Donde tú vayas... iré [Visión Matt Cortez] I

Capítulo 52

"Gato..."

Seba, Esteban y yo, estamos sentados en la mesa conversando sobre el concierto y también del hotel.

-Usted tiene una voz muy fuerte, señor Esteban -dijo Rotchbell.
-Muchas gracias. Es realmente un honor que alguien tan influyente como usted me diga un cumplido como ese. Señor Cortez, ¿usted está satisfecho con su enorme avance en su hotel?
-Sí. Diría que estoy orgulloso de lo que he podido conseguir a lo largo de los años.

Roth está parada detrás mío, pensando en quizás otra cosa. ¿Catalina, dónde estás? Roth se inclina y va a la cocina. Miro de reojo a Seba y él me sonríe. Tranquilo, hombre. Ya viene tu dama.

-Se le nota. Es un hotel increíble. Diría que la mejor en la que he estado. ¿Qué opina, señor Rotchbell?
-Lo apoyo. No por nada le doy reputación en mis viajes por el mundo.

Los ojos de Esteban se centran en Roth al volver a ponerse detrás de mí.
Segundos después, Catalina llega con los platos de los dos hombres que tengo en frente. Al entregarle el plato a Seba, pude notar que ambos se miraron con una sonrisa encantadora. ¿Se gustan mutuamente? Qué adorables se ven juntos. Luego volvió con mi plato.

-Disfruten -dijo ella.
-Gracias -dijimos los 3 señores que están en la mesa.

Roth no hace nada más que quedarse a mi lado. Mike está en la entrada completamente relajado.

-La clientela en su hotel es perfecta.

Me volteo a ver a la cocina al escuchar escándalo. Con Roth cruzamos miradas.

-P... permiso -dijo.

Va trotando a la cocina. Cierra la puerta. Seba me mira diciendo ''¿Qué pasa?'' créeme, ni yo lo sé. Me levanté.

-Permiso.

Abro la puerta de la cocina.

-¿Pero qué están haciendo? -pregunté.

¿ESO ES UN GATO? Pasó corriendo por mi lado izquierdo.

-Mierda -dijeron Catalina y Roth.

Me quedo ahí en la cocina mientras las dos chicas más unas cuantas sirvientas más van justo donde mis invitados están. Salgo de la cocina y veo como está el caos por el ''gatito''.

-¿Qué hay debajo de la mesa? -preguntó Rotchbell.

Oh mierda... Esteban y él se levantaron de la mesa a ver qué cosa está ahí. Seba se agachó y vio al gato. Maldición. Estoy muy molesto con estas chicas. Casi lo tenía, pero una sirvienta gritó:

-Ahí está.

Maldición por dos. A veces me sorprende lo tontas que pueden llegar a ser.

-No puede ser -dije entre dientes.

Ambos se dieron vuelta y miraron a las chicas. Cata y Roth se miran sin saber qué hacer. Rotchbell pasa por mi lado y me susurra:

-Relájate.

Que se relaje mi padre porque YO NO LO VOY A HACER. Luego de intentos inútiles, volvió Seba con un plato con leche. El animal se acerca y bebe de él. Cata se acercó y comenzó a acariciarlo.

-Copo... estás bien...

Él mira a ella. Suficiente.

-Catalina y Roth -dije enojado.

Ambas se miraron. Deben agradecer que hay gfente mirando, porque de lo contrario, ambas estarían más que castigadas. Caminan hacia mó.

-Necesito la explicación de por qué mierda había un gato en MI hotel.
-Ese gato es... -intentaba decir Cata, pero Roth interrumpió.
-Lo crié yo -dijo.

¿QUÉ? ¿EN QUÉ MALDITO MOMENTO? Eso quiere decir que ella ha estado saliendo a escondidas del hotel para ver a ese gato. Esteban quizás lo sepa... mierda, Roth.

-Cata, ve a la cocina y tú limpias -dije enojado.
-Sí señor -se fue directo a la cocina con la cabeza abajo.
-¡Me dejaste...! -intenté decir, pero llegó Rotchbell.
-No sabía que tenía un gato tan lindo. ¿Sabe cómo se llama esta bola de pelos? -preguntó.
-Copo de Nieve -respondió Roth.
-Los gatos son maravillosos. Ahora, seguiré acompañando al señor Monterrey. Permiso.

No es momento de jugar, Seba. Tengo unas ganas de castigar ese cuerpo de ella.

-Matt... voy a tomar aire y vuelvo -dijo saliendo del lugar.

MALDICIÓN. Estoy muy molesto con esta mujer.