Donde tú vayas... iré [Visión Matt Cortez] I

Capítulo 41

"Esteban y sus juegos"

Rotchbell y sus conquistas... Voltee a Roth a mi dirección.

-Qué linda... la rosa.

Y por supuesto también la portadora. Hace un gesto de desaprobación.

-Gracias... supongo...

No nos fuimos de esa posición. Esteban volvió con una bebida y bebió un poco. Sus ojos grises miraban la rosa blanca. Deja el vaso a un lado y Mariela, una sirvienta, se lo lleva.

-Qué linda te ves -dijo Esteban.
-Muchas gracias.
-La rosa le queda bien. Señor Matt, ¿no tiene nada que hacer?
-No. -respondí seco.

Sé tus intenciones. ¿Qué me tienes preparado hoy?

-Eh... mi... señor Cortez... eh... -intentaba decir Roth -... sólo quiere estar aquí...

La miro, ¿qué mierda intenta decir?

-Ah... está bien... -dijo el Esteban.
-Roth, si quieres, ve a beber algo de ponche... -dije.
-N... no gracias... estaré toda la noche con usted... señor.

Bien.

-Me encantaría tener a una secretaria como ella... -dice Esteban -... alguien linda y servicial...
-Eh...

Hijo de...
Iba a hablar, pero Mike me hizo un gesto con un dedo apuntando al escenario.
Esteban debe ir a hablar.

-Lo siento, tengo que ir... me llaman...

Gracias al cielo. Se ve en el escenario a Esteban.

-Muchas gracias por la presentación. Bueno, soy un cantante conocido y este Hotel es mi favorito. Con su obvio y espectacular creador y dueño, el Señor Matt Cortez...

Aplauden y luego vuelve a haber un silencio para escuchar.

-Bueno, -continúa -con el debido permiso, señor Matt... me gustaría realizar un concierto en éste espectacular Hotel.
-Claro que sí. -respondí.
-Genial, ahora, les mostraré uno de los efectos que quiero colocar en el concierto...

Hombres vestidos de negro, seguramente secuaces de Esteban, pasan con dispensadores de humo. No veo la marca, debe ser creación de ellos. ¿Qué tiene en mente?

-Es un tipo de humo falso, rocía el suelo, no sobrepasa los 50 cm. Me gustaría pedir permiso para hacer una demostración.

Asentí con la cabeza dudando. Tomé como por reflejo a Roth por la cintura.
No quiero que nada malo le pase. Los secuaces de Esteban encendieron el dispensador, pero el humo se comenzó a hacer más pesado. Me lo suponía. Ahora el audio falla.

-Eh... Ro... en... mento...

Roth sigue a mi lado. Yo miro a todos lados para ver si alguien se acerca. De repente, siento un olor a pólvora. Miro hacia adelante, pero antes de hacer algo, Roth se tira sobre mí.
Sentí el sonido de la pistola, el hombre, o quizás Esteban, nos perdió de vista.
Disimula Matt...

-¿Pero qué haces Roth?
-Eh... yo...
-Qué atrevida eres...
-¿Q... qué?

La comencé a besar. Necesito desestresarme. Estoy seguro que el plan era: disparar a Matt y robar a Roth.
Luego, el humo se comenzó a esparcir, por lo que se podía ver bien. Empujé q Roth para que se levantara y luego me ayudó a mí. Mike nos buscaba con la mirada, y cuando nos vimos, suspiró aliviado.
En toda la noche, no permití que Roth se alejara. No vale la pena morir a estas alturas. Han sigo años llenos de planificaciones y morir ahora, sería absurdo.