Hermano "mayor"
— ¿Quieres explicarme que significa esto, Laura?
Muerdo mi labio con nervios y mucha culpa. Son como las 2 de la mañana y Jase no está de buen humor.
Mi hermano suele ser calmado, pero ahora no está nada calmado.
— ¿Feliz cumpleaños? —Intento sonreír— Supongo que llegue tarde.
Jase levanta una ceja y cruza sus brazos.
— ¿Supones? Llegue a las 12 y te he llamado desde entonces. Y ahora vienes a esta hora con este tipo —Jase mira de mala forma a la persona que está detrás de mí, Ross.— ¿Quién demonios eres y que haces con mi hermanita?
— ¡Jase!
Jase me ignora.
—Creo que te hice una pregunta.
Me giro rápidamente para decirle a Ross que no tiene por qué responderle mi histérico hermano y que puede tranquilamente irse, pero hace algo que no me espero. Sonríe y da un paso adelante.
—Soy Ross. El novio de tu hermanita —Enfatiza la palabra hermanita— Feliz cumpleaños, Cuñado.
Suelto una risita nerviosa. ¿Qué cree que hace?
— ¿Qué demonios?
Volteo hacia Jase y sacudo la cabeza frenéticamente.
—Solo está bromeando. Él se está despidiendo ahora. Si, Adiós Ross.
Me giro hacia Ross y lo saco del apartamento. Lo empujo hasta la salida y le digo en voz baja.
— ¿Tú quieres empeorar mi madrugada?
Se encoje de hombros, sin expresión alguna. ¿Cómo puede cambiar tan rápido? ¿Que se supone que es?
—Me gusta molestar a las personas.
Frunzo el ceño.
—Me di cuenta.
•
—Y eso es lo que sucedió. —Junto mis manos en mi regazo y suelto un bostezo—.
Le conté absolutamente todo a Jase. No me quedo de otra. Omití algunas cosas que sé que no favorecerían mi situación. Solo sabe que Ross fingió ser mi novio para darle una lección a Daniel y que luego me acompaño a su casa a sacar mis cosas, se me paso la hora por estar tan distraída pero que ya estaba mejor.
—Estaba preocupado.
Levanto la mirada y lo observo realmente. Esta despeinado, con la ropa arruga y ojos aún más cansados que los míos. Mi pobre chico.
—No tenías por qué, Jase —Digo suavemente— Tengo 24 años, se cuidarme yo sola. Me he cuidado sola por años.
Jase asiente
—Lo entiendo. Pero ahora vivimos juntos. Soy tu hermano y omitamos el hecho de que soy menor. Soy el hombre aquí y dime machista, pero me siento con el derecho a cuidar a mi hermana.
Me levanto y camino hacia él.
Jase siempre fue tan sobreprotector. Incluso cuando solo era un niño. Siempre fue mi chico preferido. Lo sigue siendo.
Pongo mis manos en sus mejillas y beso su frente.
—Gracias.
—Tú cuidaste de mí, ahora yo me haré cargo.
Se levanta y me abraza. Vuelvo a bostezar en su pecho. Vaya, sí que estoy cansada.
— ¿Sabes que te quiero mucho? —murmuro en su pecho— Pero ahora tengo mucho sueño.
