Capítulo Dieciocho

833 100 33
                                    


¿Padre?

—Yo no sé nada acerca de ella. —Murmuro—.

Ross aprieta la mandíbula mientras una cara de póquer comienza a ponerse en su rostro. Mira a otro lado.

— ¿Quién te ha dicho el nombre de mi ex? —Resopla— Olvídalo, ya sé que fue Crystal.

— ¡No se lo menciones! A ella solo se le escapo.

— ¿Y qué más se le escapo?

Hago una mueca ante la fría voz con la que me habla. ¿Quién me llama a meter mi nariz a donde no me llaman? Estabas haciéndolo bien, Laura. Ahora la has cagado.

Mi conciencia y sus comentarios pueden irse a la punta del Everest.

—Nada importante.

Arquea una ceja hacia mí. Suelto un suspiro, derrotada.

—Ella dijo algo sobre que Clarisse estaba algo loca, o no lo sé. ¿Enferma? —Frunzo el ceño, no puedo recordar las palabras exactas que dijo en ese momento— Chico, mi memoria es una mierda cuando estoy bajo presión.

Una mirada sombría pasa por los ojos de Ross antes de que vuelva a apartar la mirada de mí.

—No quiero que vuelvas a hablar con mi hermana sobre mis ex novias.

Cruzo mis brazos.

—La verdad es que no le encuentro nada malo hablar sobre el tema.

— ¿Qué chica quiere hablar de otra chica que estuvo antes que ella? Jesús, ¿Eres humana?

Ruedo mis ojos.

—Soy bastante madura. Y curiosa, por lo que me intriga Clarisse. ¿Por qué no lo haría? Parece como si estuvieses apunto de golpear algo cada vez que digo Clarisse, y créeme que estoy diciendo Clarisse cada rato solo para ver esa expresión en tu rostro. ¿Clarisse es tan importante? Oh, Clarisse. Clarisse. ¡Clarisse!

Sonrío con inocencia luego de que soltar todo eso con rapidez. Su cara de póquer cae. Está enojado, muy enojado. Pero al menos está mostrándome alguna emoción. Cualquier emoción por mala que sea es mejor que ninguna.

Sacude su cabeza con sus ojos ardiendo.

—Me largo.

Y eso fue lo último que dijo antes de salir del apartamento y azotar la puerta con fuerza.

Masajeo mi sien. ¿Por qué si quiera estoy saliendo con alguien? Obviamente no soy buena en las relaciones. Necesito un maldito trago para ahogar la horrible sensación que mi pecho siente.

Solo ignoraré que esto sucedió.

Dormiré como un bebé esta noche. O al menos lo intentaré.

El día por si solo fue un asco. Ross no había llamado para disculparse y en cierto modo tampoco esperaba que llamara para disculparse, porque yo también tenía la culpa por meterme demasiado con tan poco tiempo, pero al menos podría haber llamado y preguntar qué tal estaba.

No permití que eso arruinara mi día.

Jase se fue temprano a estudiar y hablamos un poco sobre la charla que tendría Papá. Jase está preocupado por mí, porque si esta charla no va bien me chocará. Yo también estoy preocupada y tengo algo de miedo. Pero necesito esta conversación con él.

Necesito entender que hice mal ante sus ojos para que me dejara de lado por años.

Y eso es lo que estoy haciendo ahora mismo.

That ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora