una hija?- dijo ahora mirando al ojiverde de se hermano.
-No lo sé, viejo, pero hay que ir dónde Bobby- dijo el otro.
-Sam, puedo hablar a solas contigo?- dije, ya que no aguantaba más.
-Claro-dijo
Nos dirigimos a mi habitación pero en eso Dean nos detiene.
-Chicos, aquí mi sexy compañera y yo vamos a por unos tragos. No nos esperen despiertos- dijo guiñándome un ojo.
-Oye, en cuanto la toques, te mato- dije amenazante.
Lola besó mi mejilla y se despidió.
Sam ya estaba en la habitación y yo estaba muy nerviosa.
Entré y lo vi sentado en mi cama. Viendo una foto de mi en ese día, el primer baile al que fui y el chico no apareció.
-¿Es ese día verdad?- dijo mirando la foto.
-Si, lo es- contesté sentandome en frente a él en una silla.
-Supongo que te debo una disculpa, no?- dijo apenado.
-No, no es necesario. Entiendo. Sólo quiero saber por qué no me llamaste-dije lentamente. Y es la verdad, ya conocía la verdad, sabía el motivo por el cual no había asistido, pero no el por qué no me llamó o algo.
-Bien-dijo medio sorpendido- ese día estuve muy nervioso todo el día. Era al primer baile al que iba a asistir y con una chica que de verdad me gustaba. Había gastado todos mis ahorros en el traje. Y no me arrepentía, para nada. Cuando se iba acercando la hora, fui a tomar una ducha. Y cuando salí vi la hora, y luego sin querer tiré el teléfono al retrete. Éste no prendió más y yo probé poner la tarjeta sim en un viejo teléfono de Dean, pero se había bloqueado. Perdí todos los contactos. Y entre ellos el tuyo. Luego de que me vestí, me estaba poniendo los zapatos cuando mi hermano entró y comenzó a hacer las maletas, me dijo que lo sentía pero que nos teníamos que ir urgentemente. Yo me encontraba mal. No tenía tu número para avisarte y no sabía la dirección de tu casa para despedirme. Así que no tuve más remedio que irme. De verdad, lo siento, no he deseado otra cosa más que haber podido verte por última vez- dijo mirando al piso. Dios mío. Y yo lo culpaba por muchas cosas, Santa madre. No dije nada porque pensaba en qué decir.
Él se paró
-De acuerdo, entiendo, no te volveré a molestar- dijo tomando su chaqueta que estaba arriba de la cama, pero no lo dejé pararse y lo besé. Me senté en sus piernas y lo besé. Al principio no reaccionó, pero luego lo siguió. Con mis manos acariciaba su cabello mientras él recorría mi cintura. Comencé a desabrochar su camisa para luego quitarla, besé su cuello y bajé dejando un camino de besos hacia su pecho. Lo empujé para que se acostara y desabroché sus vaqueros bajo su atenta mirada y lo quité. Él me tomó por los hombros y me acostó debajo de él mientras me besaba con desesperación. Quitó mi ropa y comenzó a recorrer mi cuerpo lentamente, tomando como suya mi feminidad. Quitó mis bragas, y comenzó a lamer mi entrepierna. Me aferré a su cabello tan fuerte que creo que lo excitó más. Rápidamente, le rogué que parara. Se quitó el boxer. Madre mía, que grande es. Él me miró esperando aprobación para entrar.
Sólo lo besé y se hundió en mi. Comenzó lento, pero me estaba matando.
-Más Sam, más- rogué y él comenzó a penetrarme como nunca me lo habían hecho. Pegamos nuestros cuerpos y nos hicimos, dando todo de nosotros, sacando todo lo que habíamos guardado durante seis años. Seguimos así hasta que llegamos al orgasmo y nos tendimos en la cama, tapando nuestros cuerpos con las sábanas. Nos miramos a los ojos directamente hasta que él habló.
-Y ahora.. ¿Qué?- dijo.
-No sé, te irás otra vez, no?- dije dudosa.
-Debo hacerlo- respondió.
Entonces se me ocurrió una idea.
-Pues voy con vosotros- dije feliz- ustedes pueden enseñarme muchas cosas y yo a ustedes-
-No creo que te des cuenta de que es un trabajo peligroso- dijo riendo.
-No me importa Sam, puedo estar contigo y conocer a mi padre- dije acariciando su rostro dulcemente.
-De acuerdo, mañana arreglaremos las cosas con Dean- dijo bostesando- ahora a dormir.
Besó mi nariz y me volteé para que él me abrazara, sonreí y me dormí.

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Cruzando caminos(SamWinchester)
De Todo- ¿QUIÉN ANDA AHÍ? - ya no podía más con mi garganta, estaba muriendo de hambre, y de sed. Mi cuerpo duele. Mis manos están ardiendo. - Soy yo, cariñito, pasaste que me alejaría de ti? Nada, me oyes? Nada ni nadie podrá separarnos- dijo, y lo sigui...